El transporte público rumbo a la sostenibilidad - Pasajero7

El transporte público rumbo a la sostenibilidad

mundo contaminado

México ha avanzado lento en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en materia de Transporte en la Agenda 2030. De acuerdo al objetivo 11.2 los gobiernos deben proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y adultos mayores, metas en las que se registran pocos avances.

Durante el 15º Congreso Internacional de Transporte, expertos analizaron los avances y pendientes al respecto, ahí Fernando Paez, director del WRI Colombia, señaló que por el uso de tecnologías viejas, un parque vehicular antiguo y una mala infraestructura, México aparece en lugar 12 de los países de Latinoamérica que más emisiones contaminantes genera, considerando en eso, que el transporte es el segundo expulsor de contaminantes al aire. 

Entonces esto es importante, porque justamente producto de ello el mundo se enfrenta a esas consecuencias del cambio climático; estamos frente a una crisis y el transporte produce el 14.2% de esos gases de efecto invernadero, es decir, que el transporte es la segunda fuente de gases de efecto invernadero que ha crecido más rápido después de los procesos industriales, un crecimiento del 79%  desde 1990”.

En el encuentro, en diferentes mesas de diálogo y conferencias, se habló de que es urgente acelerar el paso para lograr un cambio hacia la sostenibilidad y buscar de alguna manera cómo reducir esas emisiones de gases de efecto invernadero que están agravando la crisis climática.

El compromiso es reducir la mitad de las emisiones al 2030 que es pasado mañana, pero además cero emisiones netas para el 2050, entonces el reto es grande, los países que más emiten tienen un compromiso mucho más alto para lograr esa meta y esto no es una novedad, venimos hablando de este tema desde hace al menos dos décadas”, dijo Fernando Paez.

Se señaló que el transporte público en México enfrenta un desafío crucial: la transición hacia un sistema más sostenible que no solo beneficie a los ciudadanos en términos de accesibilidad y eficiencia, sino que también contribuya a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático.

Retos para alcanzar un transporte sostenible

Nicolas Rosales Pallares, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), manifestó que existen alrededor de 312 mil unidades de transporte de pasajeros en el país, considerando taxis, metros, sistemas tipo BRT, trolebuses, microbuses, tren ligero, autobuses y vanes, más del 60 % operados bajo el modelo hombre-camión y que han superado la vida útil.

Entre los retos que señalan los expertos para alcanzar un transporte sostenible, están:

  • Coordinación entre diferentes dependencias con el objetivo de crear diseños de ciudades que favorezcan la implementación e integración de sistemas de transporte colectivo.
  • Leyes y reglamentos en materia de movilidad y transporte que regulen el servicio y permitan a los transportistas acceder a mejores esquemas de financiamiento o apoyos al transporte.
  • Proyectos integrales de transporte que trasciendan los gobiernos y garanticen la continuidad, esto con el objetivo de ir creando verdaderas redes de movilidad integrada, que ofrezcan un mejor servicio al usuario y hagan del transporte un medio atractivo y eficiente.
  • Programas de renovación programada; esto permitirá a autoridades y transportistas planificar, administrar y contar con un sistema moderno y sostenible, conscientes de que cuentan con un sistema vivo que requiere mantenimiento continuo.
  • Personal capacitado, tanto en las empresas de transporte que permitan una buena administración, manejo del equipo radiante y atención al usuario, como en las dependencias de gobierno, donde los tomadores de decisiones deben contar con un perfil técnico.

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El transporte público juega un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático. Según datos de la Agencia Internacional de Energía, el transporte motorizado es responsable de aproximadamente el 23% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, siendo una de las principales fuentes de contaminación atmosférica a nivel mundial.

Al promover el uso compartido de vehículos, reducir la congestión vial y fomentar la adopción de tecnologías limpias, el transporte público contribuye significativamente a la disminución de la contaminación atmosférica y la huella de carbono asociada con el transporte urbano.

Además, al ofrecer alternativas viables al uso del automóvil privado, el transporte público ayuda a reducir la presión sobre los recursos naturales y a mejorar la calidad del aire en entornos urbanos, lo que se traduce en beneficios tangibles para la salud pública y el medio ambiente.

En este sentido, invertir en la mejora y expansión del transporte público sostenible no solo es una medida necesaria para abordar el cambio climático, sino también una oportunidad para promover una movilidad más equitativa, inclusiva y resiliente en las ciudades.

¿Transporte seguro?

Como lo señalamos al inicio de este texto, el compromiso adquirido contempla ofrecer acceso a sistemas de transporte seguros y mejorar la seguridad vial, sin embargo, los números también indican que estamos lejos de cumplirlo.

El director del WRI Colombia, expuso ante transportistas que, cada año en el mundo mueren 9 millones de personas por hechos de tránsito, una persona cada 2 minutos. “Yo creo que estos datos tienen que tocarnos el corazón, y sobre todo cuando hablamos de inversiones públicas tienen que tocarse el bolsillo”.

Mencionó que en México los hechos de tránsito son la segunda causa de muerte entre la población entre 5 y 39 años, por lo que, reforzar la seguridad vehicular evitaría alrededor de 6,700 muertes anuales.

Destacó que al año aproximadamente 20,500 personas mueren prematuramente por enfermedades asociadas a la calidad del aire, como son los problemas cardíacos, infecciones respiratorias agudas, cáncer de pulmón, pero con un componente adicional principalmente en la población más vulnerable

“Hablamos de atender los temas de clima con enfoque en las personas; este tipo de cifras motivan a que justamente ese cambio hacia un transporte sustentable, esa aceleración que tenemos que tener esté enfocada en cómo logramos beneficiar a las personas”, dijo.

A estas cifras podríamos agregar que el 90% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia mientras usa el transporte público, y son pocas las unidades que cuentan con las condiciones para atender a personas con discapacidad física, lo que habla de un sistema de movilidad inseguro para todos los usuarios de la vía.

Integración del Transporte Público

Si bien hay mucho por hacer para cumplir con la Agenda 2030 en materia de movilidad, los expertos consideran que México ha estado avanzando gradualmente en la integración de un sistema de transporte público sostenible.

La implementación de infraestructuras como carriles exclusivos para autobuses, la introducción de sistemas de transporte masivo como metro y tren ligero, y la promoción de opciones de movilidad no motorizada como ciclovías, son algunas de las medidas que se están adoptando para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones.

En el país, algunas ciudades están destacando por su compromiso y avances en la implementación de sistemas de transporte público sostenible. Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey,  León, Querétaro y Mérida son ejemplos claros de urbes que están apostando por la diversificación de opciones de movilidad, la modernización de su infraestructura y la promoción de hábitos de transporte más sustentables.

En cuanto a la descarbonización del transporte público, México ha realizado progresos importantes en los últimos años. La introducción de autobuses eléctricos en algunas de las ciudades antes mencionadas, la expansión de la red de transporte masivo y la implementación de políticas de incentivos fiscales y financiamiento para la adquisición de vehículos menos contaminantes son algunas de las acciones que se están llevando a cabo para reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover una transición hacia una movilidad más limpia y sostenible.

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Si bien México aún enfrenta desafíos significativos en su camino hacia un sistema de transporte público sostenible, los avances realizados hasta la fecha son alentadores, pero no suficientes.

Conscientes de que la responsabilidad es compartida, el compromiso debe ser continuo por parte de las autoridades, la sociedad civil, la industria, empresas, academia y usuarios; así será posible lograr una transformación integral del sistema de transporte que no solo beneficie a los ciudadanos en términos de accesibilidad y calidad de vida, sino que también contribuya de manera significativa a la protección del medio ambiente y la mitigación del cambio climático, considerando que la cuenta regresiva al 2030 ya comenzó.