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El metro: presente, pasado y futuro

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Escrito por : Ernesto Morua Ramírez Dr. en Estudios Sociales UAM-Iztapalapa

Las diversas formas de transportarse en las urbes expresan distintas ideas de pensar y vivir el presente y el futuro de las ciudades, además las mismas intentan garantizar el derecho a la movilidad que a su vez necesitan los ciudadanos para el cumplimiento de derechos básicos de salud, educación, trabajo, tecnológicos, ambientales y culturales.

La movilidad permite a las personas realizar actividades diversas de la vida cotidiana, y hacerlo de manera libre, segura, asequible y accesible, permite a los ciudadanos desarrollar su potencial en el ejercicio de sus libertades y derechos. El diseño y el promover formas de movilidad también son expresiones de batallas sociales e ideológicas, pues las ciudades al privilegiar ciertas formas de transporte reflejan incentivos para generar o disminuir las desigualdades sociales, y es así como los transportes forman parte de los sistemas de justicia social y económicos de las ciudades. La elección de las formas de transporte y su diseño va más allá de las discusiones técnicas de ingenieros y pone la discusión como un problema social, un problema de participación ciudadana, de accesibilidad universal, de la elección de nuestro futuro y de batallas políticas y de política, donde los habitantes, académicos, ingenieros, políticos y gobiernos están en constante discusión sobre los proyectos y planes para la conformación de la ciudad.

El promover al automóvil, bicicleta, combis, microbuses, scooters, patines, patinetas, teleféricos, trenes ligeros, autobuses, bicitaxis, metros, etc., son muestra de equilibrios sociales de poder que conforman las ciudades mediante políticas públicas y acciones colectivas que buscan satisfacer necesidades sociales que afrontan problemas públicos, como también muestran el acuerdo entre tecnología, capacidad política, capacidad administrativa y visión de ciudad. 

pag 38El metro, como sistema de transporte ya tiene más de 160 años, y fue pensado y creado como sistema para atender la creciente demanda de transporte en un Londres de 1863 que pasaba por transformaciones industriales importantes. La idea de un tren subterráneo, sin embargo, no fue fácil de aceptar por los altos costos y las demoliciones que eran necesarias, aún con las propuestas iniciales de Charles Pearson, tardaron años para que se hiciera realidad.

La puesta en marcha de la primera línea de sistema metro inició con la Metropolitan Railway el 10 de enero de 1863 con trenes de vapor, siendo aún no eléctricos. Sin embargo, el éxito del sistema provocó su expansión y mejora tecnológica con los años, implementando sistemas de metro en diversas ciudades como Nueva York, Chicago, Glasgow, Budapest, París, entre otras, llegando a Latinoamérica por primera vez en Argentina en la Ciudad de Buenos Aires en 1913, con la línea A del “Subte”.

Los sistemas metro han evolucionado con el tiempo, mejorando la tecnología y la eficiencia, además de convertirse en símbolos de las grandes urbes, y son espacios que además de movilizar millones de personas permiten un mayor encuentro social en las ciudades mediante expresiones artísticas y arquitectónicas, siendo en muchos casos reflejo cultural y orgullo para sus ciudades.   

En México se inauguró el Sistema de Transporte Colectivo Metro el 5 de septiembre de 1969, hoy ya con 54 años ha pasado por diferentes etapas. Podemos pensar al metro desde antes de su creación, con planteamientos de ICA y con la negativa del regente de Hierro Ernesto P.  Uruchurtu, quien privilegió un sistema de autobuses mediante acuerdos con la Alianza de Camioneros y siguiendo a una política de ordenamiento, pero de anti-crecimiento urbano de la Ciudad (Perlo,2023). Sin embargo con la salida de Uruchurtu, los proyectos de metro dieron luz verde iniciando la primera etapa  de inauguración y crecimiento de 1969 a 1970, con la inauguración de tres líneas.

Sin embargo, con Luis Echeverría el crecimiento del metro se vería frenado, y la apuesta de este gobernante estaría más en sistemas de autobuses y del trolebús. Terminando el periodo de Echeverría, el metro no dejaría de crecer hasta 1994, año de la inauguración de la línea 8 del metro. Es interesante ver como dentro del modelo de sistema de partido hegemónico, donde la capital mexicana no tenía autonomía en la elección de gobernantes el metro tuvo un importante crecimiento, mientras que con la llegada a la democracia electoral partidista, la división partidaria y los partidos de ese entonces de oposición el metro detendría su crecimiento e incluso los proyectos llevados a cabo como la línea 12 tendría múltiples fallas.

El metro detuvo su crecimiento en el año 2000, en el que se terminaría el segundo tramo  de la línea B de Villa de Aragón a Ciudad Azteca.  Pues en la administración de Andrés Manuel López Obrador al frente de la capital del país, se priorizarían obras de movilidad como el Segundo Piso del Periférico y el naciente Metrobús. Es prudente preguntarse las razones del no crecimiento de metro durante el mandato de Andrés Manuel, por un lado tenemos una clara división en nuestra naciente democracia entre el Partido Acción Nacional en el gobierno Federal y el Partido de la Revolución Democrática en la capital, una competencia política con muchos roces, y por otro, Andrés Manuel tendría prioridad por obras centradas al automóvil, y aunque llegará el Metrobús como alternativa más económica y como un sistema alterno al metro, este no cubre las capacidades de movilidad necesarias comparado con el sistema del metro.

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Por otro lado, el gobierno de Marcelo Ebrard desde sus inicios plantearía como sus prioridades la movilidad por transporte público y la bicicleta, es aquí donde se reforzarán las ciclovías urbanas, el paseo ciclista, el Metrobús y la línea 12 del metro, la cual mediante la llamada consulta verde, se elegiría la ruta a Tláhuac- Mixcoac.

La línea 12 sin embargo tendría una serie de decisiones erróneas en su implementación y construcción, la elección de rodadura férrea, diferentes tipos de construcciones y la premura por inaugurar llevaron a que la única línea de metro construida en su totalidad por gobiernos después de la transición democrática tuviera cierres constantes y en Mayo del 2021 la tragedia por colapso.

Los gobiernos de Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum no extendieron el crecimiento del metro, si bien comenzaron la extensión de la línea 12 de Mixcoac a Observatorio -obra que sigue en proceso- esta no parece ser prioridad para el actual gobierno. Aunque por otro lado, el gobierno de Sheinbaum decidió renovar la línea 1, que cumplía más de 50 años para un mantenimiento mayor, y la línea 9 tendrá un cierre en su parte elevada a finales del 2023.

Las obras en materia de movilidad de Sheinbaum estuvieron centradas a espacios de menores ingresos y de difícil acceso con el cablebús, el rescate de los sistemas eléctricos como el trolebús e inclusive construyendo carriles exclusivos elevados para la línea 10, sin embargo, también existieron lamentables accidentes y tragedias en diversas líneas del metro con múltiples heridos y fallecidos. 

El metro en la ciudad siempre será un tema de agenda, y los próximos gobiernos tendrán el reto de modernizarlo y llegar a un acuerdo para su crecimiento. Por el momento, el 20 de diciembre del 2022 la exjefa de gobierno prometió que para antes de finalizar 2023 se tendría un plan maestro de la movilidad integrada, la cual incluye al metro, además de que la Gobernadora del Estado de México Delfina Gómez prometió una extensión de la línea 5, la cual llegaría a dicha entidad.

El metro debe y puede mejorar, y con nuevas tecnologías, transparencia y vigilancia estará en el futuro de nuestra ciudad.