En los últimos años, México ha experimentado un notable crecimiento en la movilidad no motorizada, marcando un cambio significativo en la forma en que sus habitantes se desplazan por las ciudades.
Este fenómeno, impulsado por una combinación de conciencia ambiental, congestión vehicular y una mayor preocupación por la salud, ha llevado a un aumento en el uso de modos de transporte activos como caminar y andar en bicicleta.
La movilidad no motorizada y activa ofrece una serie de beneficios tanto para los individuos como para la sociedad en general. En primer lugar, promueve un estilo de vida más saludable al fomentar la actividad física regular. Caminar y andar en bicicleta son formas efectivas de ejercicio que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Además, la movilidad no motorizada contribuye a la reducción de la contaminación del aire y del ruido, lo que mejora la calidad del medio ambiente urbano y la salud respiratoria de la población. Al disminuir la dependencia del automóvil, también se reduce la congestión del tráfico, lo que puede conducir a tiempos de viaje más cortos y a una mayor eficiencia en el transporte público.
Desde una perspectiva económica, fomentar la movilidad no motorizada puede generar ahorros significativos en costos de infraestructura y salud pública. Asimismo, promueve la creación de empleo en sectores relacionados con la fabricación y mantenimiento de bicicletas, así como en servicios de alquiler y reparación.
¿Conoces las ciudades donde más se pedalea y se camina?
Entidades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey han experimentado un aumento en el uso de la bicicleta como medio de transporte. En las primeras dos ciudades, se han implementado medidas para fomentar el uso de la bicicleta, como la creación de ciclovías y el sistemas de bicicletas públicas, lo que ha llevado a un aumento en el número de ciclistas en las calles.
En cuanto a la caminata, en ciudades como Oaxaca, San Miguel de Allende y Mérida son conocidas por sus centros históricos peatonales y calles adoquinadas que invitan a los residentes y visitantes a recorrerlas a pie. Pero es sin duda Oaxaca la ciudad donde más se realizan trayectos caminando.
Ciudades con mejor infraestructura ciclista
- Ciudad de México
La capital del país ha implementado un extenso sistema de ciclovías y carriles exclusivos para bicicletas en varias partes de la ciudad. Algunas de estas vías ya conectan la capital del país con otras ciudades del Valle de México.
- Zona Metropolitana de Guadalajara
Se ha desarrollado una red de ciclovías que conectan diferentes partes de la ciudad y ofrece opciones seguras para los ciclistas.
- Puebla
Conocida por su centro histórico y su arquitectura colonial, esta entidad federativa ha invertido en la creación de ciclovías y carriles para bicicletas con la finalidad de mejorar la movilidad de sus habitantes.
- Monterrey
La ciudad industrial del norte de México ha implementado medidas para fomentar el uso de la bicicleta, incluyendo la construcción de ciclovías; si bien aún enfrenta desafíos en términos de seguridad vial, Monterrey ha mostrado un compromiso con la mejora de su infraestructura ciclista.
- Querétaro
Esta ciudad, conocida por su crecimiento urbano y desarrollo económico, ha priorizado la movilidad sustentable en su agenda urbana.
Seguridad Vial para quienes optan por la movilidad activa
A pesar de los beneficios que ofrece la movilidad no motorizada, aquellos que eligen caminar o andar en bicicleta enfrentan una serie de desafíos en términos de seguridad vial. La falta de infraestructura adecuada, como aceras amplias y seguras, y carriles exclusivos para bicicletas, puede poner en peligro la integridad de los peatones y ciclistas.
También, la actitud de los conductores hacia los usuarios vulnerables de la vía pública puede ser hostil en ocasiones, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Es fundamental que las autoridades locales implementen medidas para mejorar la seguridad vial, como campañas de concienciación, aplicación estricta de las leyes de tránsito y diseño de infraestructura que priorice la seguridad de los peatones y ciclistas.
En conclusión, el crecimiento de la movilidad no motorizada en México representa un paso hacia una ciudad más sostenible, saludable y accesible para todos.Empero, para aprovechar al máximo los beneficios de esta tendencia, es necesario abordar los desafíos relacionados con la seguridad vial y garantizar que todas las personas puedan desplazarse de manera segura y cómoda por las calles de nuestras ciudades.