El trabajo humano tiene un valor ético y trascendente que debe ser respetado y protegido por la sociedad, cuando las personas trabajan, no sólo producen más, sino que ellas mismas y sus familias mejoran. La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha planteado dentro de los cuatro pilares para abordar la crisis del COVID-19 la necesidad de aplicar medidas de mantenimiento del empleo e implementar soluciones innovadoras a medida de las necesidades de sus habitantes.
Es inimaginable el sufrimiento de millones de personas en el país que perdieron su empleo, mujeres y hombres imposibilitados de contribuir al progreso y desarrollo de sus familias.
El informe especial COVID-19 N⁰ 5 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) titulado: Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para lograr una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones, dado a conocer el pasado 15 de julio, señala que la crisis económica provocada por el coronavirus (Covid-19) en el mundo dejará a millones de personas en la pobreza y pobreza extrema y México será uno de los que tendrá mayores tasas en este rubro de todos los países de América Latina en 2020.
Sin duda, habrá un incremento muy importante en la pobreza en México al tomar en cuenta la caída del PIB que se estima en 6.5 por ciento. Pero este incremento de la pobreza que estará explicado también por otros factores como la caída en el flujo de remesas, se estima que la tasa de crecimiento de la población en pobreza extrema incrementará siendo uno de los mayores de América Latina.
El índice de las personas en esta situación pasará de 11.1% de la población a 17.4%, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, mencionó: La región tiene caídas muy fuertes. Y por cierto, países grandes como el caso de México en -9% del PIB, con una fuerte contracción como no la habíamos tenido en los últimos 100 años.
El deterioro económico regional, menciona el informe de la CEPAL, podría conducir a una segunda década pérdida. El contexto generará que más mexicanos vivan en condiciones de pobreza extrema.
De acuerdo con la Cepal, la pobreza en México aumentará 7.6 puntos porcentuales, bajo dicha condición se estima que la cifra incremente de 41.9 millones a 49.5 millones de mexicanos.Es decir, casi el 40% de la población.
El número de pobres en la región pasará de 186 a 231 millones de personas, en el caso de los de situación en pobreza extrema la cifra aumentará de 68 a 96 millones de individuos. En el tema del empleo, la proyección es que 44.1 millones de personas no tendrán empleo por la pandemia, la tasa de desempleo se colocará en 13.5 por ciento.
La nueva normalidad del trabajo no volverá a ser igual, dice Mónica Flores, Presidenta de ManpowerGroup Latinoamérica, que “el mundo se reseteó y que nunca volverá a ser igual, qué nos toca hacer? Reaccionar nuestra actividad ante esta nueva realidad; repensar, incluso nuestras vidas, y reinventarnos.
Qué debemos hacer para mantener a flote el negocio, debemos prepararnos en la reinvención de los procesos, la automatización, pensar que las actividades se pueden realizar de manera distinta, debemos desarrollar el trabajo colaborativo, enfocarnos en la productividad.
Debemos pensar en las personas primero, hoy la comunicación se ha vuelto más digital, los clientes serán más sofisticados, surgen nuevas necesidades y retenerlos será un reto, pero principalmente debemos estar atentos a aquellos competidores emergentes que vamos a tener que enfrentar.
Hoy nos toca voltear a ver modelos alternativos de trabajo, más allá del home office, debemos pensar en tiempos parciales, desarrollo de habilidades digitales, trabajar de manera remota de manera inteligente, con la pandemia los hábitos de consumo han cambiado.
Más allá de protocolos de distanciamiento y el monitoreo de salud, hoy tenemos que ser muy rigurosos y muy humanos en el distanciamiento social, la pandemia nos dejará negocios distintos, otras cadenas de valor, nuevas formas de atraer y ofrecer una experiencia a clientes y colaboradores. Hoy nuestras organizaciones han pasado de la estabilidad a la agilidad, la flexibilidad y el pensamiento adaptativo. Una nueva reinvención que implique transparencia, modernidad y adopción de nuevas formas de trabajo.