Los microbuses seguirán siendo parte de la movilidad de la Ciudad de México - Pasajero7

Los microbuses seguirán siendo parte de la movilidad de la Ciudad de México

MICROBUSES

Aunque la actual administración de la Ciudad de México ha avanzado significativamente en la sustitución de microbuses y la implementación de nuevos corredores de transporte, la meta de erradicar por completo estos vehículos icónicos de las calles sigue siendo un desafío no cumplido.

Desde un inicio de su gestión la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguraba que los 5,800 microbuses que circulaban en la ciudad serían sustituidos mediante el “Programa de Modernización del Transporte Concesionado” de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) en colaboración con los concesionarios; pero a un mes de que termine la administración se quedaron lejos de alcanzar la meta.

El Gobierno de la Ciudad de México se puso como meta sustituir  5,800 microbuses, a la fecha se tiene registro de la sustitución de 3,835, lo que indica que en las calles seguirán circulando alrededor de dos mil microbuses con tecnología obsoleta y que operan fuera del marco regulatorio vigente, es decir, con vehículos de más de 10 años de antigüedad, algunos de los cuales llegan a tener hasta 46 años en servicio.

En materia de transporte en la CDMX hay avances muy importantes, incluso aunque no se cumplió la meta de la sustitución de buses, se dio un gran paso; es importante destacar que en este proceso se dieron cuenta que hay muchas rutas que no son rentables y eso fue un factor que frenó la sustitución”, señaló Victor Alvarado, especialista en temas de movilidad y transporte.

El ingeniero Rodrigo Díaz, experto en políticas de transporte, dijo que “la modernización del transporte público en la Ciudad de México es un proceso complejo y costoso. Aunque se han implementado nuevos corredores y se han sustituido unidades, la falta de recursos y de un plan integral de financiamiento ha limitado el alcance de este proyecto”.

La transición hacia un esquema de operación más profesionalizado, conocido como Ruta-Empresa, que busca reemplazar al modelo Hombre-Camión, requiere de una inversión considerable, manifestó Victor Alvarado, por ejemplo, solo la renovación y adquisición completa de microbuses demanda más de 2,159 millones de pesos, lo cual se financiaría a través de las tarifas cobradas a los usuarios.

 La meta fue sustituir 5,800 microbuses, a la fecha se han sustituido 3,835 lo que indica que en las calles seguirán circulando alrededor de dos mil microbuses. 

El experto explica el cálculo de la inversión de la siguiente manera: El costo de un autobús es de 1’891,000 pesos (SEMOVI 2023d). Es así, como la renovación de flota de los 5,800 microbuses requiere de una inversión de 4,768 millones de pesos, sin embargo, habrá que restar el monto por el bono de chatarrización de 450 mil pesos por vehículo (GCDMX, 2022), en el supuesto que todos los microbuses a chatarrizar cumplan con los requisitos establecidos por la SEMOVI. Además, el cálculo es con relación a una sustitución de 2.3 microbuses por un autobús nuevo, dicho factor es un valor promedio resultante de la sustitución de flota que se ha dado en la CDMX.

Los riesgos de mantener los micros

La doctora Areli Carreón, cofundadora de Bicitekas y especialista en movilidad urbana, ha comentado en entrevistas que la permanencia de los microbuses pone en riesgo los objetivos ambientales y de seguridad planteados por la administración.

“El hecho de que aún circulen tantos microbuses representa un obstáculo para reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire. Además, estos vehículos suelen estar en condiciones precarias, lo que incrementa los riesgos para los usuarios”, advierte Carreón.

Poco rentable para los transportistas

Uno de los mayores retos que enfrenta la Ciudad de México para eliminar los microbuses es la resistencia de algunos concesionarios, quienes alegan que la sustitución de sus unidades no es financieramente viable sin un mayor apoyo gubernamental. Además, la transición hacia un sistema de transporte más moderno ha sido más lenta de lo esperado debido a la falta de infraestructura adecuada y a la necesidad de seguir capacitaciones especializadas para los operadores.

Guillermo Hernandez Mendoza, transportista desde hace más de 40 años, y actual coordinador del área de Comunicación de la organización Movilidad de Vanguardia (MOVA), comentó que “esta administración si avanzó, aunque no se cumplió la meta, se avanzó gracias a la implementación de los bonos de chatarrización y al incremento del monto de los mismos, pero siguió siendo insuficiente para el gremio”.

MOVA es una agrupación transportista que opera bajo el modelo empresarial varios de los corredores de transporte que entraron como parte del proceso de sustitución y modernización del parque vehicular en la capital del país, y pese a ser impulsores de este modelo, reconocen que no ha sido fácil ya que muchas rutas no son económicamente sostenibles.

Nosotros trabajamos bajo este modelo, hemos convencido a muchos concesionarios de integrarse a estas empresas zonales, pero nos hemos encontrado con rutas muy buenas, y muchas muy malas. Los transportistas sabemos que la demanda manda, y en este proceso de transformación muchas rutas no han aguantado, hay otras que ahí van llevando el servicio de la mejor manera con una administración lo más eficiente posible, y otras que por su naturaleza son buenas y van caminando muy bien, pero el hecho de que muchas no son fuertes financieramente ha hecho dudar a bastantes concesionarios”.

Perspectivas futuras

No obstante que la implementación de nuevos corredores y la sustitución parcial de microbuses representan un avance importante, la realidad es que la meta de eliminar estos vehículos por completo parece inalcanzable en el corto plazo.

El ingeniero Díaz menciona que “es necesario reestructurar el plan de movilidad, enfocándose no solo en la sustitución de unidades, sino también en la creación de incentivos económicos y en el fortalecimiento de la infraestructura para un transporte verdaderamente sostenible”.

A menos que se implementen estrategias más efectivas y se ofrezca un mayor apoyo a los concesionarios, los microbuses continuarán siendo una realidad en las calles de la capital, limitando el impacto positivo de los nuevos corredores de transporte.