Urge modelo nacional para rescatar el transporte público en México - Pasajero7

Urge modelo nacional para rescatar el transporte público en México

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La congestión vial, el colapso del transporte público y el auge descontrolado de las motocicletas fueron algunos de los focos rojos expuestos durante el 16º Congreso Internacional de Transporte (16º CIT), organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), que reunió en la capital del país a autoridades federales, estatales, expertos nacionales e internacionales y empresarios del sector, para trazar una ruta crítica hacia el año 2030.

En la inauguración, Jesús Padilla Zenteno, presidente honorario de la AMTM y director general de Grupo CISA, advirtió que las ciudades mexicanas están frente a un modelo de movilidad insostenible, donde la congestión se ha convertido en una constante con un alto costo económico y social: más de 2,300 millones de horas hombre perdidas al año. “Hoy tardamos 30 minutos más en los traslados que en 2012”, alertó, al señalar que este deterioro no desaparecerá por sí solo, aunque se modernice el transporte público, si no se actúa de inmediato con visión estratégica.

El transporte público en México enfrenta una crisis estructural agravada por la falta de subsidios permanentes, certidumbre tarifaria y pérdida de demanda ante el crecimiento exponencial del uso de motocicletas. 

“Subsidio sí o sí, o muerte a la empresa”

Uno de los consensos más importantes durante el congreso fue la necesidad de establecer un modelo financiero nacional que garantice subsidios permanentes al transporte público, para hacerlo viable, justo y de calidad. En la mesa “La agenda de movilidad al 2030: retos y oportunidades”, se coincidió en que la tarifa social nunca cubrirá el costo real del servicio, y si el Estado no asume la diferencia, el sistema colapsará.

Subsidio sí o sí, o muerte a la empresa. Si tiene buena demanda, aguantará unos años más; si tiene poca, morirá muy rápido”, sentenció Padilla Zenteno, al exigir que el financiamiento al transporte deje de ser una decisión política sujeta a negociaciones anuales. Llamó a crear mecanismos sostenidos de apoyo económico, respaldados por reglas claras y sin interferencia en los ingresos operativos de los concesionarios.

Desde Jalisco, el secretario de Transporte, Diego Monraz, reforzó esta postura al afirmar que inyectar recursos públicos al transporte no es subsidiar a los concesionarios, sino garantizar un derecho ciudadano. Propuso crear fideicomisos transparentes como instrumento financiero, al tiempo que criticó la falta de voluntad política para enfrentar el problema de fondo.

Una alianza por la eficiencia: gobierno y empresarios

El presidente de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), Ricardo Serrano, subrayó que gobierno y empresarios deben compartir el objetivo de ofrecer un servicio eficiente a la población. “El empresario también necesita ganar dinero, esto no son asociaciones civiles. Si entendemos que el valor compartido es el servicio, ya dimos un gran paso”, dijo.

En el mismo sentido, el secretario de Movilidad del Estado de México, Daniel Sibaja, destacó la importancia de que los transportistas participen activamente en la construcción de políticas públicas. “Hemos avanzado con la nueva Ley de Movilidad, pero ahora el reto es aplicarla para generar resultados visibles”, remarcó.

Motocicletas: una crisis que se convierte en epidemia

Otro de los temas más alarmantes del congreso fue el crecimiento explosivo del parque de motocicletas en el país. Según cifras del Inegi, pasó de 2.5 millones en 2012 a 6 millones en 2024, un incremento de más del 200%. A pesar de representar solo el 8% del parque vehicular, están involucradas en uno de cada cinco accidentes con víctimas, y sus conductores tienen 12 veces más riesgo de morir que un automovilista.

En su intervención, Jesús Padilla comparó este fenómeno con una enfermedad epidémica. “El parque de motocicletas podría llegar a representar el 70% de los vehículos en CDMX para 2040”, advirtió, al denunciar que este tipo de vehículos han “trazado sus propias leyes” al no respetar los reglamentos de tránsito ni los límites de velocidad.

La experiencia de Medellín, Colombia, fue traída al debate por Viviana Tobón, directora técnica de Transporte Público de esa ciudad. Narró cómo en 20 años, las motocicletas crecieron 1,449% frente a un crecimiento del 108% en automóviles, mientras la demanda de transporte público colapsó. “Yo vengo del futuro. Si no se actúa ya, perderán la batalla por recuperar el transporte público. Tendrán una ciudad anárquica, contaminada y desordenada”, advirtió con crudeza.

Expertos y autoridades reunidos en el 16º CIT coincidieron en que sin voluntad política, financiamiento estructurado y una gobernanza colaborativa, las ciudades se encaminan a un modelo de movilidad caótico, costoso, contaminante y socialmente insostenible. 

El costo oculto de la inacción

Padilla Zenteno fue claro al señalar que la congestión vial cuesta al país más de 100 mil millones de pesos al año, además de deteriorar la calidad de vida de millones de personas. “Los problemas suben por elevador y las soluciones lo hacen por escaleras. Si no actuamos ya, será demasiado tarde”, señaló durante su mensaje de clausura.

Advirtió que en muchas ciudades mexicanas ya no existe el transporte público como tal, porque la demanda ha desaparecido ante la proliferación de motocicletas y autos particulares. Además, remarcó que el 70% de las rutas en casi todas las ciudades no son rentables, lo que pone en entredicho la sostenibilidad del modelo actual.

Gobernanza y tecnología

En su participación, el presidente de la AMTM, Nicolás Rosales Pallares, destacó que la incorporación de tecnología puede contribuir a tener sistemas más seguros y eficientes, pero advirtió que por sí sola no es suficiente. “Necesitamos una gobernanza colaborativa. El éxito de cualquier política de movilidad depende de la coordinación eficaz entre los distintos niveles de gobierno, el sector privado, la academia y la ciudadanía”, aseguró.

Rosales Pallares también hizo énfasis en la necesidad de profesionalizar al sector y vincularlo con organizaciones empresariales como Coparmex y Canaco, lo que permitiría impulsar prácticas corporativas como auditorías, comités de remuneración y desarrollo organizacional.

Un llamado a la acción

El 16º CIT dejó claro que el tiempo para las decisiones políticas sin consecuencias ha terminado. Las conclusiones del congreso no solo son advertencias, sino propuestas para construir un nuevo modelo de movilidad basado en sostenibilidad, corresponsabilidad y justicia social.

Desde la AMTM, Jesús Padilla lanzó un último llamado a los gobiernos locales y al federal: “Que las conclusiones de este congreso sirvan para construir política pública. Hay ciudades donde el transporte ya no existe, no permitamos que ese escenario se generalice. El futuro no se espera, se construye”.

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