ESCRITO POR: Autor:Juan Gil / Coordinador de Sala de Proyectos VDC (Virtual Design & Construction) (Concremat Engenharia e Tecnología)
Coautor: Francisco Sicard / Subdirector técnico del Fideicomiso para el Desarrollo del Sistema de Transporte Masivo de la República Dominicana (FITRAM)
La República Dominicana avanza en la modernización de su infraestructura de transporte con proyectos sostenibles y eficientes. En este contexto, el Monorriel y Teleférico de Santiago de los Caballeros se desarrolla como la solución clave para mejorar la movilidad en la segunda ciudad del país. La implementación BIM, liderada por la Sala de Proyectos VDC, permitió una gestión eficiente y coordinada, optimizando costos, tiempos y calidad del proyecto. Este proceso contó con el respaldo estratégico de FITRAM, asegurando su alineación con los objetivos nacionales de movilidad. Con este enfoque, el proyecto se posiciona como un modelo de innovación y sostenibilidad en la región.
El Monorriel de Santiago recorrerá aproximadamente 13 kilómetros, enlazando 14 estaciones que conectan puntos clave de la ciudad, incluyendo áreas densamente pobladas, zonas comerciales, centros educativos y de salud, así como la estación central, que funcionará como nodo de integración con el teleférico. Este último, por su parte, complementará la cobertura del monorriel, permitiendo conectar zonas de difícil acceso por vía terrestre, promoviendo la inclusión social de comunidades históricamente marginadas.
CONTEXTO Y PERSPECTIVA
La ciudad de Santiago de los Caballeros, segunda en importancia de la República Dominicana, ha experimentado un crecimiento acelerado en las últimas décadas, lo que ha generado importantes retos en términos de movilidad urbana. En este contexto, el Estado Dominicano, a través de su Plan de Movilidad Urbana Sostenible, propuso la integración de sistemas modernos de transporte masivo que garanticen desplazamientos más eficientes, seguros y sostenibles. Así nace el proyecto del Monorriel y el Teleférico de Santiago, una obra de infraestructura que busca transformar la movilidad de la ciudad y servir como modelo de referencia para futuras intervenciones en el país.
El Monorriel de Santiago recorrerá aproximadamente 13 kilómetros, enlazando 14 estaciones que conectan puntos clave de la ciudad, incluyendo áreas densamente pobladas, zonas comerciales, centros educativos y de salud, así como la estación central, que funcionará como nodo de integración con el teleférico. Este último, por su parte, complementará la cobertura del monorriel, permitiendo conectar zonas de difícil acceso por vía terrestre, promoviendo la inclusión social de comunidades históricamente marginadas.
El corazón operativo de esta estrategia es la Sala de Proyectos VDC, un espacio multidisciplinario donde confluyen arquitectos, ingenieros estructurales, especialistas en MEP, topógrafos y modeladores BIM, trabajando de forma integrada sobre un modelo federado que concentra la información de cada disciplina. Esta sala ha sido clave para la detección temprana de interferencias, la planificación basada en simulaciones 4D, y el seguimiento financiero con modelos 5D vinculados a Power BI.
IMPLEMENTACIÓN BIM Y METODOLOGÍA
La implementación BIM en el Monorriel y Teleférico de Santiago fue guiada bajo los estándares internacionales ISO 19650, estableciendo procesos claros para la gestión de información, colaboración entre disciplinas y control de versiones. Todo comenzó con la creación de un Plan de Ejecución BIM (BEP), donde se definieron los usos BIM, los niveles de desarrollo (LOD 400) y un Entorno Común de Datos (CDE), asegurando que todos trabajaran con la misma data actualizada.
El equipo de la Sala de Proyectos VDC, con certificaciones de buildingSMART, aplicó buenas prácticas globales para garantizar la interoperabilidad entre plataformas como Revit, Civil 3D, Navisworks y Power BI. Cada disciplina modeló sus componentes por separado (arquitectura, estructura, MEP, topografía), integrándose en un modelo federado que se sometía periódicamente a procesos de Clash Detection.
El proceso no fue fácil. Hubo que capacitar a todo el equipo, ajustar flujos de trabajo y romper resistencias iniciales. Sin embargo, la constancia y el apego a las normas permitió lograr una integración fluida. Además, el uso de BIM 5D vinculó el modelo a costos y cronogramas, y la integración con Power BI permitió dar seguimiento en tiempo real al avance físico y financiero.
Hoy, el Monorriel y Teleférico de Santiago no solo es un proyecto de movilidad, sino un caso exitoso de implementación BIM real en infraestructuras complejas en República Dominicana.
La implementación de la metodología BIM a través de la Sala de Proyectos VDC ha sido fundamental para la gestión eficiente del proyecto, permitiendo la coordinación interdisciplinaria, el control de costos y tiempos, y la alineación con los objetivos nacionales de movilidad sostenible.
RESULTADOS Y BENEFICIOS OBSERVADOS
La implementación BIM generó beneficios tangibles en la ejecución del proyecto, tales como:
- Reducción de interferencias antes de llegar a obra, minimizando retrabajos.
- Extracción automatizada de cuantitativos desde los modelos (BIM 5D).
- Integración directa con Power BI para monitorear el avance físico y financiero.
- Estandarización y centralización de información, facilitando la interoperabilidad entre disciplinas y asegurando coherencia en cada fase del diseño y ejecución.
Además, la Sala de Proyectos pudo generar simulaciones 4D de obra, mejorando la planificación logística y anticipando posibles cuellos de botella.
INNOVACIÓN DIGITAL Y DESARROLLO DE FAMILIAS PARAMÉTRICAS
Un aspecto clave fue la creación de un catálogo completo de familias paramétricas para los elementos estructurales: pilotes, cabezales, columnas, capiteles y vigas. Estas familias fueron diseñadas para permitir modificaciones rápidas según cambios de proyecto, manteniendo consistencia en todo el modelo federado.
DESAFÍOS Y LECCIONES APRENDIDAS
La implementación BIM en el Monorriel y Teleférico de Santiago de los Caballeros fue mucho más que un proceso técnico: fue una transformación cultural y operativa. No se trataba solo de modelar en 3D, sino de cambiar la forma en que se gestiona, comparte y valida la información en un proyecto de esta magnitud. Aquí se resumen las principales lecciones aprendidas:
1. Resistencia al cambio
Desde el primer momento, el equipo enfrentó la resistencia natural de algunos actores acostumbrados a trabajar con procesos tradicionales: planos 2D desconectados, comunicación por correos informales y decisiones basadas en información parcial. Romper con esta inercia inicial requirió una fuerte estrategia interna de socialización, capacitación y un trabajo constante para demostrar el valor real de BIM en cada fase.
2. La Sala de Proyectos VDC como centro estratégico
La Sala de Proyectos VDC evolucionó más allá de un espacio de modelado, convirtiéndose en un verdadero centro de control técnico y documental. Aquí no solo se creaban modelos, sino que se auditaban entregables, se gestionaban interferencias, se integraban disciplinas y se producían reportes estratégicos para la alta gerencia. Esta visión convirtió la Sala en un pilar clave para la toma de decisiones basada en datos reales.
3. Gestión de información fragmentada y de baja calidad
Uno de los retos más críticos fue la recepción de información de partida (planos, levantamientos y estudios previos) con niveles de calidad desiguales. La metodología BIM, alineada a la ISO 19650, permitió aplicar procesos de estandarización y validación, asegurando que cada dato que entrara al modelo cumpliera criterios claros de precisión, formato y trazabilidad. El uso del Entorno Común de Datos (CDE) fue clave para centralizar y asegurar que siempre se trabajará sobre la “fuente única de verdad”.
4. Cumplimiento interno del BEP: disciplina y constancia
A diferencia de otros proyectos, en este caso fue la misma Sala de Proyectos VDC quien asumió la autoridad interna para hacer cumplir el BEP. No se trató de un mandato externo o una simple recomendación: fue un compromiso técnico y metodológico adoptado desde el primer día. Cada entrega, cada coordinación y cada actualización de modelo pasó por un filtro de validación basado en el BEP, lo que garantizó coherencia técnica y documental a lo largo de todo el proceso.
5. Formación continua como clave del éxito
Entender BIM no solo como herramienta, sino como proceso, fue clave para el éxito. Se realizaron múltiples sesiones de capacitación, no solo técnicas sobre software, sino sobre el porqué de cada flujo, la importancia de la trazabilidad y el impacto de cada decisión sobre el ciclo completo del proyecto. Esta inversión en formación creó un equipo más maduro y alineado, capaz de tomar decisiones informadas y defender el valor de BIM ante cualquier nivel.
6. Visión de ciclo de vida completo
Desde el BEP, la Sala de Proyectos diseñó los modelos pensando más allá de la construcción. Se estructuraron para que sirvan como base de datos para la futura operación y mantenimiento del monorriel y el teleférico. Esto significa que el modelo BIM no muere al entregar la obra, sino que se convierte en el gemelo digital que acompañará la infraestructura durante todo su ciclo de vida. Este enfoque de BIM 7D es una de las mayores innovaciones del proyecto.
El Monorriel y Teleférico de Santiago son proyectos clave para mejorar la movilidad urbana en la segunda ciudad más importante de República Dominicana, integrando zonas densamente pobladas y de difícil acceso, y promoviendo una movilidad más eficiente, segura e inclusiva.
IMPACTO Y CONCLUSIONES
La implementación de la metodología BIM en el desarrollo del Monorriel y Teleférico de Santiago ha marcado un hito en la historia de los proyectos de infraestructura en República Dominicana. Este proyecto no solo representa una mejora tangible en la movilidad de la segunda ciudad más importante del país, sino que se convierte en el primer gran proyecto ferroviario dominicano ejecutado bajo un modelo BIM 5D, con integración de costos, tiempos y avances en un entorno digital centralizado.
Este avance fue posible gracias al respaldo estratégico del Fideicomiso para el Desarrollo del Transporte Masivo (FITRAM), cuya visión innovadora impulsó la adopción de BIM como metodología base desde el arranque del proyecto. En particular, el liderazgo y apoyo constante del Director Ejecutivo de FITRAM, el Ing. Jhael Isa, fue un factor clave para romper resistencias iniciales y asegurar que todos los actores, desde diseñadores y consultores, hasta contratistas y fiscalizadores, se alinearan a esta nueva forma de trabajo.
La creación y operación de la Sala de Proyectos VDC, bajo los lineamientos y directrices del FITRAM, permitió consolidar un espacio físico y metodológico donde las disciplinas trabajaron de manera integrada.
Esta colaboración efectiva, gestionada bajo estándares internacionales como la ISO 19650, permitió detectar interferencias de forma temprana, optimizar los tiempos de respuesta ante cambios, y mantener un flujo de información transparente y auditable.
En términos financieros, el uso de modelos 5D vinculados a un sistema de monitoreo visual en Power BI permitió realizar auditorías técnicas y económicas en tiempo real, asegurando que las decisiones críticas se tomarán con datos actualizados y alineados al modelo constructivo. Esta transparencia no sólo minimizó los riesgos de sobrecostos, sino que sentó un precedente de gestión pública eficiente y basada en datos reales. Más allá de la tecnología, el proyecto del Monorriel y Teleférico de Santiago dejó una lección clave: cuando el liderazgo institucional, en este caso de FITRAM y Jhael Isa, cree en la innovación y empuja la adopción de nuevas metodologías, la industria responde, se adapta y evoluciona.
Hoy, este proyecto es referencia nacional y regional de cómo BIM no es solo software, es una nueva forma de pensar, construir y gestionar infraestructura pública.
