Cuando iniciamos un proyecto, lo ideal es hacerlo de manera ordenada, para ello existen muchas técnicas, recetas y consejos que se pueden seguir; en virtud de lo que nos ha llevado a este punto, utilizaremos las más efectivas, aquellas que el manual considera infalibles, como declarar la misión y la visión de lo que aspiramos ser, hacer y lograr, en este caso, en el STPUP.
Al revisar la Ley de Movilidad, Seguridad Vial y Transporte del Estado de Jalisco, recién publicada en abril de 2022, se establecen numerosas intenciones con respecto al servicio, sin embargo, tanto la Ley como su Reglamento carecen de precisión en las cifras. Cito a continuación:
Artículo 3. Regulación de la Ley
1.- Las disposiciones de la presente Ley regularán:
IV. Que los servicios de transporte público se presten bajo los principios de: puntualidad, higiene, orden, seguridad, generalidad, accesibilidad, asequibilidad, uniformidad, continuidad, adaptabilidad, permanencia, oportunidad, eficacia, eficiencia y sustentabilidad medioambiental y económica.
Si bien es cierto que se mencionan estos principios sin cifras específicas, se vuelve un desafío definir qué significa exactamente “lo mejor”. Por esta razón, insisto en que si queremos llevar la definición que la Ley maneja en términos “políticos” a la realidad de los ciudadanos que desean desplazarse de un punto a otro de la ciudad, debemos respaldarla con cifras concretas.
Dicho esto, abordemos el tema principal ¿Qué debe contener y cómo determinar la Misión del STPUP?
Comienzo identificando 11 componentes esenciales que la misión institucional debe incluir:
- Mención de clientes.
- Productos o servicios.
- Mercados.
- Tecnología.
- Preocupación por la supervivencia.
- Crecimiento y rentabilidad.
- Filosofía.
- Autoconcepto.
- Preocupación por la imagen pública.
- Preocupación por los empleados.
- Preocupación por los accionistas.
Estos componentes son independientes de si se trata de una entidad pública o privada, si es lucrativa o no, una OPD o de Asistencia Social. Lo que es fundamental es que exista una razón de ser, un cliente que necesita un servicio, una compensación económica por proporcionarlo, eficiencia en su prestación y competencia en el mercado.
La Misión debe declarar los compromisos con los usuarios, los empleados, los ciudadanos, los concesionarios (en su caso) y todos aquellos afectados por el servicio. ¿Quién debe hacerlo? La Autoridad.
¿Qué compromisos estamos hablando?
Nos referimos a todo lo que se puede medir, al menos, los puntos establecidos en el Artículo 3, inciso 1, subíndice IV de la Ley mencionada anteriormente.
Al analizar detenidamente todos los compromisos que implica una declaración de Misión, comprendo por qué la Ley no los incluye. Los compromisos que las autoridades y los concesionarios deberían asumir hacia los usuarios y ciudadanos serían enormes, incluso si sólo consideramos lo más básico, como el grado de cumplimiento de los compromisos establecidos en la Ley.
Lo más significativo es que cumplirlos es tan sencillo como aceptar que se deben llevar a cabo. Comienza por documentar y declarar lo que encuentras, declara si eres puntual o no, si sigues la ruta indicada o no, si tienes suficientes unidades en funcionamiento para satisfacer la demanda del servicio o no, lo importante es declarar el nivel de cumplimiento y generar indicadores de desempeño.
¿Qué sucede si se hace esta declaración? ¿Qué ocurre si se vuelve transparente?
En primer lugar, se evidenciarían las fallas y errores en el STPUP, se podría determinar si el problema es de diseño, de ejecución, de gestión o si es ajeno al sistema. Se identificarían responsabilidades, ya sea del conductor, del concesionario o de la autoridad. Esto permitiría mejoras significativas en el sistema, ya que se contaría con información precisa y accesible para todos.
Es esencial establecer metas claras, comprensibles y alcanzables en todos los indicadores del STPUP. Esto permitiría a la autoridad establecer compromisos reales con los concesionarios y evitar la situación en la que “tú haces como que trabajas y yo hago como que superviso” ¿Será por esto que no hay una tarifa transparente?
Los efectos de un servicio de transporte público ineficiente van más allá de las tarifas bajas; afectan la circulación en la zona metropolitana, aumentan los tiempos de desplazamiento y contribuyen a la huella de carbono. Mejorar la calidad de vida de los ciudadanos debe ser el objetivo central.
Recuerda que todo lo que se puede medir se puede mejorar




































