Auge y caída de la Ruta 100 - Pasajero7

Auge y caída de la Ruta 100

ruta 100Considerada por los especialistas como la empresa estatal de autobuses urbanos más importante que haya existido, Ruta 100 pasó a la historia de nuestro país con la misión de haber trasladado a miles de usuarios en la época 1981 -1995, año en el que dejó de funcionar.

¿Cuáles fueron los inicios de la emblemática Ruta 100 y qué es lo que llevó a la paraestatal a su liquidación?

A decir de especialistas en el tema del transporte, fueron varios los elementos los que se conjuntaron para que naciera y dejara de operar la llamada Ruta 100, cuyos antecedentes se remontan a 1942 cuando se fundó la línea de autobuses Lomas de Chapultepec Primera Clase, que ofrecía el servicio de traslado de pasajeros sobre Paseo de la Reforma.

Como hemos explicado en ediciones anteriores, el transporte público de hace unos años se encontraba en manos de permisionarios y hacia 1950, ya circulaban diversas líneas por varias avenidas de la Ciudad de México; pero como era de esperarse, la competencia por ganar pasaje y nuevas rutas, generó conflictos entre quienes prestaban los servicios de transporte público.

Alianza de Camioneros de México, que era una de las principales organizaciones, concentraba la mayoría de las rutas que corrían por la ciudad, pero ofrecía un servicio deficiente; los operadores no estaban totalmente capacitados y era constante el aumento indiscriminado de las tarifas, recordó Gabriel Arenas, redactor del blog Esquina Bajan.

Justo esta situación, hizo ver al entonces Regente de la Ciudad, Ernesto P. Uruchurtu, que había una gran necesidad de trasladar a personas en mejores condiciones. Cabe recordar que durante su gestión entre 1952 y 1966, el gobierno de la ciudad inició una importante entrega de permisos para operar el sistema de transporte público. A esta época se le consideró la de mayor auge para el traslado de pasajeros, pues los permisos eran para operar diferentes sistemas de transporte, además de los autobuses foráneos, también los taxis cotorras y cocodrilos.

Datos oficiales del Gobierno de la Ciudad de México, publicados en su sitio de Internet, dan a conocer que por decreto presidencial, el 29 de diciembre del 1958, se creó la Unión de permisionarios de Transporte de Pasajeros en Camiones y Autobuses en el Distrito Federal, la cual agrupó a todos los permisionarios de autobuses del servicio público y que para el año de 1959, quedaría bajo control del DDF (Siglas del entonces Departamento del Distrito Federal).

Pero al paso de los años y de la gestación de diferentes movimientos, la creciente demanda de transporte público hizo que para enero de 1981, el entonces Regente del Distrito Federal, Carlos Hank González, revocara las concesiones otorgadas a los particulares para la prestación del servicio de transporte urbano de pasajeros en autobuses.

…Ante la situación, el DDF y la Alianza de Camioneros de México celebraron un convenio para mejorar la calidad del transporte. Los concesionarios se comprometieron a renovar 2 mil 400 unidades, racionalizar los recorridos y ofrecer seguro del viajero.

Sin embargo, después de siete meses, los acuerdos firmados no se cumplieron en su  totalidad, por lo que el 18 de agosto de 1981, el entonces presidente, José López Portillo, emitió un decreto por el que se creó un organismo descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios, denominado Autotransportes Urbanos de Pasajeros R-100, con el objetivo de prestar servicio de transporte de pasajeros en el DF y zonas conurbadas”.

Este hecho histórico representó lo que hasta nuestros días se le conoce como el inicio de operaciones de una de las empresas más importantes del traslado de pasajeros, la famosa Ruta 100.

Pero a pesar de la revolución que el DF viviría a raíz de la entrada  en vigor de estos sistemas, los intereses políticos y presiones sindicales (se había conformado el Sindicato Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta 100, SUTAUR-100), impulsaron al gobierno del Distrito Federal, a ceder concesiones del transporte de la ciudad a vehículos tipo microbuses, que comenzaron a operar en 1987.

Pugnas por el transporte y conflictos al interior, generaron que el 3 de mayo de 1989, estallara una huelga en demanda de aumentos salariales. Sin embargo la huelga fue declarada por los tribunales de asuntos laborales como ilegal, lo que aunado a la intervención del ejército y policía en la prestación del servicio de transporte con vehículos oficiales, quitó presión a la huelga y dio como resultado que el SUTAUR-100 sólo lograra 14% de incrementos salariales.

Gabriel Arenas ofrece un amplio panorama del conflicto laboral en su blog Esquina Bajan:

…La huelga se detonó y se dio el servicio con autobuses rentados, camiones de escuela y hasta con camiones del ejército operados por soldados, mismos que fueron capacitados en autobuses…”.

A este respecto, la que suscribe cuenta con una experiencia personal: tenía ocho años y cuando estalló la huelga nos brindaban el servicio de transporte en vehículos del ejército. Era divertido, recuerdo, vernos subidos en un carro de uso militar, quizá el sueño de todo niño.

El conflicto laboral no sólo desvirtuó al sindicato, sino que como parte del movimiento, se perdieron alrededor de 7 mil de las 20 mil plazas. Derivado de dichos conflictos el Regente de la Ciudad, Manuel Camacho Solís, vio una posibilidad de consignar al transporte público en particulares que no estuvieran agremiados en sindicatos; de este modo, para el año de 1987, los microbuses, en versión de concesiones que se entregaban, empezaron a trabajar.

Aunque entre la huelga y el periodo de liquidación aún pasaron varios años, los conflictos sindicales y el avance de los sistemas de concesiones, se conjuntaron para que la empresa de transporte que con más éxito se haya reconocido, fuera en declive.

Bajo la gestión de Óscar Espinosa Villareal, en el año de 1995, se decretó la quiebra de Ruta 100. Gabriel Arenas indicó que según las autoridades, la insuficiencia económica y la deficiencia que era prestada en el servicio hicieron, ante la protesta de miles de trabajadores, que la empresa fuera liquidada.