Los mamalones que llegaron para quedarse - Pasajero7

Los mamalones que llegaron para quedarse

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Luces color neón con tonalidades verde, rosa, azul y morado; bocinas a los lados y una más que usualmente se instala abajo del último asiento y cuya longitud es de lado a lado del camión; además de decoraciones de personajes caricaturescos en su exterior realizadas con aerógrafos, son algunas de las características de los mamalones de Acapulco, autobuses urbanos de transporte público cuyo inicio del servicio fue en la década de los 80´s.

Exóticos, coloridos, ruidosos, cómicos y fuera de serie, son algunos de los adjetivos que los habitantes y turistas han dado a los mamalones.

Andar por el malecón o por las colonias de Acapulco como la Cima o la transitada Avenida Cuauhtémoc muy temprano o de noche, es la mejor opción para poder apreciar el colorido y la luminosidad de estos camiones cuya excentricidad los hace característicos en el país y muy seguramente en el mundo.

La palabra mamalón, hace referencia a algo que está a “todo dar” y fue usada para estos urbanos con la intención de diferenciarlos del resto del transporte público del puerto mexicano considerado uno de los destinos turísticos más visitados en nuestro país.

Organizados por rutas que cubren gran parte de Acapulco, los mamalones ofrecen servicio de las 5 de la mañana a las 11 de la noche con un costo de 8 pesos por persona, sin importar el tramo recorrido.

Aun cuando muchos autobuses tienen más de 20 años de funcionamiento, éstos se remozan para alargar su vida útil. Para Fabián, un joven que viajó de la Ciudad de México a Acapulco, los mamalones son únicos. De acuerdo con él, es posible tener una gran aventura, ya que con poco dinero viajas de un extremo a otro en compañía de la velocidad y la música.

Yo me subí por la Diana y me bajé hasta Puerto Márquez” expresó al dar cuenta de las aventuras que ha vivido a bordo de los ruidosos autobuses; es muy divertido, apuntó “porque a muchos no les sirve el timbre y la gente se enoja, ya que con el ruido de la música el chofer no atiende las peticiones de parada”.

En Acapulco, Guerrero, un gran contraste se aprecia entre una y otra unidad que brinda el servicio de transporte de pasajeros. Por un lado los coloridos mamalones o urbanos que a toda velocidad transitan por las estrechas calles y las improvisadas camionetas tipo estaquitas, habilitadas con bancas en la batea que apenas permiten sentarse.

En contraste a los anteriores, el Acabús luce más moderno y le da a la ciudad un aire de vanguardia; sin embargo a pesar de ello, no es común ver un mamalón vacío, ya que sigue representando gran parte de las opciones de movilidad para la gente del puerto, por ello quienes los conducen dicen que los mamalones llegaron para quedarse.