Paradas en el transporte público, un enfoque hacia la seguridad de los peatones - Pasajero7

Paradas en el transporte público, un enfoque hacia la seguridad de los peatones

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Por Juan Antonio Contreras García / Ingeniero en Sistemas de Transporte Urbano  Universidad Autónoma de la Ciudad de México

¿Por qué se mueven las personas? Es la pregunta que debemos responder para poder entender la movilidad urbana dentro de las ciudades. Podemos partir de diferentes ideas: la primera es la necesidad de cumplir con un objetivo; trabajo, escuela, salud, recreación, etcétera. La segunda es que esos objetivos se encuentran lejos de las personas, por lo tanto, deben desplazarse hacia ellos para cumplirlos. Con estas dos ideas nace el concepto de viaje, que en resumen se diría es el desplazamiento entre un Origen y un Destino que una persona realiza para cumplir una necesidad. Por tanto, podemos entender que realizar un viaje no es un objetivo en sí, sino un medio para cumplirlo. Bajo este razonamiento, podemos decir que los viajes, para que sean atractivos para los usuarios, deben cumplir con ciertos elementos, entre ellos: el mayor confort, el menor costo, el menor tiempo posible y la mayor seguridad.

De la misma manera, es importante conocer cómo se realizan estos viajes. La respuesta sería en vehículos, si estos son a una distancia larga, y a pie si son tramos cortos. Hablando de los vehículos, podemos clasificarlos en privados y públicos. De acuerdo con la encuesta Origen/Destino de 2017 para la ZMVM, se realizan 35.56 millones de viajes un día entre semana; el 45 % corresponden a transporte público, el 21% se realizan en transporte privado, el 32% se efectúan caminando, y el 2% restante se realiza por otros medios, por ejemplo, en bicicleta. De acuerdo con lo anterior, la mayoría de los viajes se llevan a cabo en transporte público, seguidos de los viajes a pie y, por último, los viajes en automóvil. Cabe mencionar que, para el caso de los viajes en transporte público, los usuarios deben utilizar en su mayoría más de una unidad para llegar a su destino, lo cual conlleva transbordos; esto genera que se necesiten elementos para ello, como paradas, estaciones y terminales.

 De acuerdo con la encuesta Origen/Destino de 2017 para la ZMVM, se realizan 35.56 millones de viajes un día entre semana; el 45 % corresponden a transporte público, el 21% se efectúan en transporte privado, el 32% se realizan caminando, y el 2% restante se  lleva a cabo por otros medios, por ejemplo, en bicicleta.

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Por otro lado, dado que se realizan una gran cantidad de viajes diariamente, estos generan externalidades, es decir, contaminación, ruido y accidentes; este último nos puede llevar a situaciones más extremas como la pérdida de la vida. De acuerdo con datos de seguridad vial de la SEMOVI, para el 2022 se reportaron 36,501 víctimas, para el 2023 se presentaron 34,138 víctimas y para el primer trimestre del 2024 el número ya alcanzó las 12,333 víctimas. Se destaca que el 67.19 % corresponden a hombres y 32.51 % son mujeres, y que el 43.53 % están entre los 30 y 45 años de edad.

Analizando más a detalle el número de atropellados en la CDMX, tenemos 1,304 víctimas para el primer trimestre de este año, de los cuales el 19% se presentaron en la alcaldía Cuauhtémoc, seguidos de Iztapalapa con un 14% y en tercer lugar la alcaldía Gustavo A. Madero con un 11%. De acuerdo con el día de la semana, es el viernes cuando se presentan más atropellados con un 19%, seguido del miércoles con un 16% y el lunes con un 15%, siendo la franja horaria de 14 a 16 horas y de 19 a 21 horas cuando más se presentan estos hechos viales.

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El Manual de Dispositivos de Control de Tránsito del 2024 de la CDMX, tiene como único criterio sobre las paradas de transporte, que se encuentren a unos metros antes de un cruce y a la extrema derecha de la calle.

Las paradas relacionadas con el transporte público en la CDMX se encuentran a cargo de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI). La implementación de cada una sigue los lineamientos que establece el Manual de Dispositivos de Control de Tránsito del 2024, el cual menciona que la ubicación de una parada de ascenso y descenso será sobre la red vial a por lo menos 10 metros de la esquina o extremo de la marca de un cruce peatonal, en el carril de extrema derecha. Es decir, el único criterio establecido es que se encuentre a unos metros antes de un cruce y a la extrema derecha.

Si tomamos esta información y la comparamos con otras fuentes, nos daremos cuenta de que se requieren más criterios para poder establecer una parada. De acuerdo con el libro de Transporte Público de Ángel Molinero Molinero, en su capítulo 4 “Infraestructura para la Operación del Transporte Público”, en su apartado “Ubicación de la Parada” comenta que se deben considerar tres criterios para la colocación de una:

  • Acceso de pasajeros: La parada debe enfatizar la seguridad del usuario.
  • Las condiciones de tránsito: Buscando minimizar la interferencia con el tránsito.
  • La geometría de movimiento del vehículo: Es decir, valorar la maniobra que realizará la unidad al continuar su marcha.

Complementando lo anterior, también se hace mención de tres posibles ubicaciones para las mismas:

Lado Cerca (LC)

Lado Lejano (LL)

Media Cuadra (MC)

Para cada una de las opciones anteriores existen elementos a considerar. Cuando la parada se encuentre en el LC de un cruce, el resultado genera un punto ciego para los vehículos que circulan en carriles paralelos a la misma, sobre todo por las dimensiones del vehículo detenido. Así también, el punto ciego afecta al peatón que desea cruzar la vialidad, poniendo en riesgo su vida al intentar cruzar de manera imprudente. Por otro lado, si se colocara una parada después del cruce vial, no se presentaría ningún punto ciego para el peatón o los vehículos que circulen sobre la vía, siendo este un enfoque de mayor seguridad para ambos. Por último, para el caso de paradas a media cuadra, se puede considerar si en ella se tiene un centro de atracción de viajes, con el propósito de no afectar la seguridad del peatón y los vehículos que por ahí transitan.

Dentro de las condiciones de seguridad de una parada, otro de los puntos que se debe resaltar es el de la distancia de frenado de un vehículo, algo primordial para proteger a los peatones. Ya que es algo esencial al momento de evitar accidentes.

De acuerdo con el libro de Ingeniería de Tránsito de Cal y Mayor, en su apartado “Distancia para detener un vehículo” nos dice que la distancia de parada es la suma de la distancia de percepción, reacción y frenado. Es decir, la distancia que recorrerá un vehículo cuando el conductor observa el obstáculo, reacciona, aplica los frenos y se detiene. Esta distancia varía de acuerdo con la velocidad a la que vaya el vehículo. Si aplicamos varios ejemplos, podremos ver que si un vehículo circula a una velocidad de 30 km/h necesita alrededor de 25 metros para detenerse. Si tomamos en cuenta que la velocidad para vías primarias en la CDMX está establecida en 50 km/h y colocamos una parada antes del cruce, si un peatón trata de cruzar de manera imprudente, sin esperar el alto, este tiene muchas posibilidades de ser atropellado, ya que un vehículo necesitaría 42 metros para poder detenerse.

Diariamente las personas requieren realizar viajes por diferentes motivos y, en muchos de ellos, el transporte público es el único medio para hacerlos, por lo que es de gran importancia analizar algo tan primordial como las paradas, sobre todo porque los datos mostrados revelan una considerable falta de criterios de seguridad, lo que aumenta el riesgo para todos los que hacen uso de ellas.