“La electromovilidad no debe ser trunca y solo quedarse en servicios de transporte de mediana y alta capacidad sino también deben desarrollarse en los de micro capacidad, así como garantizar su presencia en las periferias de las regiones urbanas”
Diversas ciudades en México han retomado la relevancia de apostar por los sistemas de transporte eléctricos, no obstante, en la mayoría de los casos se está centrando en servicios de transporte de mediana y alta capacidad, mismos que tienen mayor presencia y cobertura en los centros urbanos, relegando el desarrollo tecnológico y la cobertura de los servicios de transporte de micro capacidad como lo son: bicitaxis y mototaxis, los cuales tienen amplia presencia en las periferias de las regiones urbanas.
Para evidenciar los atributos y la importancia, pero también las necesidades, que tienen los servicios de micro capacidad en las periferias compartiré parte del contexto del Frente de Organizaciones de Transporte Colectivo y Alternativo (FOTCA) que opera en la Zona Metropolitana del Valle de México. Su realidad no dista de otros servicios similares o afines operantes en diversas regiones o demarcaciones de México; surgen ante una necesidad de cobertura y se acompañan de los vacíos legales prevalecientes en el marco jurídico de cada región o demarcación.
Desde el origen de los servicios de Bicitaxis, y posteriormente a consecuencia de su conversión a Mototaxis, se ha estado rodeado de paradigmas con tendencia a lo negativo. Para ampliar el criterio primero comparto breves hechos históricos de cómo surge este servicio y después señalo acciones en lo general que FOTCA ha venido desarrollando y ejecutando.
Los Bicitaxis en la Ciudad de México surgen a finales de los 80´s en muchos de los casos a consecuencia de dos grandes motivos que van de la mano:
1) Crecimiento y expansión de nuevos desarrollos domiciliarios en las periferias y
2) falta de cobertura de sistemas de transporte para complementar el primer y último segmento de las distintas necesidades de viaje, ya sea dentro y fuera del entorno local.
La primera generación de servicios de Bicitaxis (1990-2005 aproximadamente), se da con bicicletas adaptadas con lo que se conoce como calandrias, que eran estructuras metálicas de artículos rediseñados a la creatividad de cada persona, por ejemplo, de catres, bases de camas, puestos u otras estructuras que pudiera ser utilizadas para generar un espacio y adecuación para el traslado de personas. En años inmediatos se desarrollaron diversos modelos de calandrias prefabricados por distintos proveedores.
Posteriormente a consecuencia de las condiciones del entorno como pendientes, baches y falta de pavimentación ligado a la facilidad de créditos para la adquisición de motonetas y motocicletas se sustituye la tracción de bicicletas por estos vehículos motorizados dando paso a lo que podemos englobar como una segunda generación donde predomina el servicio de Mototaxis (2005-actualidad). Se debe precisar que en algunos casos se mantiene el servicio de Bicitaxis al 100%, en otros se da un servicio mixto, finalmente, en otro más solo se da con motonetas y motocicletas.
Ahora bien, debemos tener presente que, a lo largo de los años, los servicios de Bicitaxis y Mototaxis han dejado constancia que no solo pueden entrar en la categoría de servicios alimentadores a sistemas de transporte de mediana o alta capacidad como varias autoridades o personas que abordan de alguna manera el tema quieren encasillar.
Los servicios de micro capacidad han atendido y cubierto en gran medida las necesidades de viajes tradicionales y locales por años como lo son: ir al mercado o tianguis y regresar a los hogares con insumos básicos; trasladar a las personas a sus escuelas específicamente a nivel preescolar, primaria y secundaria; llevar a las personas a los centros de atención médica locales como son los centros de salud; transportar mercancías, productos o algún flete; entre otros. Esta es la otra realidad.
Pese a ser un complemento en la cadena de viaje y atender necesidades cotidianas, el servicio también ha producido un estigma adverso ante la operación nula y poco profesionalizada, tarifas discrecionales y vehículos que se tienen categorizados como inseguros, y a consecuencia de la migración a Mototaxis, ruidosos y contaminantes.
Por otro lado, encontramos que la regulación del servicio ha presentado intermitencias y poca claridad de las atribuciones y competencias del orden local y estatal de gobierno. De acuerdo con diversos grupos que ofertan este servicio expresan ser vistos como un botín político en cada cambio de administración y en consecuencia ser un servicio tolerado por más de 32 años.
El FOTCA es una asociación que se constituye en 2017, agrupando a diversas cooperativas que operan principalmente en las periferias de las alcaldías de Tláhuac, Iztapalapa, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero en la Ciudad de México, así como en los municipios de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl en el Estado de México.
Desde 2019 la asociación ha iniciado un proceso de profesionalización del servicio que incluye: la capacitación de sus operadores; rediseño de sus vehículos adecuando componentes tecnológicos, así como la inclusión de elementos de seguridad y accesibilidad; desarrollo de una aplicación móvil para ofrecer no solo el servicio típico de traslado de personas sino atender otras necesidades de las y los usuarios, como solicitar: alimentos, productos de abasto, mensajería y paquetería, entre otros (en fase piloto), muy semejante a las que ofrece actualmente UBER y DIDI.
Lo destacable de esta agrupación es que se ha sobrepuesto a la fallida política energética, hoy enfocada en la búsqueda de una soberanía tardía y costosa. El FOTCA ha iniciado un proceso de sustitución gradual de sus Mototaxis por Bicitaxis asistidos eléctricamente en su pedaleo.
Hay que destacar que esta iniciativa se está dando con recursos propios a consecuencia de su auto profesionalización y la construcción de un esquema de modelo operativo no dependiente solo de la demanda (esquema de Movilidad como un servicio o MaaS por sus siglas en inglés), así como el estarse adaptando de las necesidades del mercado.
Además, cuando se habla sobre electromovilidad poco se comenta del origen de la fuente energética que se requiere para producir o almacenar la electricidad, es decir, encontramos sistemas de transporte alimentados eléctricamente que aún dependen en gran medida de derivados de combustibles fósiles.
Por lo anterior, FOTCA tiene un segundo atributo significativo, está trabajando en la instalación de paneles solares para alimentar su estación de recarga de baterías, bajo el esquema de interconexión conocido como generación distribuida.
A pesar de lo anterior y de la disponibilidad de la agrupación, las autoridades de todos los niveles han mostrado escaso interés por apoyar este tipo de iniciativas que no solo dignifican la movilidad de las periferias sino a la par se está atendiendo la exigencia de la crisis climática mediante la sostenibilidad aplicada y sentar las bases en la autonomía energética.
La invitación está abierta para el actuar tanto de otros servicios similares como también de parte diversas dependencias de gobierno. Hay constancia de que se puede lograr una electrificación en las periferias mediante servicios de micro capacidad.