CONGESTIONAMIENTOS VIALES - Pasajero7

CONGESTIONAMIENTOS VIALES

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Entre otros efectos, los congestionamientos viales reducen nuestra calidad de vida y generan pérdidas económicas. Congestionar significa obstruir o entorpecer el paso, la circulación o el movimiento de algo. La palabra “congestión” también se usa para expresar tránsito vehicular.

El aumento poblacional y la alta demanda de transporte en las grandes ciudades, han causado “congestionamientos viales”. Permanecer a bordo de cualquier tipo de vehículo por un prolongado tiempo, reduce nuestra capacidad de rendimiento en las actividades cotidianas.

Un informe del INRIX Global Traffic Scorecard (que analizó y clasificó el impacto de la congestión en el mundo) señala que un habitante de la Ciudad de México pasó durante el 2017, 58 horas en el tránsito. El documento, señala que Matamoros, Guadalajara, Monterrey, Tula, Guanajuato, Tijuana, Reynosa y Puebla, son las urbes mexicanas en las que sus habitantes pasaron entre 30 y 25 horas de su tiempo en una congestión, lo que representa entre el 18 y 13% de su tiempo anual.

Por el lado opuesto, en el mismo estudio, Tlaxcala, Tecuala (Nayarit), Huamantla, Poza Rica, Minatitlán, Tlapanaloya (Edo de Mex) y Salamanca, tuvieron un registro de entre 6 y 7 horas de atoramiento en congestión lo que representa un 1.9 y 1.3% del tiempo anual que comparado con las anteriores, representa un amplio porcentaje de diferencia en tiempo perdido.

Para Jesús Padilla Zenteno, Presidente de la de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), los mexicanos pasan entre 3.6 y 3.7 años de su vida a bordo de algún tipo de transporte, sin embargo, “vemos que la tendencia va en aumento, acercándose en poco tiempo a cinco años”, detalló.

En los temas de movilidad, calidad y eficiencia del transporte público de pasajeros, México está mal, tenemos tache en todo el país. El balance general es negativo y por ello los involucrados en este asunto estamos generando propuestas y soluciones”, reconoció al ser cuestionado de la situación de congestionamiento que se vive particularmente en nuestro país.

CONGESTIONAMIENTOS A NIVEL GLOBAL

Según el reporte del INRIX Traffic Scorecard, considerado el más extenso y único en su tipo, de los 38 países analizados, hay varias ciudades que enfrentan el mismo problema. Por ejemplo, Tailandia se encuentra entre las naciones también con el mayor promedio de horas pasadas en congestión máxima con 56 horas, le sigue Indonesia con 51 y Colombia con 49 horas; seguido de Venezuela con 42.

En cuanto a países desarrollados, cabe señalar que Estados Unidos y Rusia comparten la cima de las naciones más congestionadas del mundo.

Respecto a ciudades de Norte América, los Ángeles encabezó la lista de las urbes con más embotellamientos del mundo por sexto año consecutivo, con automovilistas que pasaron 102 horas en congestión en 2017. En el ranking le siguió Moscú y Nueva York (empatados a 91 horas), Sao Paulo (86 horas) y San Francisco (79 horas).

CAUSAS

Muchas son las razones que han ocasionado embotellamientos viales, entre algunas de ellas se pueden citar el uso indiscriminado del automóvil, la mala calidad del transporte público y el constante crecimiento poblacional además de las ventajas que ofrecen los bancos y marcas para la compra de vehículos nuevos y usados, entre otras.

Las opciones de transporte que presentan las características más apetecidas —es decir, seguridad, comodidad, confiabilidad, autonomía, como es el caso del automóvil— son las que hacen un mayor uso del espacio vial”.

Estados Unidos, de acuerdo con el reporte, aportó 10 de las 25 ciudades más importantes del mundo, que se anotaron con la peor congestión de tráfico a nivel global.

Según los hallazgos, los EE. UU. se clasificaron como el país desarrollado más congestionado del mundo, y los conductores gastaron un promedio de 41 horas al año en tráfico durante las horas pico”.

Aunque el bus genera más congestión que el automóvil, de manera usual éste transporta más personas. “Si el primero lleva 50 pasajeros y el segundo transporta en promedio 1.5 personas, entonces cada ocupante del automóvil produce 11 veces la congestión atribuible a cada pasajero del bus”. Cita la Revista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

EFECTOS EN LA VIDA COTIDIANA

En una gran urbe como la Ciudad de México, el aspecto físico de una persona que ha pasado más de una hora a bordo de un automóvil, evidencia el cansancio y el estrés que le ha provocado la situación, lo mismo ocurre en ciudades como Guadalajara y Monterrey que por su gran actividad económica, registran un gran movimiento de personas.

El desplazamiento diario en algunas de las ciudades internacionales más importantes del mundo es más largo y más agotador que antes, reflejando el fracaso de la infraestructura de transporte para mantener el ritmo de la actividad económica”, detalla el primer estudio global de Commuter Pain publicado por IBM.

En un ejercicio para obtener información, IBM encuestó a 8,192 automovilistas en 20 ciudades, de los datos que se analizaron destacó que la mayoría de ellos dijo que el tráfico ha empeorado en los últimos tres años o cuando menos esa es su percepción. El análisis señala que el 29% de los encuestados opina que el tráfico ha afectado negativamente su rendimiento escolar o laboral. En otras urbes las opiniones son más generalizadas; por ejemplo en Beijing el 84% de las personas considera que el tránsito es cada vez peor, mientras que en Nueva Delhi 62% piensa igual y en la Ciudad de México el 56%”.

Margarita Tarragona es psicóloga, especializada en los procesos de transformación personal y relacional, como el coaching, la consultoría y la psicoterapia. Ella integra los hallazgos científicos sobre el bienestar, provenientes de la Psicología Positiva, con formas de trabajar que se basan en la conversación y el diálogo. En entrevista para Pasajero7, explicó que “el tiempo que pasamos en el tráfico afecta nuestro bienestar de distintas maneras; asimismo, señaló que investigaciones hechas en Estados Unidos, han encontrado que hay una relación inversa entre cuánto se tardan las personas en llegar a trabajar y su nivel de felicidad.

En este sentido, detalla que quien está más de media hora en el trayecto de su casa al trabajo tiene menores niveles de felicidad que quienes llegan en menos de 30 minutos y cuánto más largo es el camino, es menor el nivel de bienestar.

La también psicóloga por la Universidad de Chicago, refirió que uno de los factores que explican esto es el “estrés.

Cuando manejamos y hay mucho tráfico, nuestro cuerpo reacciona como si estuviera en una situación de peligro (a veces lo está) y se activan los mecanismos fisiológicos para responder ante éste: se tensan los músculos, se acelera el ritmo cardiaco y se hace más superficial la respiración, estamos listos para huir o pelear y, como no podemos huir de la situación, tendemos a pelearnos, aunque sea solo en nuestra cabeza, con los otros conductores, estamos irritables, nos quejamos o insultamos a las otras personas que están igual de estresadas en sus coches”.

Por otra parte, indicó que el entorno también contribuye al malestar psicológico, ya qué hay mucha evidencia de que estar en contacto con la naturaleza nos ayuda a sentirnos más felices, y para la mayoría de nosotros, el tiempo que pasamos en el tráfico no es en un lugar arbolado o al lado de la playa, sino entre el concreto y el smog de la ciudad lo que hace que el trayecto sea más complejo.

LAS PROPUESTAS

Distintos especialistas en la materia han opinado que los gobiernos y las empresas líderes deben invertir en sistemas de transporte público más inteligentes y con mejor tecnología para enfrentar los desafíos de movilidad en las grandes urbes, donde potencialmente la población se congrega.

Las soluciones tradicionales -construir más carreteras- no serán suficientes para superar el crecimiento del tráfico en estas ciudades en rápido desarrollo, por lo que se deben implementar múltiples soluciones simultáneamente para evitar una falla de las redes de transporte, dijo Naveen Lamba, director general de IBM, industria global líder para el transporte inteligente, a través de un comunicado en su sitio oficial.

El directivo detalló que se requieren nuevas técnicas que permitan a los funcionarios de transporte comprender mejor y gestionar proactivamente el flujo de tráfico, lo que sin lugar a duda nos haría contar con mejores espacios.

Es evidente la apuesta por un un mayor acceso al transporte público para revertir los impactos negativos de la congestión vial tanto en la salud como en la economía y la productividad de las personas en su vida diaria. Estudios como los citados en este texto, ayudan a contar con un gran Big Data que permita a través de los datos recabados, crear y pensar en sistemas de transporte inteligentes para resolver problemas de movilidad.

Las ciudades modernas no están preparadas para mover al gran número de vehículos que circulan en sus vialidades, por lo que se deben buscar otras alternativas, aseguró Pilar Conesa, directora de Smart City Expo World Congress. Proveniente de Barcelona, una de las actuales metrópolis que más han avanzado en esta materia, Conesa explicó que “una ciudad avanzada no es en la que los pobres se mueven en coche, sino en la que los ricos se mueven en transporte público. Tenemos demasiados vehículos con un sólo conductor y por tanto estamos ocupando mucho espacio para que una sola persona se movilice”.

Recalcó que en estas nuevas políticas de movilidad  de las Smart Cities, las cuales ella promueve, se prioriza la idea de mover personas en vez de mover autos, por lo que el papel del peatón, el ciclista y el usuario del transporte público debe considerarse antes que cualquier otro aspecto en la agenda de los gobernantes.

Se prevé que en el año 2050, el 70 por ciento de la población mundial sea urbana y las ciudades cuenten con más de 10 millones de habitantes. En el año 2025, de acuerdo con estimaciones de la ONU, en China habrá 221 ciudades que superen el millón de personas. El panorama es complicado y es responsabilidad de los gobiernos y ciudadanos trabajar por un bien común.

En el mundo hay buenos ejemplos para contar con una buena movilidad para que principalmente, se eviten los congestionamientos viales. Por ejemplo en Londres, se promueven políticas de restricción de vehículos privados en el centro de la ciudad. Para circular por su zona céntrica se exige el pago de una cuota diaria y de manera paralela, se mejora el transporte público, cosa que no ocurre en el centro de las ciudades mexicanas.

Otro ejemplo es la línea de Tranvía Moderno en Zaragoza, España, que cruza la ciudad de Norte a Sur, conectando centros de negocios, universidades, hospitales y barrios de la periferia.

Si programas como las controversiales “foto multas” que se aplican en la Ciudad de México y Puebla, apostarán por invertir en mejor transporte, los ciudadanos no verían con desconfianza la propuesta y a la vez sugeriría mejor moverse en otro tipo de transporte diferente al automóvil; la pregunta es ¿Qué tan lejos está el gobierno de una ciudad en apostar por la mejora del lugar donde gobierna que el beneficio a empresas privadas?

La necesidad de revertir las cifras, es urgente, las ciudades están a punto de colapsar sino se trabaja en ello.