Transporte foráneo, más que un transporte de larga distancia - Pasajero7

Transporte foráneo, más que un transporte de larga distancia

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Escrito por: Victor López Velasco / Lopez.Velasco@outlook.es

El transporte foráneo, a lo largo del tiempo, ha brindado un servicio que conecta distintos centros urbanos alejados entre sí. Mayormente, los viajes duran horas y cubren grandes distancias, por lo que, conociendo la naturaleza del servicio, se puede intuir que su relevancia en las grandes ciudades no es amplia. Sin embargo, es un sistema de transporte que tiene grandes posibilidades, no solo en la parte foránea, sino también en la local.

Dentro de la CDMX se cuenta con cuatro grandes terminales de autobuses: Terminal de Autobuses de Pasajeros del Oriente (TAPO), Central del Norte, Terminal Poniente (Observatorio) y Central de Autobuses del Sur (Taxqueña). No obstante, no son las únicas que existen, ya que, a lo largo de la ciudad y del país, se encuentran diversas terminales, tanto fijas como de paso, generando entre todas un macrosistema que muchas veces no se percibe.

El sistema no es uno que deba estar limitado en sus funciones o características ni a coexistir con los demás modos de transporte. Al contrario, debe ser un eje para mejorar la movilidad, no solo en las grandes urbes, sino también en los lugares a donde llega.

Uno de los principales impulsores del desarrollo urbano es el transporte. Esto va desde una carretera nueva, una ruta recién creada o un modo recién habilitado; cada uno se vuelve prontamente un generador y un atractor de viajes. Lo mismo ocurre con este tipo de sistemas: cada lugar a donde llega tiende a cambiar, ya que se generan nuevos servicios y nuevas necesidades. Por ello, es innegable que el margen de visión que tiene este tipo de servicio va más allá de solo transportar personas.

Del mismo modo, en las grandes ciudades las terminales representan grandes puntos de afluencia, no solo de viajeros, sino también de trabajadores y de otros modos de transporte que complementan los traslados. De ahí que se comience a ver este tipo de infraestructuras como centros multimodales que requieren de mejores conexiones, servicios establecidos y una colaboración que permita que este servicio se mantenga como una de las formas en las que más gente realiza un traslado.

El transporte foráneo no solo conecta ciudades, sino que también influye en el desarrollo urbano y la movilidad local, ya que las terminales de autobuses generan actividad económica, empleo y permiten integración con otros modos de transporte.

Datos proporcionados por la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (CANAPAT) muestran que, en 2022, las empresas de transporte de pasajeros afiliadas operaban en alrededor de 930 centrales, estaciones y terminales de autobuses en todo el país, transportando a más de 3,749 millones de pasajeros al año.

Esta cifra alcanzó su récord en 2018, cuando el total llegó a 3,773 millones de pasajeros. Estos datos ponen en perspectiva la afluencia que este modo de transporte tiene.

Como se puede ver, los viajes en este tipo de servicio tienen una gran afluencia, no solo en la CDMX, sino en todo el país. De ahí que la visión acerca de su impacto en el sector deba ser más amplia y su desarrollo también. Por ello, la visión que debe buscarse es una que abarque tres grandes áreas:

1. Operación y parque vehicular

Un buen sistema de transporte no solo se basa en un diseño óptimo, también requiere de una operación interna adecuada. De ahí que se busque generar documentos, guías y procedimientos que permitan que esto se lleve a cabo mediante parámetros definidos. Además, con las nuevas tendencias tecnológicas, el parque vehicular que integra la oferta podrá fortalecer el sector y, del mismo modo, contribuir a cuidar el medio ambiente, entre otras mejoras.

2. Infraestructura y movilidad

Dentro de las grandes ciudades, la mayor parte de la infraestructura que contempla este tipo de servicio se divide en dos ramas:

  • Infraestructura privada: incluye oficinas, talleres y patios de encierro propios.
  • Infraestructura de dominio público: donde se encuentran las terminales y centros de paso, donde la circulación es libre y existe una interacción con el entorno.

Es justamente esta última parte en la que se enfoca este punto.

A lo largo de los últimos años, se ha buscado que la movilidad, no solo en las ciudades sino en diversas partes del país, contemple una visión más amplia y sostenible. Esto implica que el transporte público sea dominante, que exista una amplia cantidad de sistemas, una buena interacción entre ellos y que los patrones de movilidad centrados en los automóviles privados disminuyan.

En esta visión, estos sistemas también deben estar involucrados. Deben ser un eje de cambios en las terminales, donde ya no se vean como espacios donde solo llegan y salen autobuses, sino que se transformen en espacios multimodales, acoplándose a la visión que se busca alcanzar.

3. Desarrollo orientado al transporte

El Desarrollo Orientado al Transporte (DOT) es un modelo que promueve la consolidación urbana de mediana y alta densidad en torno a medios de transporte público.

Dentro de esta definición, la connotación no suele involucrar al transporte de largo recorrido como una posible aplicación del modelo, ya que el enfoque es más urbano. Sin embargo, este tipo de transporte sí encaja en dicha visión. Como se ha mencionado, su injerencia en los centros poblacionales a los que llega es amplia. De ahí la importancia de que se busque establecerlo como un eje para definir un desarrollo que sea armónico con el entorno, planificado y, sobre todo, que permita que el transporte público sea una parte primaria.

Los ejes anteriores muestran la parte general de una visión que puede alcanzarse. El primer servicio de este tipo apareció en 1939, lo que da como resultado que lleva 86 años de operación. Esto representa el largo camino recorrido y la extensa historia que tiene, demostrando, además, su importancia para la realización de viajes. Muchas veces, estos servicios son los únicos que llegan a donde necesitamos ir. Por todo esto, su relevancia debe ser más amplia.

Si en algún punto deseamos tener ciudades o poblados con altos estándares de movilidad, será necesario que todos los integrantes del sistema tengan la relevancia y las obligaciones que les correspondan. Y el transporte foráneo de pasajeros es uno de ellos.

Es necesario ampliar la visión del transporte foráneo dentro del ecosistema de movilidad, abordando mejoras en operación, infraestructura y su papel en el Desarrollo Orientado al Transporte (DOT), para que sea un eje clave en la movilidad sostenible y en la planificación urbana.