Tren del Bajío-Occidente II - Pasajero7

Tren del Bajío-Occidente II

TREN BAJIO OCCIDENTE II

ESCRITO POR:Dr. Miguel Ángel Franco / Integrante del COMUJ / @mifrancov / @comuj_org

El tren San Juan del Río-Querétaro-Guadalajara, cuyo inicio de obras se estipuló para abril de 2025, no solo es un proyecto de infraestructura, sino también un símbolo de desarrollo y bienestar para los habitantes y visitantes de la región del Bajío-occidente (Querétaro, Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí y Aguascalientes). Sin embargo, como todo proyecto de gran envergadura, enfrenta desafíos significativos que deben ser abordados para garantizar su éxito. Desde la viabilidad financiera hasta la coordinación entre actores públicos y privados, este tren representa una oportunidad única para transformar la región, pero también requiere una planificación cuidadosa y una ejecución impecable.

Un desafío importante es la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y los actores privados involucrados en el proyecto. La construcción de una infraestructura de esta magnitud requiere una planificación meticulosa y una colaboración efectiva entre todas las partes interesadas. Esto incluye los gobiernos estatales de Querétaro, Jalisco y Guanajuato, así como a los municipios por los que pasará el tren, el gobierno federal y las empresas constructoras y operadoras. La falta de coordinación podría generar retrasos, sobrecostos y conflictos que pondrían en riesgo el éxito del proyecto.

Otro aspecto fundamental del tren San Juan del Río-Querétaro-Guadalajara es su potencial para impulsar el turismo en partes de la región, antes conocida como Aridoamérica. Al reducir los tiempos de viaje y mejorar la accesibilidad, el tren facilitará el desplazamiento de turistas nacionales e internacionales, lo que beneficiará a destinos turísticos clave del Bajío-Occidente.

 El tren San Juan del Río–Querétaro–Guadalajara tiene el potencial de transformar la región Bajío-Occidente al mejorar la conectividad, impulsar el turismo, fomentar el desarrollo urbano y económico, y convertirse en un modelo de movilidad moderna y sostenible para el país. 

Uno de los elementos más prometedores del tren SJR-QRO-GDL es su potencial para reducir los tiempos de viaje y mejorar la accesibilidad, el tren facilitará el desplazamiento de turistas nacionales e internacionales por las ciudades donde pasará. Por ejemplo, Querétaro, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, podría atraer a más turistas interesados en su arquitectura colonial y sus festivales culturales. Guadalajara, referente cultural, gastronómico, artístico y tecnológico podría consolidarse aún más, sumando a su consolidación como destino turístico mundial de primer nivel. Incluso San Juan del Río, con su creciente oferta de turismo de negocios y convenciones, podría ver un incremento en la actividad económica relacionada con el turismo. Pueblos mágicos como Tequisquiapan, en la Zona Metropolitana de San Juan del Río, al igual que la Ruta del Tequila, Tlaquepaque, Tonalá y lugares cercanos de Jalisco y Guanajuato, podrían experimentar un crecimiento exponencial en el número de visitantes.

Por otra parte, uno de los retos mayores será garantizar la viabilidad financiera del proyecto, que requerirá una inversión significativa tanto del sector público como del privado. Esta inversión no solo debe cubrir los costos de construcción y operación del tren, sino también garantizar su mantenimiento a largo plazo para evitar problemas de deterioro y obsolescencia tecnológica.

Además, será primordial garantizar que el tren sea accesible para todos los segmentos de la población, ofreciendo tarifas competitivas y servicios de calidad. Esto requerirá un modelo de negocio bien estructurado que equilibre la rentabilidad del proyecto con su función social. Se podrían explorar esquemas de subsidios para ciertos grupos poblacionales, así como tarifas preferenciales para estudiantes y trabajadores que utilicen el tren de manera recurrente.

El éxito del proyecto depende de superar desafíos clave como la coordinación entre niveles de gobierno y actores privados, la viabilidad financiera, la accesibilidad para todos los sectores sociales y la implementación de tecnología avanzada con altos estándares de seguridad y operación. 

El tren Guadalajara-Querétaro-San Juan del Río, contará con tecnología de vanguardia, incluyendo trenes con tecnología de primer nivel y sistemas de señalización avanzados. Se espera que el tren opere con una frecuencia de salidas cada 30 minutos durante las horas pico, lo que garantizará un servicio eficiente y accesible para los usuarios. La implementación de un sistema ferroviario moderno permitirá reducir los tiempos de traslado de manera significativa, contribuyendo a una mejor integración regional.

Asimismo, el proyecto incluirá la construcción de estaciones modernas y bien equipadas, que servirán como centros de conectividad y desarrollo urbano. Estas estaciones podrán albergar servicios complementarios como centros comerciales, áreas de coworking y espacios culturales, convirtiéndose en nodos estratégicos para el crecimiento económico y social de la región. Se prevé que algunas de estas estaciones sean multimodales, facilitando la integración con otros medios de transporte como autobuses y bicicletas compartidas.

Otro punto clave del diseño operativo del tren es la seguridad. Se deberán establecer protocolos rigurosos para la supervisión y mantenimiento de la infraestructura, así como sistemas avanzados de control de trenes que minimicen el riesgo de accidentes. La capacitación del personal será igualmente esencial para garantizar la eficiencia y seguridad del servicio.

En conclusión, el tren San Juan del Río-Querétaro-Guadalajara representa una oportunidad histórica para transformar la región del Bajío, mejorando la conectividad, impulsando la economía y promoviendo un desarrollo más sostenible. Sin embargo, para garantizar su éxito, es fundamental enfrentar los desafíos financieros, operativos y sociales con una estrategia bien definida y una ejecución eficiente. Si se logra una implementación adecuada, este tren podría convertirse en un modelo de desarrollo ferroviario para el resto del país, consolidando al Bajío-Occidente como una de las regiones con mayor bienestar y desarrollo del país.




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