Protocolo VIDA: Transformando la Seguridad Vial en México - Pasajero7

Protocolo VIDA: Transformando la Seguridad Vial en México

Infraestructura vial mejoras

 

 

 

La siniestralidad vial sigue siendo una de las principales causas de muerte en México. Según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y el tercero en Latinoamérica en fallecimientos por accidentes de tránsito, con 22 jóvenes de entre 15 y 29 años que pierden la vida cada día y un promedio anual de 24 mil decesos. Los siniestros viales son la primera causa de muerte en jóvenes de 5 a 29 años y la quinta entre la población general.

Ante este panorama, la transformación de los análisis de siniestros en acciones concretas se vuelve indispensable para garantizar una movilidad segura. El Protocolo de Verificación e Intervención Después de un Accidente (VIDA) propone un modelo estructurado para responder ante accidentes viales graves, recopilando evidencia clave y generando medidas correctivas con impacto real en la prevención de nuevos incidentes.

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Diseñado principalmente para el transporte público, el Protocolo VIDA se puede aplicar a cualquier siniestro grave, con el objetivo de reducir factores de riesgo, minimizar la gravedad de lesiones y prevenir la repetición de accidentes.

 

 

Caso de éxito: León, Guanajuato

En León, Guanajuato, el Protocolo VIDA fue implementado tras el trágico fallecimiento de un ciclista de 16 años atropellado por un autobús del Sistema Integrado de Transporte (SIT) el 30 de agosto de 2023. Menos de dos semanas después, se realizó una auditoría de seguridad vial que reveló deficiencias como la falta de infraestructura ciclista, banquetas estrechas y desorden en el flujo de usuarios.

La intervención integral incluyó:

  • Instalación de infraestructura ciclista confinada en la glorieta.

  • Reducción de carriles y ajuste de anchos de rodamiento.

  • Señalización y dispositivos viales.

  • Reubicación y pintado de pasos peatonales.

  • Ampliación de banquetas y camellones.

Gracias a esta acción, León logró, en solo ocho meses, transformar un punto crítico de riesgo en un espacio seguro para peatones y ciclistas, demostrando que el modelo permite una respuesta rápida y efectiva ante siniestros graves.

Factores clave para replicar el Protocolo VIDA

WRI México y GIZ identificaron varios elementos esenciales para implementar el protocolo en otras ciudades:

  • Gobernanza y normatividad: Contar con atribuciones legales claras para realizar auditorías de seguridad vial y un enfoque de sistema seguro que involucre a múltiples instancias.

  • Capacidades institucionales: Personal técnico capacitado en seguridad vial, movilidad, obra pública y urbanismo, con apoyo para formación y contratación si es necesario.

  • Mecanismos de coordinación: Establecer roles y responsabilidades entre dependencias, compartir información y ejecutar intervenciones conjuntas entre estado y municipio.

  • Fuentes de financiamiento: Presupuestos flexibles y eficientes que permitan financiar capacidades internas y proyectos de infraestructura, desde intervenciones menores hasta obras estratégicas.

 

Ciudades como Aguascalientes y Durango están actualmente en proceso de replicar el Protocolo VIDA, adaptando el modelo a sus capacidades locales, priorizando diagnósticos técnicos, coordinación interinstitucional y esquemas de financiamiento sostenibles.

El aprendizaje de León demuestra que replicar proyectos exitosos requiere más que copiar modelos: implica un proceso de co-creación, basado en el análisis del proyecto original, la comprensión de las condiciones locales y la disposición institucional para adaptar la iniciativa, garantizando su viabilidad técnica y sostenibilidad en el tiempo.

Para conocer más sobre el funcionamiento del Protocolo VIDA, consulta el reporte completo elaborado por WRI y GIZ México