Más de 100 mujeres en Baja California han sido capacitadas como operadoras de transporte público a través del programa “Mujeres al Volante”, una iniciativa del gobierno estatal que busca abrir espacios en un sector históricamente dominado por hombres. Sin embargo, aunque se trata de un avance en materia de inclusión, aún existen retos por resolver para consolidar la participación femenina en este ámbito.
Recientemente, la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda encabezó la graduación de 13 nuevas conductoras, pertenecientes a la cuarta y quinta generación del programa. Durante el evento, la mandataria destacó que esta iniciativa ha sido replicada en otros estados y forma parte del Sistema Integral de Movilidad con Perspectiva de Género de Baja California. Su principal objetivo, dijo, es generar oportunidades laborales para mujeres, especialmente aquellas en situación de vulnerabilidad o que han sido víctimas de violencia.
Mujeres al volante: historias de cambio y desafíos en la operación del transporte público
El testimonio de María Venegas Ramírez, una de las egresadas de la primera generación del programa y actual operadora de la ruta “Eje” en Mexicali, ilustra el impacto de esta capacitación. “Este trabajo rompe estereotipos y abre nuevas oportunidades para las mujeres”, afirmó. No obstante, más allá de la capacitación, las conductoras enfrentan barreras en un entorno que aún necesita mayor sensibilización para garantizar condiciones equitativas.
A la par de la graduación, el gobierno estatal presentó una nueva flota de 25 autobuses que serán operados por mujeres en las rutas “Eje” y “Robledo” en Mexicali. Estas unidades cuentan con tecnología avanzada, como validadores para tarjeta de prepago, cámaras de vigilancia y un botón de pánico conectado al C5, con el fin de mejorar la seguridad del servicio.
Financiamiento y sostenibilidad: ¿Es viable el modelo de transporte operado por mujeres?
Jorge Gutiérrez Topete, titular del Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS), explicó que los autobuses fueron adquiridos mediante un bono específico para mujeres operadoras, con la meta de que para finales de 2025 todas las unidades de estas rutas sean conducidas por egresadas del programa. Sin embargo, persisten interrogantes sobre la sostenibilidad financiera de la iniciativa y la viabilidad de expandir este modelo a más rutas del estado.
Por su parte, Alejandro Arregui Ibarra, secretario del Trabajo y Previsión Social de Baja California, destacó que el programa busca fomentar la inclusión y generar empleos para las mujeres en el sector del transporte público. Pero más allá de los discursos oficiales, las operadoras enfrentarán desafíos como horarios de trabajo exigentes, condiciones laborales muchas veces precarias y la resistencia de algunos sectores dentro del gremio transportista.
Un avance, pero aún hay camino por recorrer
Si bien el programa “Mujeres al Volante” representa un paso hacia la equidad de género en el transporte público, es crucial que el gobierno no solo impulse capacitaciones, sino que también garantice condiciones laborales justas y mecanismos de protección para las operadoras. Además, será fundamental evaluar si el modelo puede mantenerse en el tiempo y ampliarse a otras ciudades del estado.
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Baja California se posiciona como un referente en la incorporación de mujeres al transporte público, pero la verdadera prueba será consolidar este esfuerzo más allá de los anuncios y actos protocolarios.