La construcción de un segundo piso de cuota sobre la avenida Adolfo López Mateos podría no ser la solución que la ciudad necesita, advirtieron estudiantes, especialistas y autoridades durante un conversatorio celebrado en el ITESO. La obra, impulsada por la Cámara de la Industria de la Construcción y el Colegio de Ingenieros, enfrenta críticas por sus impactos ambientales, sociales y urbanos.
El diálogo titulado “¿Segundo piso en López Mateos? Pros y contras ambientales” reunió a autoridades, activistas y ciudadanos preocupados por la salud y la calidad de vida en Guadalajara. Jesús Carlos Soto, director general de Seguridad Vial de la Secretaría de Transporte de Jalisco, explicó que aunque la infraestructura podría aliviar temporalmente el tráfico, “el corredor volvería a colapsar en un par de años”.
Soto advirtió sobre el fenómeno del tráfico inducido: “Conforme se va creando más infraestructura para el auto, se invita a la población a utilizarlo más”, señaló, recordando que la planificación urbana históricamente ha privilegiado el transporte motorizado sobre las personas.
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Guadalajara registra más de 2.9 millones de vehículos en el Área Metropolitana, y cada día se suman alrededor de 840 autos nuevos. Sebastián Vizcaíno, del colectivo Movilidad ITESO, puso en perspectiva la magnitud del parque vehicular: “Si reuniéramos todos los automóviles de Guadalajara en fila, se podría llegar dos veces a Tokio o dar media vuelta al planeta Tierra siguiendo la línea ecuatorial”.
El impacto ambiental es evidente: en 2024 se registró contaminación en siete de cada 10 días y, según Imeplan, el 70% de los gases de efecto invernadero en la ciudad proviene de vehículos motorizados, especialmente autos particulares y motocicletas. Soto calculó que serían necesarios 31 bosques del tamaño de La Primavera para absorber las 5.31 millones de toneladas de CO₂ que emiten los automóviles.
El tráfico no solo afecta la movilidad, también la salud. El CO₂ contribuye a enfermedades respiratorias, cefaleas y mareos, mientras que Jalisco registra aproximadamente 1,250 muertes al año por siniestros viales, además de unas 50 personas lesionadas por cada fallecimiento.
Pablo Montaño, de Conexiones Climáticas, recordó que la propuesta del segundo piso contradice el Plan de Acción Climática Metropolitano (PACmetro), reconocido por la ONU en la COP26. “No estamos pidiendo nada más que memoria”, dijo, recordando que en 2023 el gobernador Pablo Lemus se opuso públicamente a proyectos de este tipo, lo que hace aún más contradictoria la postura actual.
El conversatorio destacó también las experiencias de los estudiantes al transitar la ciudad. Entre sus demandas: falta de vías alternas desde el sur, inseguridad al caminar o usar transporte público, y carencia de infraestructura para adultos mayores o personas con discapacidad. Según los asistentes, Guadalajara no está diseñada para garantizar una movilidad libre, segura y accesible.
Los expertos coincidieron en que la solución va más allá de construir un segundo piso: proponen mejorar el transporte público, ampliar infraestructura peatonal y ciclista, regular mototaxis y fomentar desarrollos urbanos que reduzcan los traslados largos. Todo con el objetivo de construir una ciudad más segura, accesible y sustentable.