La eficiencia urbana y el imaginario colectivo - Pasajero7

La eficiencia urbana y el imaginario colectivo

opnion romero

La definición más clara de ciudad inteligente es la de una comunidad que es eficiente, habitable y sostenible, tres aspectos que van de la mano.

Charbel Aoun

Es necesario iniciar clarificando el concepto de imaginario colectivo por lo que recurrí al trabajo de Asdrúbal Letechipía García, “El imaginario colectivo (IC) y la percepción de nuestro entorno”, en el que de manera sencilla define este concepto acuñado en 1960 por Edgar Morin.

Señala Letechipia que el IC no es otra cosa “que la inteligencia visual del mundo, formado y presentado por la cultura, como un conjunto de iconos físicos o virtuales, los que se dan a conocer gracias a una gran cantidad de medios que interactúan con una infinidad de representaciones mentales”.

Es importante señalar que las palabras nos evocan conceptos, y estos imágenes, hoy las autoridades del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) han dedicado la mayor parte de la narrativa del problema de la eficiencia urbana al equipamiento del transporte público, es decir, autobuses y todo lo relativo con la tecnología (ITS), lo que limita otros conceptos de la eficiencia urbana, como lo son la gestión vial y la de la planeación urbana.

Estoy cierto que son un gran avance las acciones realizadas por las autoridades, también estoy cierto que en las últimas administraciones poco se ha hablado del problema de la gestión vial y la planeación urbana, ambas pilares de la eficiencia de la ciudad. Es evidente que no solo las autoridades han limitado su narrativa, también los especialistas, los académicos y los colegios de profesionistas, pareciera que estos se limitan a reproducir la narrativa de las autoridades, es decir consolidan al IC.

Es claro que todo se mueve por la narrativa de las autoridades y lo replicado por los medios de comunicación, ambos son los principales artífices del imaginario colectivo. Por lo que una narrativa limitada, provoca que la sociedad solo vea el problema de la eficiencia urbana en el equipamiento del transporte público, dejando fuera de este enorme problema la eficiencia de las vías urbanas, compuesta por la gestión del desarrollo urbano y la gestión vial.

Recordemos que si tenemos una ineficiente infraestructura, su causa es la ampliación de la mancha urbana, los altos índices de motorización, los cambios de la densidad urbana, y la corta visión que han demostrado las autoridades responsables de su planeación, curiosamente desde la elaboración de los primeros planes de ordenamiento hasta la del POTmet que se realizó recientemente, la realidad siempre ha superado a estos. La pregunta obligada sería, ¿qué es lo que se está haciendo mal?, será la parte conceptual propuesta, o la estrategia legal o el control del ejecutivo (estado – municipio).

Si concebimos al IC como el entendimiento de la comunidad, algunas veces, este, será de manera positiva, cuando de forma integral la autoridad habla de la totalidad de los problemas, puntualizando sus causas y efectos y otras veces de manera negativa, cuando la autoridad limita la información y la sociedad que no es especialista en los problemas de la eficiencia urbana, absorben las creencias y símbolos que se construyen por la narrativa gubernamental y difundida por los medios de comunicación.

La manera en la que influye en la sociedad el IC, me permite confirmar que las autoridades intervienen en el sentir, desear y pensar sobre los problemas que padecemos los que habitamos el AMG. Regresando a la idea de que poco se habla de la eficiencia urbana, sería interesante tratar de conocer cuales son los motivos de privilegiar la narrativa del equipamiento del transporte, y desincentivar la narrativa de la eficiencia urbana.

Creo que los únicos que pudieran aclarar esta incógnita son las autoridades responsables

Poco se habla de los graves problemas de la eficiencia urbana (lo comenté en mi participación anterior) que padece el AMG , y de la importancia de enfrentarlos para tener una mejor calidad de vida. Este problema, al no formar parte del IC, nos hace suponer que  la realidad de este no es del conocimiento de la sociedad y poco puede influir en la transformación de nuestra ciudad.

Lo anterior nos hace reflexionar de la importancia que tiene el imaginario colectivo en la participación de los diferentes sectores de la sociedad. Si queremos tener una sociedad participativa, debemos de exigir a las autoridades que incremente la narrativa de los problemas, donde a través de palabras, conceptos e imágenes clarifiquen los verdaderos problemas que padecemos y las posibles soluciones que estos pudieran tener. Por lo que confirmó que el imaginario colectivo es una poderosa herramienta para transformar la eficiencia urbana.

Estaremos de acuerdo que hay pendientes por parte de las autoridades en lo referente a la eficiencia urbana, por lo que propongo que se debiera contar con una plataforma en la que se exponga el concepto de eficiencia urbana, cuáles elementos la componen, la situación que estos guardan, las acciones que se realizan, así como los impactos de estas en el problema. Esta plataforma permitirá a los colegios de profesionistas, universidades y medios de comunicación abrevar de información de primera mano y de manera conjunta con las autoridades generar el IC positivo.

Sabemos que los problemas de la eficiencia urbana, contrarios a tener un proceso de reducción o estabilización, siguen en incremento y hoy sus patologías siguen afectando la calidad de vida de los habitantes del AMG.

En conclusión, los diferentes sectores de la sociedad deberán exigir a las autoridades una narrativa más consistente en lo referente del desarrollo urbano y la gestión vial, donde podamos clarificar el por qué, después de 50 años de planeación del AMG no se han podido solucionar los problemas de eficiencia urbana.

La creencia de que AMG es una ciudad que permite a sus habitantes vivir con calidad de vida, es una falacia, que solo se podrá alcanzar cuando podamos decir que las funciones urbanas se realizan bajo los principios operativos, sociales y ambientales, adecuados para el desarrollo sustentable.