No solo es la operación también es la MOTIVACIÓN Y LIDERAZGO - Pasajero7

No solo es la operación también es la MOTIVACIÓN Y LIDERAZGO

padillaEn este espacio hemos reiterado que el transporte público es esencial, porque ha sido reconocido como una actividad importante por sus dimensiones sociales y económicas durante la pandemia, que además ha obligado  al confinamiento a una gran parte de la población.

Hoy las empresas operadoras debemos de actuar en solidaridad, misma que honramos en momentos difíciles y de crisis como el presente, nuestros colaboradores son la mejor prueba de que cuando hay un objetivo en común y compromiso con el servicio, es importante mantener  la  motivación.

La pandemia nos obliga a reaccionar a esta nueva realidad, a estar más cerca de nuestros equipos, ante la incertidumbre por el  estrés y cansancio, debemos como empresa e individuos, repensar la manera de realizar nuestra actividad, mantenernos comunicados con  nuestros compañeros de trabajo y hacer realidad las medidas para recuperarnos.   

La comunicación es un activo vital para el funcionamiento de una empresa, en un momento que genera tantas dudas como el actual, se debe potenciar como nunca antes lo hemos hecho. Tanto si las cosas van bien como si van mal lo mejor es ser claro y honesto con los  colaboradores. De este modo, se pueden evitar rumores que generan una espiral de negatividad que, ahora mismo, es lo que menos necesitamos.

En un momento de tensión como el que ha provocado el Coronavirus, recomendamos apostar por una comunicación personal, en positivo que mantenga el bienestar físico y emocional, con el apoyo del líder y el sentido de equipo,  comunicación constante  y trabajo en equipo, contar con una actitud espontánea acompañada de unas destrezas sociales adecuadas que ayuden a sumar puntos positivos a esta etapa de cambios inesperados.

Hoy tenemos que provocar juntas diarias con los equipos, que nos vean más cercanos que antes y compartir  la realidad y los retos que estamos enfrentando. Muchos colaboradores  están temiendo por sus puestos de trabajo, pero esta preocupación se combate con motivación.

Las empresas requerimos de colaboradores enfocados en la productividad, en las experiencias del cliente, esto obliga a capacitarnos en otras cosas. Debemos tener como foco la humanización de la empresa, comprendiendo la realidad de nuestros equipos, debemos ser mucho más empáticos y más ágiles.

Además de quitar los obstáculos para la adopción de las nuevas formas de trabajo, se requieren líderes muy adaptables. Debemos  proporcionar  a los colaboradores los elementos de trabajo adecuados, información, conocimiento, ayudarles a descubrir su sentido, su propósito, su visión, dentro de un ambiente  de respeto, de entusiasmo, de vida, hay que darle su lugar, crear un clima de motivación y  de participación.

Así, cuando platicamos con los trabajadores en sus puestos de trabajo o fuera de éstos, ellos pueden sentirse tomados en cuenta, y nosotros a cambio recibir  sus inquietudes, y necesidades. Dentro de las habilidades de la persona que lidere una empresa en este momento, debe estar la de identificar, o tratar de hacerlo,  los riesgos a los que se va a enfrentar para manejarlos de la mejor forma posible.

Es imprescindible asimilar que la planificación de 2020 no se va a cumplir en toda su extensión. No obstante la transformación debe comunicarse con positividad y honestidad. Todo ha cambiado muy deprisa, por lo que hay que dar prioridad a determinadas acciones y sobre todo tener muy presente que trabajamos con personas.

Poco se sabe del nuevo panorama al que nos enfrentamos, ni cómo la sociedad soportará este cambio. La desconfianza existe y hay que tratar de combatirla con toda la transparencia e integridad que podamos.

En estas circunstancias prima la incertidumbre y se van dando cambios por días. Así pues, el devenir de un equipo dependerá, en buena manera, de la gestión de sus líderes. En plena crisis por esta pandemia, contar con una persona carismática como cabeza de grupo es esencial, sobre todo para calmar la negatividad que inunda el ecosistema social y laboral.

Por eso, en una etapa de incertidumbre, estar liderados por personas que contagien motivación y entusiasmo en pos de una mayor productividad, se hace necesario. Es el mayor desafío para las empresas en un contexto como el del COVID-19.