ESCRITO POR: Víctor López Velasco
Egresado de Ingeniería en Transporte – UPIICSA / Victor.Lopez.Velasco@outlook.es
¿Quién no desea tener una estación de Metro o una de Metrobús en la puerta de su casa? sin duda sería algo que, aunque no tenga datos sólidos para sustentarlo, muchos capitalinos responderían afirmativamente; sin embargo, muchas veces no es posible, y es que aunque se desee hacer una revolución inmensa, las cosas no funcionan así; la planificación urbana existente, la expansión demográfica o la topografía de una zona hace imposible que se puedan construir este tipo de obras, de allí que una iniciativa como el Cablebús sea un proyecto de valor, ya que permite llegar a zonas aisladas y de mayor rezago.
Justo este tipo de ideas son las que deben de imperar; se debe buscar la forma de alcanzar esta visión no solo para llegar a muchas zonas de la ciudad, sino para que alcance a muchas personas, y es que, como se menciona en párrafos posteriores, el número de viajes que se realizan en sistemas de baja demanda son muchos y muchos de estos seguirán siendo de las pocas opciones para llegar a algunos lugares y personas, por lo que se tiene que reestructurar su funcionamiento; su desarrollo debe acompañarse y los que existen deben modernizarse.
En las últimas dos décadas, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) ha experimentado un auge en la consolidación de servicios de transporte de alta y media demanda. El ejemplo principal es el crecimiento de los sistemas BRT (Metrobús), proyectos que han generado un cambio importante en la forma en la que las personas de la capital se movilizan, y si bien hay propuestas enfocadas en otras áreas como movilidad activa, movilidad empresarial o electrificación, y aunque se agradece que se busquen generar cambios relevantes en la forma en la que se realizan viajes en una urbe como la nuestra, no debe olvidarse que el transporte público concesionado como lo muestran los datos sigue siendo la forma más común de transporte en la ciudad; no obstante, que es el que más atraso tiene.
No se busca demeritar los cambios que se han tenido, más bien lo que se desea lograr es que las ideas implementadas tengan una visión más amplia, toda vez que si se logra un cambio en el paradigma de la movilidad muchos objetivos se alcanzarán más rápidamente y con más beneficios.
Generalmente se piensa que el transporte público concesionado solo es la unidad y un operador, pero lo cierto es que es un ente social, uno donde conviven centros de alimentación, de ocio, de compras; cerca del transporte siempre se encuentran elementos en movimiento y es por eso que debe verse como tal, es indispensable modificar el entorno para que los cambios que se efectúen tengan el resultado deseado, ya que se piensa o se cree que este tipo de modos son los generadores de problemas: lentitud en el tránsito, estancamientos viales, accidentes, pero la verdad es que en una vía mientras un autobús puede transportar a 90 personas, se requieren de al menos 23 vehículos privados para mover al mismo número de pasajeros. Los datos están allí y nos muestra la importancia de tener un enfoque que amplíe la gerencia que tienen estos sistemas en la vialidad.
Se deben regular los espacios públicos, convertirlos en centros que sigan siendo un punto de trabajo para muchas personas, pero no un problema para que la gente transite por ellos. Se deben mejorar y regular las paradas, ampliar las banquetas, profesionalizar el servicio, actualizar las unidades, hecho que ya está en marcha con el Programa de Chatarrización, y lo más importante generar guías, reglamentos, leyes y propuestas a favor de todos estos cambios.
Los cambios no vienen solos, sería genial que no tuviéramos que tomar decisiones o vernos involucrados en muchos de ellos, quien no quisiera eso cuando hablamos de mejorar, lo cierto es que esto no sucede y si se desean tener mejores sistemas de transporte, debemos participar; somos muchos los que convivimos con estos medios y somos muchos los que día a día batallamos con ellos, y aunque tal vez para la mayoría de las personas sea un tema menor, lo cierto es que cualquier idea, propuesta o mención ayuda y si más se suman, al final se puede hacer algo.
Desconozco qué vendrá después, desconozco las nuevas herramientas con la que se podrán contar, desconozco las ideas que se deseen implementar o el giro que las personas que estén en los lugares de poder vayan a dar, pero lo que sí sé, es que necesitamos dar un paso hacia adelante.
Necesitamos una visión más amplia y necesitamos mejores sistemas de transporte, sistemas que muchas veces no necesitan de una infraestructura tan grande, sino de una mejor normativa, de mayor control sobre los mismos, de más seguridad, de una mejor forma de acceder a ellos, porque como inicio este artículo, ¿quién no desea poder llegar rápidamente a su trabajo?, ¿quién no desea espacios más seguros, traslados más cómodos? Puede que para lograrlos tengamos que dar algo a cambio y puede que estos cambios tarden en llegar, pero si no empezamos ahora, entonces tardarán más, por eso debemos comenzar, por eso debemos generar un punto de inflexión.






































