En un país como México, donde el transporte público es esencial para millones de personas, la calidad del servicio debe estar en el centro de las políticas de movilidad urbana. Priorizar la atención al usuario y adoptar tecnologías innovadoras no solo mejora la experiencia diaria de los pasajeros, sino que también contribuye al desarrollo sostenible y a la eficiencia del sistema de transporte.
La atención al usuario en el transporte público va más allá de ofrecer un servicio puntual y seguro. Se trata de crear un entorno en el que los usuarios se sientan valorados y atendidos. Este enfoque implica capacitar a los operadores no solo en habilidades técnicas, sino también en aspectos como la comunicación efectiva, el manejo del estrés y la empatía.
Un ejemplo claro de este esfuerzo se encuentra en todas las ciudades que han implementado de manera recurrente cursos de capacitación específicos para los operadores de transporte donde se abordan temas cruciales como la atención al usuario, el manejo defensivo y la comprensión de los reglamento del transporte públicos en cada entidad. Estos programas buscan profesionalizar a los operadores, mejorando así la calidad del servicio y, por ende, la experiencia del usuario.
La atención al usuario y la adopción de tecnologías en el transporte público no son solo tendencias, sino necesidades imperantes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Adopción de tecnologías
La digitalización y la adopción de nuevas tecnologías están revolucionando el transporte público en todo el mundo, y México no es la excepción. La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), en colaboración con la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), ha lanzado el proyecto ‘Transición hacia un sistema integrado e inteligente de transporte público en México’ (TranSIT). Este proyecto busca implementar servicios de transporte público de calidad, inteligentes, inclusivos y sostenibles, con el objetivo de competir eficazmente con el uso del automóvil privado.
Entre las tecnologías que están transformando el sector se encuentra la telemetría, una herramienta que permite a las empresas de transporte público monitorizar y controlar en tiempo real todos sus activos y flotas. Este tipo de tecnología no solo optimiza la eficiencia operativa, sino que también mejora la seguridad al prevenir robos y detectar fallas mecánicas antes de que se conviertan en problemas graves.
Algunas ciudades mexicanas ya están viendo los beneficios de priorizar la atención al usuario y adoptar tecnologías avanzadas. En Ciudad de México, por ejemplo, se han comenzado a implementar sistemas de pago digital y aplicaciones móviles que informan en tiempo real sobre la llegada de autobuses y otros servicios. Esto no solo agiliza el proceso de pago, sino que también permite a los usuarios planificar mejor sus desplazamientos, reduciendo el tiempo de espera y mejorando la percepción del servicio.
En otras ciudades, como Monterrey y Guadalajara, se están realizando esfuerzos para integrar sistemas de transporte público mediante tecnologías que permiten un mayor control y gestión de las flotas. Estas iniciativas buscan crear un ecosistema de transporte público más eficiente y sostenible, que no solo atienda las necesidades actuales de movilidad, sino que también esté preparado para los desafíos del futuro.
La capacitación constante de los operadores y la implementación de tecnologías innovadoras serán los pilares sobre los cuales se construya un mejor servicio para el usuario.