De la CDMX al País: Adoptando indicadores para mejorar la movilidad - Pasajero7

De la CDMX al País: Adoptando indicadores para mejorar la movilidad

PLANES PARA MEJORAR LA MOVILIDAD

En el complejo escenario de la movilidad urbana, donde sus desafíos se interconectan con los objetivos de hacer las ciudades más accesibles y sostenibles, resulta esencial la planificación estratégica y el seguimiento detallado mediante indicadores de evaluación. Un claro ejemplo es el Programa Integral de Movilidad 2019-2024 de la Ciudad de México (PIM 2019-2024), que inició con un análisis detallado de los problemas existentes, seguido por el diseño e implementación de soluciones. Este programa incluye, además, un sistema de indicadores de evaluación que, a ocho meses de finalizar su periodo de vigencia, reporta un progreso del 69% en acciones concluidas o por concluir.

El PIM 2019-2024 no solo evidencia un compromiso con la mejora continua, sino que también subraya la importancia de adoptar un enfoque cuantificable y transparente en la administración de la movilidad y el transporte en una de las metrópolis más grandes y complejas del mundo. Por ejemplo, a febrero de 2024, se puede saber que se ha logrado una adaptación casi total a la accesibilidad universal en las estaciones de Metrobús, con un 99.3% de ellas ya adaptadas, acercándose a su objetivo del 100%. Además, la construcción de 920 km de senderos seguros, vinculados al transporte público, no solo se ha completado, sino que ha superado las expectativas iniciales de 700 km, representando un éxito significativo en la promoción de una movilidad peatonal segura y accesible.

A pesar de estos avances, el PIM también enfrenta desafíos, si bien se ha logrado la regularización de 19 mil 600 concesiones sigue pendiente la regulación de la operación del servicio colectivo concesionado de ruta mediante esquemas de sustitución y la incorporación del servicio colectivo concesionado en el Sistema Integrado de Transporte Público, donde de las 6 mil 900 unidades por sustituir se reporta un avance de 3 mil 86 unidades.

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Como podemos ver, los indicadores de evaluación son fundamentales para medir el progreso hacia los objetivos establecidos. Permiten no solo rastrear el avance de las iniciativas en tiempo real sino también el poder reajustar estrategias para abordar eficazmente los desafíos emergentes.

Los indicadores de evaluación ofrecen un modelo de gestión de políticas públicas en movilidad tanto transparente como responsable, modelo que varias ciudades mexicanas harían bien en adoptar. No obstante, en diversas entidades del país, se observa que los programas de movilidad se presentan mencionando únicamente la acción a realizar o el problema a abordar, omitiendo los componentes esenciales que demandan los indicadores de evaluación. Por esta razón, a continuación, se proporciona una lista de aspectos mínimos a considerar y que existen dentro del PIM 2019-2024:

  • Enfoque jerárquico: El comenzar con un “Eje estratégico general” y desglosarlo hasta llegar a “Líneas de acción” permite una alineación clara y estratégica entre los objetivos de alto nivel y las actividades específicas para alcanzarlos.
  • Especificidad: Los elementos como la “Unidad de medida”, la “Fórmula” y la “Línea Base” hacen que los indicadores sean específicos y cuantificables, lo cual es crucial para cualquier forma efectiva de evaluación.
  • Temporalidad y metas: Establecer una “Meta” proporciona un horizonte temporal, lo cual es importante tanto para la planificación como para la evaluación. La tendencia podría ayudar a interpretar la trayectoria del desempeño.
  • Verificabilidad: El uso de “Medios de verificación” añade un nivel de rigor al marco, permitiendo que los datos recopilados sean verificables y, por lo tanto, más confiables.
  • Participación intergubernamental: Al mencionar “Dependencias involucradas” como fuente, se fomenta la colaboración y la transparencia entre diferentes entidades gubernamentales, lo cual es crucial para la efectividad del programa.
  • Frecuencia de medición: Establecer la frecuencia de medición de los indicadores puede ayudar a ajustar políticas y estrategias de manera oportuna.

La implementación de indicadores de evaluación en programas de movilidad es crucial para cualquier entidad que busque abordar eficientemente los retos urbanos y mejorar la sostenibilidad y accesibilidad de sus ciudades. Estos indicadores sirven como herramientas esenciales para medir el progreso, garantizar la transparencia y permitir ajustes estratégicos en tiempo real. El PIM 2019-2024 ofrece un ejemplo destacado de cómo la aplicación rigurosa de estos indicadores puede conducir a mejoras significativas en la infraestructura de movilidad y en los servicios de transporte, destacando su relevancia en una de las metrópolis más grandes del país.

Sin embargo, la importancia de estos indicadores va más allá de un solo programa o localidad. Es imperativo que otras entidades federativas de México retomen esta práctica, adaptándola a sus contextos y desafíos específicos. La adopción de indicadores de evaluación en programas de movilidad a lo largo del país no solo mejoraría la efectividad de estas iniciativas, sino que también promovería una cultura de planificación basada en la evidencia y la responsabilidad administrativa.

En resumen, mientras el PIM 2019-2024 sirve como un referente de su alcance y éxito en la Ciudad de México, el mensaje subyacente y la lección más valiosa es la necesidad de incorporar indicadores de evaluación en todos los programas de movilidad. Hacerlo no solo es una muestra de compromiso con la mejora continua sino también un paso hacia el desarrollo de ciudades más vivibles, eficientes y equitativas en todo México.