La reciente creación de un fideicomiso público irrevocable para la modernización del transporte público de pasajeros en Veracruz fue calificada como un “respiro” por parte del sector transportista de Xalapa, tras años de abandono institucional y crisis económica.
Oscar Luis Ceballos Ramírez, presidente de la Cooperativa de Camioneros del Servicio Urbano de Xalapa, reconoció la propuesta impulsada por el gobierno estatal como un paso importante para atender una problemática que se ha agravado en los últimos años por el incremento de los costos operativos y la falta de apoyo por parte de administraciones anteriores.
“Las autoridades anteriores ignoraron nuestras demandas. Esta es la primera vez en mucho tiempo que vemos una señal clara de interés por parte del gobierno para rescatar el transporte público”, sostuvo Ceballos Ramírez.
El dirigente transportista señaló que el alza constante en los precios de los insumos, especialmente los relacionados con el mantenimiento de unidades y la compra de refacciones —muchos de ellos cotizados en dólares—, ha impactado severamente la operación del servicio. A ello se suma la lenta recuperación tras la pandemia de COVID-19, que debilitó aún más a un sector que ya venía arrastrando deficiencias estructurales.
Según Ceballos Ramírez, la gobernadora Rocío Nahle García ha mostrado apertura para escuchar al gremio, planteando una propuesta que, de implementarse con transparencia y enfoque en la mejora del servicio, podría marcar un cambio significativo.
“La gobernadora entiende la situación que vivimos y está tomando en cuenta tanto la seguridad de los usuarios como el impacto ambiental”, afirmó.
Además de beneficiar a los concesionarios, el líder camionero consideró que una flota modernizada y eficiente también generará mayor confianza entre los usuarios, quienes durante años han tenido que lidiar con unidades deterioradas, inseguras o contaminantes.
“Los usuarios serán los principales favorecidos. Si logramos renovar el parque vehicular, el servicio será más digno y seguro”, subrayó.
Falta ver si se concreta el compromiso
A pesar del anuncio, persisten dudas dentro del sector sobre cómo se aplicarán los recursos del fideicomiso, qué criterios se utilizarán para acceder a los beneficios y si se garantizará una ejecución transparente. Por ahora, los transportistas reciben la noticia con esperanza, aunque también con cautela, conscientes de que en el pasado otros proyectos similares quedaron en el papel.
La falta de inversión y planeación en el sistema de transporte urbano ha sido uno de los principales reclamos de usuarios y operadores en Xalapa, donde diariamente miles de personas dependen de un servicio que, según reconocen sus propios responsables, opera con unidades obsoletas y sin garantías mínimas de calidad.
Con este fideicomiso, el gobierno estatal tiene la oportunidad de atender una deuda histórica con la movilidad urbana. Sin embargo, su éxito dependerá de la voluntad política y la participación efectiva de transportistas, autoridades y sociedad civil.