Libros en movimiento - Pasajero7

Libros en movimiento

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Hace algunas semanas se llevó a cabo, en la Ciudad de Guadalajara, el Encuentro Mejores Prácticas, organizado por Sistemas Integrados de Movilidad Urbana Sustentable (SIMUS), en la que se escucharon voces expertas que ofrecieron un panorama de la movilidad en América Latina; a la par se realizó la trigésima tercera edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

En esta ocasión me voy a permitir dejar a un lado las reflexiones del Encuentro, que ya encontrarán ustedes dentro de las páginas de Pasajero7, para hablarles de la importancia de la FIL, pero, en particular, dejar una reflexión sobre transporte público y los libros como un lugar de encuentro.

La Feria del Libro como bien la definió el director del Comité Organizador es un espacio donde confluyen los más diversos contenidos, los principales actores del acontecer cultural,   donde resuenan las nuevas creaciones, las innovaciones científicas y tecnológicas, el talento, el razonamiento, en suma, el progreso intelectual.

Además, la FIL es un espacio para el debate, las coincidencias y discrepancias en el marco de un diálogo respetuoso y tolerante, donde se reflexiona sobre las realidades del país y el mundo y en donde se propicia y analiza de forma crítica y constructiva el acontecer social y las políticas de Estado.

En este espacio quisiera poner  énfasis en algunas iniciativas que podemos replicar e implementar desde el transporte público para promover la lectura y hacer un hábito, iniciativas más eficaces que sólo criticar a quienes no leen. Se requiere más que la promoción; es decir, una concepción de la lectura como un factor estratégico de construcción de ciudadanía, debemos ensanchar pues, los beneficios de la lectura.

En el sitio Actualidad Literatura http://bit.ly/2qcn7hX , podrán encontrar siete cuentos para leer en lo que dura un trayecto en transporte público, opciones para descubrir en una mañana de camino al trabajo o a la escuela. Relatos que confirman el potencial de un género imprescindible en los tiempos de lo breve, lo dinámico y esa tendencia a empezar (y finalizar) lecturas en una sola sentada. Lecturas breves para seguir fomentando la difusión del cuento como género a reivindicar en estos tiempos acelerados.

Juan Villoro, el gran escritor mexicano ganador del Premio Rey de España y recientemente Premio Liber 2019, por ser el autor hispanoamericano más destacado, ha señalado que se debe  compartir la lectura no como una imposición, sino como un acto que vincule a quien recomienda un libro con el otro. “La mayoría de los lectores suelen recordar no solamente su primer libro, sino a la persona que se lo leyó”.

Otras iniciativas han sido el fomentar la lectura en Metros y Metrobuses, cómo  recompensar a los usuarios de transporte público que ya leen, “Transporte Gratuito a los Lectores”, a través de premiar al lector con un viaje gratis; “Viajes Literarios o El viaje como espacio de contemplación”, con extractos literarios expuestos en el Transporte Público, que permiten ser leídos en dos paradas.

La iniciativa de la Asociación de Editores de Madrid llamada “Libros a la Calle” pretende desde hace ya muchos años, acercar los libros a uno de los entornos cotidianos de los ciudadanos, como es el transporte público, en colaboración con el Consorcio de Transportes, Metro, EMT y Renfe Cercanías, de tal forma que, durante los trayectos, los viajeros se sientan atraídos por esos pequeños fragmentos literarios y éstos, a su vez, les acerquen hasta los libros de los que proceden.

En México se requiere de una gran economía creativa y un  Plan de Fomento de la Lectura, donde las entidades públicas y privadas responsables del transporte nos unamos en torno  de la promoción de la lectura como factor estratégico de construcción de ciudadanía e impulso económico. Con más y mejores mecanismos para la participación de la sociedad civil.

Leer en el transporte público como medio para promocionar la lectura debe responder al hecho de que la lectura lo es todo, es la base de la cultura y el libro es un claro ejemplo de consumo cultural económico respecto al resto. Este concepto de libro en movimiento puede ayudar a fomentar una de las actividades más importantes para el desarrollo educativo e intelectual de nuestro país.

Acercar la cultura a millones de pasajeros, que todos los días utilizan el transporte público, puede generar y crear inquietudes, pero además puede abrir la curiosidad lectora en un viaje hacia la literatura, a un viaje donde los libros conquisten lectores.