Tren del Bajío-Occidente I - Pasajero7

Tren del Bajío-Occidente I

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Escrito por: Dr. Miguel Ángel Franco / Integrante del COMUJ / @mifrancov / @comuj_org

El tren San Juan del Río-Querétaro-Guadalajara impulsará la conectividad y el desarrollo económico de la macrorregión Bajío-Occidente, reduciendo tiempos de viaje, facilitando el transporte de mercancías y atrayendo inversión nacional y extranjera. 

La macrorregión del Bajío-Occidente, que abarca los estados de Querétaro, Jalisco, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí, es un eje económico clave para la federación. Esta zona es conocida por su fuerte base industrial, su creciente sector tecnológico y su papel como nodo logístico para el comercio nacional e internacional. Sin embargo, a pesar de su importancia, la región ha enfrentado desafíos en términos de conectividad y movilidad, especialmente en el transporte de pasajeros y carga entre sus principales ciudades.

El próximo tren que conectará San Juan del Río, Santiago de Querétaro y Guadalajara representa uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos y transformadores en la historia reciente de la República Mexicana. Este corredor ferroviario no solo enlazará algunas de las ciudades más importantes del Bajío-Occidente del país, sino que también fortalecerá la integración económica, social y logística de una de las regiones más dinámicas y productivas de México. Con una inversión significativa y un enfoque en la sostenibilidad, este tren promete ser un hito en la historia de la infraestructura mexicana, impulsando el desarrollo regional y mejorando la calidad de vida de millones de personas.

El tren San Juan del Río-Querétaro-Guadalajara busca abordar estos desafíos al ofrecer una alternativa eficiente, rápida y sostenible para el transporte de personas y mercancías. Con una distancia aproximada de 400 kilómetros, reducirá significativamente los tiempos de viaje en comparación con el transporte por carretera, que actualmente puede tomar entre cinco y seis horas desde San Juan del Río, en el este, hasta Guadalajara, en el oeste, dependiendo del tráfico y las condiciones de las carreteras. Se estima que el tren cubrirá esta ruta en aproximadamente dos a dos horas y media, lo que lo convertirá en una opción altamente competitiva y atractiva para usuarios y empresas.

Uno de los aspectos más destacados del tren Guadalajara-Querétaro-San Juan del Río es su potencial para impulsar el desarrollo económico de la región. La mejora en la conectividad entre estas tres ciudades —que también contará con estaciones en Poncitlán, Ocotlán, La Ribera, La Piedad, Irapuato, Salamanca y Celaya— facilitará el flujo de mercancías y pasajeros, beneficiando a sectores clave como la manufactura, la agroindustria, la industria automotriz y el comercio. Además, al integrarse con otros corredores ferroviarios y logísticos, el tren fortalecerá la posición de la macrorregión Bajío-Occidente como un hub estratégico para el comercio nacional e internacional.

El proyecto también tiene el potencial de atraer inversiones extranjeras y nacionales, ya que las empresas buscan ubicarse en regiones con infraestructura de transporte eficiente y moderna. Esto podría generar un efecto multiplicador en la economía local, creando empleos y fomentando el desarrollo de nuevas industrias. Asimismo, al reducir los costos de transporte y los tiempos de entrega, el tren mejorará la competitividad de las empresas locales en los mercados globales.

Al igual que sus impactos económicos, el futuro tren Guadalajara-Querétaro-San Juan del Río traerá importantes beneficios sociales y ambientales. En primer lugar, al ofrecer una alternativa de transporte público eficiente y accesible, el proyecto mejorará la calidad de vida de los habitantes de la región, reduciendo los tiempos de viaje y la congestión en las carreteras. Esto es particularmente relevante en un contexto donde el transporte por carretera ha sido la opción predominante, con los consiguientes problemas de seguridad vial y contaminación.

Desde una perspectiva ambiental, el tren representa una alternativa más sostenible en comparación con el transporte por carretera. Al ser un medio de transporte de bajas emisiones, contribuirá a reducir la huella de carbono de la región, lo que es crucial en un momento en que México y el mundo buscan transitar hacia economías más verdes y sostenibles. Además, al descongestionar las carreteras, el tren ayudará a reducir la contaminación atmosférica y acústica en las zonas urbanas y rurales por las que pasará. De esta manera, se prevé un impacto positivo en términos de sustentabilidad ambiental, económica y social.

El proyecto tendrá beneficios ambientales y sociales significativos, ya que reducirá la congestión vial, disminuirá las emisiones contaminantes y mejorará la calidad de vida de los habitantes al ofrecer un transporte más eficiente y sostenible.