A finales de 2016 y principios de 2017, la noticia de que la gasolina subiría, sorprendió a los mexicanos quienes resentimos el incremento de 14.2% en el precio de la Magna; 20.1% para la Premium y 16.5% para el diésel.
Desde aquel fatídico año 2017, el pronóstico de los analistas ha sido acertado, ya que el costo del combustible no ha disminuido, por el contrario, se ha mantenido al alza.
En el documento precios promedio diarios de gasolinas y diésel, reportados por los permisionarios de estaciones de servicio de expendio al público de la Comisión Reguladora de Energía, se registraron los siguientes precios por litro de combustible en enero de 2017. Gasolina regular o Magna 15.99 pesos, Premium 17.79 y Diésel 17.04.
Con corte al 31 de marzo de 2018, los precios por litro cerraron de la siguiente manera: Magna 17.61 pesos, Premium 19.18 y el Diésel 18.71 (precios promedio), lo que muestra un considerable incremento.
En entidades como Michoacán y Jalisco se reporta que el precio de la Premium rebasó los 20 pesos por litro. Ciudades como Puebla, Aguascalientes y Zacatecas, son algunas de las localidades en las que se observan costos por encima de otros estados.
Ante este panorama de alzas y ante la incertidumbre de un año electoral, es necesaria la promoción del uso de combustibles alternos no necesariamente líquidos.
En la Ciudad de México, el pasado 23, 24 y 25 de abril, se llevó a cabo el AltFuels México 2018, un evento efectuado para promover el uso de combustibles alternativos para el sector transporte; en el contexto de su realización, se contó con la participación de la Asociación Mexicana de Gas Vehicular, de Gas Natural Comprimido, Gas Licuado y Biogás (AMGNV), la cual hizo un llamado para que el gobierno en sus diversos niveles impulse normas para promover al Gas Natural (GN) como un combustible alterno.
En el marco de la presentación de dicha asociación, se dio a conocer que con el uso de este componente, dentro de 10 años, México puede tener tres millones de autos movidos por Gas Natural en comparación con los 15 mil que circulan ahora.
Sin que ello represente una solución total al problema de los altos costos en los combustibles, el GN se perfila como una opción económica y favorable con el medio ambiente siempre y cuando exista voluntad política para su promoción. Es claro que los automotores a gasolina no solo pueden y deben funcionar mediante combustibles líquidos, sino también con otros componentes como el Gas Natural Vehicular (GNV), debido a que su costo continúa siendo mucho menor que la gasolina y el diésel.
El Gas Natural es un componente que se extrae del subsuelo y es transportado por medio de ductos por debajo del suelo; compuesto fundamentalmente de metano (CH4) que, comparado con otros hidrocarburos, posee menor relación de hidrógeno-carbón en su composición química, por lo que su combustión es más limpia y la que menos emisiones contaminantes libera al ambiente.
¿Qué se requiere?
De promover el uso del GNV, es necesaria la infraestructura suficiente para brindar las condiciones al usuario del componente. Por ello es indispensable la instalación de estaciones de GNV, así como la promoción de la renovación y conversión de unidades vehiculares.
En nuestro país, existen 8 mil vehículos que circulan con el componente de GNV, sin embargo, solo en Ciudad Juárez, Monterrey, San Luis Potosí, Querétaro, Puebla, la Zona Metropolitana del Valle de México, Michoacán y Guadalajara se cuenta con algunas estaciones de servicio de carga.
