El peso de una “nueva” tarifa en el transporte público de la CDMX - Pasajero7

El peso de una “nueva” tarifa en el transporte público de la CDMX

TRANSPORTE

El transporte público en México es un ente que está definido por múltiples componentes, muchos de ellos con un amplio margen de condiciones que hacen que cada uno requiera un profundo estudio y justamente uno de los más relevantes se vincula con el financiamiento, uno que para el caso de la CDMX nace de dos fuentes principales; subsidio público y tarifa. Es esta segunda la que mayor cuestionamiento tiene, dado que su injerencia a los usuarios se da de manera más “directa”. Y es que cuando hablamos sobre mejorar el transporte muchas veces dejamos de lado la visión de los costos operacionales, del mantenimiento y de la inversión que se requiere para poder establecer un sistema que ofrezca las mejores condiciones de movilidad; de allí que sea sumamente relevante contemplar el panorama y los elementos que conllevan a definir un costo al transporte y el peso que esto tiene, pero del mismo modo se debe contemplar lo que estos sistemas ofrecen, los avances que han tenido y el mejoramiento que van a tener.

A principios de año el tema de un aumento a la tarifa en el transporte público abarcó varias portadas. Fue una discusión que por el momento quedó zanjada por parte del Jefe de Gobierno de la CDMX, haciendo mención de que este año se respetaran los valores del 2023, sin embargo, es un elemento muy relevante a considerar.

Establecer los enfoques que se relacionan con este apartado son diversos, de allí que se buscó definir varios ejes para deslumbrar el panorama en el que nos encontramos al momento de hablar sobre una modificación en los precios de usar un sistema de transporte público en la CDMX. Un panorama que como se podrá ver no favorece una decisión de este peso.

Gasto comparativo

A principios de 2023 el sitio Bloomberg en Línea realizó en una indagación enfocada a conocer los sistemas de transporte público más costosos de Latinoamérica, donde se encontró que la ciudad de Montevideo es la que presenta un mayor costo (1.13 dólares) y en el lado opuesto fue la ciudad de Buenos Aires la que presenta el de menor (0.09 dólares), sin embargo, el valor que para este año se tiene estimado aumentará a más de 0.5 dólares, elevándose a un lugar medio en la región. Este análisis fue enfocado a comparar sistemas similares, en el caso de la CDMX se tomó el Metro, cuyo precio es de aproximadamente 0.29 dólares, cifra que lo coloca como uno de los sistemas más económicos.

Fuera de la región, la ciudad de Londres se posiciona como una de las urbes mejor calificadas en temas de transporte público y en donde el costo promedio del Metro ronda los $7.17 dólares. Valor que es 27 veces superior al que se tiene en la Ciudad de México.

Calidad del servicio

Justamente a principios de este año el Centro de Globalización y Estrategia del IESE presentó la IESE Cities in Motion Strategies una investigación donde en un amplio proceso de trabajo se definió un ranking a nivel global que evalúa el nivel de desarrollo de 183 ciudades de 92 países en 114 indicadores clave para su progreso, y que dentro de los mismos se realiza un enfoque que destaca varios temas relevantes incluidos el de la movilidad y el transporte.

Dentro de este análisis a nivel Latinoamérica se presentó un listado que posicionó a la ciudad de Santiago de Chile como la que cuenta con la mejor movilidad y los mejores sistemas de transporte, seguido por la ciudad de Buenas Aires, Montevideo, Ciudad de México y Panamá, sin embargo, a nivel global la posición de estas ciudades dista mucho de las que están en los primeros lugares, ya que la CDMX se colocó en lugar 120 en el 2023, valor que ha avanzado solo 4 lugares en relación al 2021, pero que sigue colocando a la capital por debajo del promedio mundial que se estima en el estudio.

Un mayor precio en el transporte no precisa que sea mejor, tenemos el caso de las tarifas del EDOMEX o de otros estados de la república, sin embargo, tampoco se puede discernir que al contar con un respaldo financiero más amplio y viéndolo de manera general las mejoras podrían ser más grandes. No obstante, los tiempos de traslado, el confort, la seguridad, la cobertura, entre otros elementos juegan una barrera difícil de superar y esto tendrá un gran peso al momento de hablar sobre este tema.

Visión del usuario (percepción)

En el 2021 las empresas CAF y BID presentaron los resultados de un trabajo que realizaron de manera conjunta con el Observatorio de Movilidad Urbana (OMU) donde mostraron un análisis sobre la percepción vinculada con 4 indicadores: Confort, Confiabilidad, Seguridad personal y Seguridad de género para definir qué sistemas de transporte de la CDMX presentaban las mejores condiciones.

Dentro de los resultados destacó que el Metrobús presentó los valores más altos en cada uno de los indicadores, seguido del sistema Metro, y posterior a este la RTP y al final de todo se posicionaron tanto los microbuses como las “combis”.

Justamente tres años antes, el científico de datos Óscar Ruiz señaló en un estudio sobre movilidad que involucra 20 ciudades mexicanas, incluida la CDMX, que en promedio 18% de las personas que dejaron de utilizar transporte público lo hicieron por temas de inseguridad.

Costo particular

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentado en el 2019, se estimó que los mexicanos gastan en promedio mensual el 19% de sus ingresos en transporte público, gasto que ubica a México entre los países que más pagan en este sector entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Acompañado a este panorama, el reporte de La Estadística Mensual sobre el Transporte Urbano de Pasajeros (ETUP) presentado por INEGI en el 2022 señaló que los viajes en CDMX tienen un promedio de tiempo de aproximadamente de 57 minutos, valor que aumenta a 71 minutos si se considera toda la Zona Metropolitana del Valle de México, esto de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Se debe tener en cuenta que los gastos que muchas veces se hacen en los sistemas de transporte público no solo se relacionan a nivel monetario, sino también con tiempo, y con otros temas como lo puede ser el de la salud, por lo que se hace relevante conocer las externalidades que los usuarios viven de manera continua.

Financiamiento

Retomando la mención inicial, de acuerdo a datos recabados por el Gobierno de la Ciudad de México el financiamiento del servicio de transporte público en la ciudad opera bajo los siguientes esquemas.

El primero integra servicios gestionados directamente por el Gobierno de la Ciudad de México, como el Metro, Metrobús, el STE y la RTP. Estos se financian a través de aportaciones del gobierno, los ingresos obtenidos por las tarifas de servicio y otros recursos; incluyendo publicidad y la venta de tarjetas.

El segundo esquema se aplica a los servicios concesionados, que incluyen principalmente vagonetas, microbuses y autobuses, tanto de ruta como de corredores, cuya principal fuente de financiamiento proviene de la recaudación de las tarifas del servicio.

Dentro del contexto, se puede ver que los modelos existentes tienen un peso inherente en la forma y operación que se da en servicios de transporte que no reciben un subsidio, dado que su fuente primordial de ingresos recae en la cantidad de pasajeros que lo usan; lo que genera un estado que prioriza la cantidad en vez de otros elementos que pueden originar mejores condiciones de traslado.

Legislación

Dentro de la Ley de Movilidad de la CDMX en su Capítulo XIII, referente al “de las tarifas del transporte público de pasajeros” se contemplan en los artículos 164, 165 y 166 las siguientes disposiciones.

Artículo 164, párrafo primero.

  • Las tarifas de transporte público de pasajeros en todas sus modalidades, serán determinadas “por” la persona titular de la Jefatura de Gobierno a propuesta de la Secretaría de Movilidad de la CDMX.

Artículo 165, párrafo primero.

  • Para la propuesta de… modificación de tarifas para el servicio de transporte público…, así como para el… transporte concesionado, la SEMOVI deberá considerar diversos factores económicos y en general todos los costos directos o indirectos que incidan en la prestación de servicio y en su caso, la opinión del organismo de transporte que preste el citado servicio.

Artículo 166, párrafo primero y párrafo segundo.

  • Las tarifas deberán revisarse durante el tercer trimestre de cada año.

En el cuarto trimestre la persona titular de la Jefatura de Gobierno emitirá resolución sobre la determinación del incremento o no de las tarifas, tomando como base lo establecido en los artículos 164 y 165 de esta Ley de Movilidad de la CDMX.

Las disposiciones que se presentan en el artículo 166 de la Ley, igualmente se marcan en el Reglamento de la misma Ley en sus artículos 197 y 198.

En este último punto, resalta la periodicidad con la que se realiza una revisión al tema tarifario en la ciudad, del mismo modo los tiempos en los que se cuenta para poder efectuar algún cambio al mismo.

Lo anterior muestra solo una parte de lo que involucra un cambio en los costos en el transporte público, uno que para una zona urbana de más de 8 millones personas supone un reto a considerar, uno totalmente válido y completamente a discusión y análisis, ya que al final poder movilizar a tanta población no es barato, tampoco sencillo, pero del mismo modo debe hacerse de la mejor manera. Me es imposible poder deslumbrar un escenario eficiente si no se consideran múltiples elementos operacionales, económicos, sociales, ambientales e incluso políticos, porque al final se debe tener presente:

  • ¿Qué tipos de sistemas tenemos?
  • ¿El aumento será lineal?
  • ¿Cómo nos vemos en relación a otras ciudades con sintonías parecidas?
  • ¿De qué forma influyen los modelos de financiamiento?
  • ¿Cuáles serán los resultados si en un corto o medio plazo existe un aumento a los precios para usar el transporte?
  • ¿De qué manera la ley establece estos cambios?
  • ¿Cuál es la responsabilidad que tengo como usuario?
  • ¿Qué beneficios me trae el que el día de mañana para ir a trabajar tenga que desembolsar más de mis ingresos?
  • ¿De qué forma se lograrán los cambios que todos deseamos en temas de seguridad, calidad del servicio, disponibilidad, reducción en tiempos de viaje?

Son al final preguntas válidas, preguntas que debemos de hacernos, porque, así como los precios para adquirir elementos básicos han aumentado, no es inviable decir que en poco tiempo tomar un autobús será más caro, pero es aquí cuando debemos poner en la mesa objetivos y metas sumamente claras, unas que el día de mañana nos hagan decirnos que se tomó la mejor decisión. Por lo que confiaré en que cuando llegue un cambio en las tarifas existentes esto sea tomado con toda la seriedad, y el estudio posible basado en la clara idea de tener una mejor ciudad y a la vez en mejores viajes para todos, porque sino es así de qué manera se le podrá decir a la población que esto busca lo mejor para todos.