Escrito por: Por Dr. Miguel Ángel Franco / Integrante del COMUJ
La transformación ferroviaria de China en las últimas décadas ha sido nada menos que espectacular. El país asiático, conocido por su ambiciosa planificación y ejecución de proyectos de infraestructura, ha invertido fuertemente en la construcción de una extensa red de trenes bala, convirtiéndose en el líder mundial indiscutible en este ámbito. En este artículo, exploramos en profundidad el papel del comunismo con características chinas en esta revolución ferroviaria, así como el número de líneas y rutas existentes y proyectadas. Además, realizaremos una comparativa con otros países que han desarrollado sus propias redes de alta velocidad.
Los planes para desarrollar una red de alta velocidad en China se remontan a varias décadas atrás. Sin embargo, fue durante el liderazgo de Deng Xiaoping que se dieron los primeros pasos concretos hacia la modernización del sistema ferroviario del país. Su visión de una China conectada y próspera impulsó la inversión en infraestructura y tecnología, sentando las bases para los ambiciosos proyectos ferroviarios que se llevarían a cabo en las siguientes décadas.
El primer tren bala de China, el “Harmony Express”, comenzó a operar en 2007 en la línea Pekín-Tianjin, marcando el inicio de una nueva era en el transporte ferroviario del país. Desde entonces, la red ha crecido exponencialmente, conectando cada vez más ciudades y facilitando la movilidad de millones de pasajeros.
La construcción de la red de trenes bala en China se ha llevado a cabo bajo el marco del comunismo de características chinas, un enfoque que combina elementos de planificación centralizada con reformas de mercado. Este sistema se diferencia del comunismo tradicional al permitir que ciertas fuerzas del mercado operen dentro de un marco estatal controlado. En términos generales el comunismo o socialismo de características chinas, se diferencia de las economías capitalistas de libre mercado, en el sentido de que el gobierno central tiene el control y la la última palabra, mientras que en las economías capitalistas muchas veces el mando real lo tienen las corporaciones privadas, cuyos intereses, la mayoría de las veces, no necesariamente coinciden con los del Estado. De esta forma, el gobierno chino ha logrado movilizar recursos y coordinar esfuerzos de manera eficaz para llevar a cabo proyectos de gran envergadura, como la construcción de la red de alta velocidad.
La planificación centralizada ha sido crucial para el desarrollo de la red ferroviaria de alta velocidad en China. A través de planes quinquenales, el gobierno ha podido priorizar la infraestructura ferroviaria y asignar recursos de manera eficiente.
Este enfoque ha permitido la coordinación entre diferentes provincias y sectores, facilitando una ejecución rápida y efectiva de los proyectos. Además, la política de “desarrollo coordinado” ha llevado a un enfoque equilibrado en la inversión en infraestructura en regiones menos desarrolladas, contribuyendo al crecimiento económico a nivel nacional.
El primer tren bala de China, el “Harmony Express”, comenzó a operar en 2007 en la línea Pekín-Tianjin, marcando el inicio de una nueva era en el transporte ferroviario del país.
Aunque la planificación centralizada ha sido fundamental, las reformas de mercado introducidas desde la década de 1980 han permitido una mayor competitividad y eficiencia en el sector ferroviario. La apertura a la inversión extranjera y la colaboración con empresas internacionales han impulsado la transferencia de tecnología y conocimientos, lo que ha llevado a avances significativos en la construcción de trenes bala. Este enfoque híbrido ha permitido a China no solo desarrollar su propia tecnología ferroviaria, sino también exportar su experiencia y tecnología a otros países en desarrollo.
En comparación con otros Estados-nación, donde varios países han desarrollado sus propias redes de alta velocidad, China ha superado con creces a sus competidores.
La red de alta velocidad de China se extiende por todo el país, conectando grandes ciudades, centros industriales y regiones remotas. Algunas de las rutas más emblemáticas incluyen:
- Pekín-Shanghai:Una de las primeras líneas de alta velocidad construidas en China, esta ruta conecta las dos ciudades más importantes del país y es considerada un modelo para otros proyectos ferroviarios a nivel mundial.
- Cantón-Guangzhou: Esta línea, que conecta dos importantes centros económicos en el sur de China, es una de las más transitadas del mundo, facilitando el comercio y la movilidad de trabajadores.
- Wuhan-Guangzhou: Esta línea atraviesa el corazón de China y conecta importantes ciudades como Wuhan, Changsha y Guangzhou, siendo crucial para el desarrollo económico de la región central del país.
En la actualidad, China cuenta con la red de alta velocidad más extensa del mundo,con más de 38,000 kilómetros de vías férreas capaces de soportar velocidades de hasta 350 kilómetros por hora. Esta red sigue expandiéndose a un ritmo acelerado, con nuevos proyectos en construcción en todas las regiones del país.
A partir de 2024, China cuenta con más de 20 líneas de alta velocidad en operación, con más de 100 rutas que conectan diferentes partes del país. Y en cuanto a infraestructura planeada, hay más de 10 proyectos de alta velocidad en construcción en China, con una inversión total de más de 1 billón de dólares. Algunos de los proyectos más destacados son:
- Línea Pekín-Shenyang: Esta línea conectará la capital del país con la ciudad de Shenyang, en el noreste de China, mejorando la conectividad en una de las regiones más industrializadas del país.
- Línea Shanghai-Chengdu: Este proyecto conectará Shanghai, el centro económico del país, con Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, lo que facilitará el comercio y la movilidad en el suroeste.
- Línea Guangzhou-Kunming: Esta línea unirá Guangzhou con Kunming, en el suroeste de China, promoviendo el desarrollo de la región y fortaleciendo los lazos económicos.
Con la planificación a largo plazo y la inversión continua en infraestructura ferroviaria, la segunda potencia económica del mundo sigue avanzando hacia su objetivo de una red ferroviaria aún más extensa y eficiente.
China es el país con la red de alta velocidad más extensa del mundo, seguido por Japón, España, Francia y Alemania. A continuación, se presenta una comparativa del número de kilómetros de vías férreas de alta velocidad en diferentes países:
Con la planificación a largo plazo y la inversión continua en infraestructura ferroviaria, la segunda potencia económica del mundo sigue avanzando hacia su objetivo de una red ferroviaria aún más extensa y eficiente.
La combinación de planificación centralizada y reformas de mercado ha permitido el desarrollo de una red de trenes bala que no solo conecta grandes ciudades, sino que también impulsa el crecimiento económico en regiones remotas.
Como se observa en la tabla, la diferencia en la longitud de las redes de alta velocidad es abismal. Mientras que China ha logrado construir más de 38,000 kilómetros, el segundo país, Japón, apenas supera los 9,000 kilómetros. Este liderazgo no solo se debe a la extensión de la red, sino también a la velocidad y eficiencia de sus trenes.
En comparación con otros Estados-nación, donde varios países han desarrollado sus propias redes de alta velocidad, China ha superado con creces a sus competidores. La combinación de inversión estatal, planificación a largo plazo y reformas económicas ha permitido a China posicionarse como un líder indiscutible en el ámbito ferroviario.
La transformación ferroviaria de China es un testimonio del éxito del comunismo con características chinas y de la capacidad del país para implementar proyectos de infraestructura de gran envergadura. La combinación de planificación centralizada y reformas de mercado ha permitido el desarrollo de una red de trenes bala que no solo conecta grandes ciudades, sino que también impulsa el crecimiento económico en regiones remotas.
A medida que China continúa expandiendo su red ferroviaria y desarrollando nuevos proyectos, se espera que siga siendo un modelo a seguir para otros países que buscan modernizar sus sistemas de transporte. Con más de 20 líneas en operación y múltiples proyectos en construcción, China se mantiene a la vanguardia de la tecnología ferroviaria y del desarrollo económico global.