“Las ciudades tienen la capacidad de proveer algo para todos, desinteresadamente, siempre y cuando, sean creados por todos”.
Jane Jacobs.
Los resultados de las elecciones intermedias, las más grandes de la historia porque convocaron a millones de ciudadanos para elegir más de 20 mil 415 cargos en disputa a lo largo y ancho de nuestro país, tuvo una participación ciudadana del 52.6 %, cifra no registrada en una elección intermedia desde el año 1997.
Además se demostró, el grado de pluralidad de una ciudadanía informada y crítica en la mayoría de las ciudades, porque principalmente la alternancia sucedió en ciudades capitales o en aquellas que son polos de desarrollo económico y/o turístico en el país. Las elecciones arrojaron un nuevo mapa político con alternancia en al menos 35 capitales y alcaldías representativas de la República Mexicana.
Esta nueva configuración abre la posibilidad a los próximos gobiernos electos para que incorporen en sus programas y agendas legislativas el compromiso con la mejora de la movilidad, que permitan cambiar el paradigma de la manera en la que nos desplazamos diariamente.
Para lograrlo se requiere establecer redes y procesos en las ciudades mexicanas rumbo a una movilidad sustentable y resiliente a través del transporte público, mediante políticas públicas con la capacidad de garantizar la interacción entre sociedad civil y gobierno.
Sin sistemas de transporte público y movilidad segura, las ciudades mexicanas no podrán alcanzar su máximo potencial, ya que son el punto de encuentro, de intercambio y de prosperidad económica y social. Para enfrentar los retos y asegurar el acceso equitativo para todos sus habitantes, se requiere de un trabajo conjunto y unificado con los estados para avanzar hacia un modelo de movilidad sustentable con el compromiso y la interacción con el gobierno federal, la iniciativa privada y la sociedad civil.
Las políticas públicas urbanas de desarrollo y movilidad para las ciudad, tienen incidencia directa en quienes las habitan y transitan en ellas. Los gobiernos locales son el primer acercamiento con la ciudadanía, por este motivo es que una política debe enfocarse en los medios para alcanzarla como es la competencia gubernamental y la coordinación interinstitucional.
La nueva realidad política en nuestro país, hace preciso recuperar la estrategia nacional de movilidad urbana, que reconozca la urgencia de consolidar una política integral a través de fortalecer los marcos normativos, que fortalezca las capacidades técnicas locales, promueva las políticas y proyectos sustentables, que permitan transitar hacia una cultura de la movilidad urbana sustentable.
Es tiempo de que el Gobierno Federal, los gobiernos de los estados, los congresos y las coaliciones se comprometan a generar las condiciones para cumplir con el mandato de los ciudadanos, a retomar la agenda urbana con el fin de consolidar una política integral, fortalecer los marcos normativos, las capacidades técnicas locales, así como promover políticas y proyectos sustentables. Incluso hoy que se tendrá mayor participación de mujeres en la toma de decisiones, pero también porque esta configuración ayuda a la coordinación, ya que habrá estados donde el gobernador, el alcalde de la capital y el congreso local son de un mismo partido político.
Los problemas de movilidad urbana demandan la participación de los tres órdenes de gobierno y de organizaciones públicas y privadas que compartan el interés, el compromiso y la responsabilidad en la búsqueda de soluciones.
Debemos trabajar en elevar la calidad de vida y productividad del entorno urbano, impulsar políticas de beneficios como disminuir la contaminación atmosférica y la congestión vehicular, privilegiar el uso de transporte público, centrar la discusión y el debate público en las políticas específicas de cada entidad.
Debemos enfocarnos en grandes esfuerzos en la seguridad vial, desarrollo de corredores de transporte público y mejorar la infraestructura ciclista para la creación de ciudades seguras por diseño; reorientar la manera de planificar, financiar, desarrollar, dirigir y gestionar las ciudades y los asentamientos humanos, reconocer al desarrollo urbano y territorial sostenible como un elemento indispensable para alcanzar el desarrollo y la vida sustentable en las ciudades.
Es tiempo de priorizar el transporte público y los modos de transporte no motorizados, ya que debemos empezar a planear un futuro mucho más sustentable. Y definitivamente este futuro no llegará en vehículos motorizados. La tarea de los gobiernos locales al hacer ciudad no solo se refiere a los procesos de planeación o de las acciones de implementación.
Es importante trabajar en conjunto con la sociedad civil, con objetivos bien determinados y un trabajo en conjunto para atender la demanda pública. La movilidad no es un tema que se pueda realizar desde una sola voz , se requiere del trabajo en conjunto de gobierno y sociedad civil.
Hoy, si queremos cambiar el paradigma de la movilidad en México necesitamos tener competencias claras, y éstas deben ser bien comunicadas a los ciudadanos para que no se creen oposiciones sociales innecesarias. Lograr cambios institucionales, es un requisito que a largo plazo facilita la implementación y gestión de proyectos de movilidad.
Hay una gran oportunidad para impulsar la movilidad sustentable en ciudades; para que el gobierno federal, los gobernadores, el Congreso federal y los congresos locales encuentren coincidencias y la coordinación necesaria para que en el contexto más adecuado, formulen políticas públicas que prioricen a peatones, ciclistas y usuarios del transporte público. Que sea por el bien de México y sus habitantes.