La electromovilidad y su lejano camino hacia las energías limpias - Pasajero7

La electromovilidad y su lejano camino hacia las energías limpias

ENERGIAS RENOVABLES

En los últimos años, la electromovilidad ha sido promovida como la solución futura para el transporte. El mercado ya ofrece una variedad de autos eléctricos y, aunque en menor medida, también se impulsa la transición en camiones y autobuses. La Ley General de Movilidad y Seguridad Vial se ha modificado recientemente para fomentar el uso de energías amigables con el medio ambiente. Sin embargo, es crucial cuestionar: ¿qué tan limpias son realmente las energías limpias en México?

En nuestro país no existe ningún sistema de transporte eléctrico que esté alimentado por un sistema de energía totalmente limpia. Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), México genera 340,712.6 GWh de energía de diversas fuentes. La matriz energética está dominada por combustibles fósiles, que representan aproximadamente el 64.4% de la generación total, incluyendo gas natural, carbón y petróleo. Las energías renovables, que deberían liderar esta transición, constituyen solo el 30% de la generación total, con la energía hidroeléctrica a la cabeza (11.4%), seguida de la eólica (6%) y la solar (6%).

Esta realidad presenta una contradicción. Mientras se fomenta la migración hacia la electromovilidad, se pasa por alto que la generación de energía eléctrica en México es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Esto significa que, aunque los vehículos eléctricos puedan reducir las emisiones urbanas, la generación de electricidad para alimentarlos sigue siendo altamente contaminante.

A pesar de que México tiene un gran potencial para incrementar la generación de energías limpias, aprovechando su ubicación geográfica favorable para producir energía solar y eólica, entre otras, la falta de políticas públicas comprometidas verdaderamente con las energías renovables desincentiva la inversión privada en este sector, frenando su crecimiento, lo cual sitúa a nuestro país lejos de cumplir con las metas medioambientales de 2024 y 2030.

Las energías limpias, tal como están implementadas en México, no son la panacea que se promueve. Sin un cambio significativo en las políticas energéticas y un verdadero compromiso con las fuentes renovables, la promesa de una movilidad limpia seguirá siendo un tema pendiente.