La tecnología aplicada al transporte y la movilidad está avanzando por mucho, más rápido que las legislaciones de los países y la reorganización de los empresarios del ramo, muestra de ello es que mientras en la mayoría de las ciudades de América Latina se habla de migrar a energías limpias y, de la creación de leyes y reglamentos, la industria automotriz, principalmente en Europa y Asia ha comenzado a poner a prueba autobuses y taxis autónomos.
Singapur, es una ciudad que le ha apostado a la tecnología con la aplicación de su programa Smart Nation, con el que busca posicionarse en la era digital, y su transformación ha sido tal, que fue escogida como Ciudad Inteligente 2018 en el marco del Smart City Expo World Congress; es justo en esta urbe, en una pista de prueba, donde han comenzado a rodar los autobuses de transporte público autónomos que por primera vez tienen capacidad para mover a 80 personas a la vez.
En esta primera etapa, no darán servicio público, pues han adaptado una pista de pruebas especial que reproduce las características de una ciudad pequeña que reúnen todo tipo de obstáculos y desafíos para los sistemas autónomos, como rotondas, cruces, inclinaciones, zonas con baja visibilidad, e incluso lluvia artificial. Así, los ingenieros podrán poner al bus en diferentes desafíos, en los que tendrá que tomar siempre la mejor decisión.
Luego de que se supere esta primera etapa, los autobuses comenzarán a rodar por carreteras públicas, para finalmente empezar a ofrecer el servicio al usuario; se espera que estas unidades ofrezcan servicio en el 2022, pero solo en zonas periféricas de la ciudad y nunca en hora punta.
Las unidades son eléctricas, por lo que pueden suponer una ventaja para ayuntamientos que quieran reducir emisiones.
‘Robotaxis’ para 2020
Antes de que los autobuses autónomos comiencen a ofrecer servicio de transporte público, podrían empezar a circular los ‘robotaxis’, pues la empresa estadounidense Tesla, anunció que ya prepara una flota “autónoma de taxis robots” que entrarán en servicio durante este año.
La empresa informó por primera vez del uso de automóviles autónomos en un servicio de viaje compartido en su “Plan Maestro” actualizado, en 2016. Ahora, para 2020 planea permitir que los propietarios agreguen sus propios autos a una red de vehículos que operan a la usanza de Uber, a cambio de entre 25 y 30% del valor de cada transacción.
El lanzamiento del servicio de carros compartidos autónomos dependerá de la aprobación de las autoridades regulatorias; en un inició el servicio probablemente operará solo en ciertas áreas donde la normativa lo permita gradualmente.
La tecnología de conducción autónoma de Tesla se basa en ocho cámaras que construyen una vista de 360 grados de lo que hay alrededor del automóvil, 12 sensores ultrasónicos y un radar frontal. Tesla no usa el lidar, que es similar al radar, pero utiliza un halo de luz láser en lugar de las ondas de radio. La enorme cantidad de datos que generan estos componentes es procesada por una computadora especial.
Se han identificado elementos que se repiten una y otra vez en los vehículos autónomos, sin importar su marca y capacidad, como: