
La movilidad en México enfrenta un momento histórico con la próxima renovación de la junta directiva de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), que agrupa a los principales responsables de políticas de transporte en estados y municipios. Por primera vez, dos planillas competirán por la presidencia: Ricardo Serrano Rangel, actual presidente de la AMAM y coordinador de Movilidad de Aguascalientes, busca la reelección para dar continuidad a su proyecto, mientras que Daniel Sibaja González, secretario de Movilidad del Estado de México, busca por primera vez la titularidad de la asociación y propone una visión centrada en la coordinación interestatal y la movilidad inclusiva. Pasajero7 conversó con ambos aspirantes para conocer sus propuestas y perspectivas sobre el futuro de la AMAM.

¿Cuál es el diagnóstico actual de la AMAM?
Hemos avanzado mucho. La Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad ha crecido en comunicación y comunidad entre las autoridades estatales y municipales. Me parece que ya se consolida como un organismo líder de opinión en los temas que nos competen: movilidad urbana, políticas públicas de transporte, motocicletas y otras modalidades de movilidad personal.
Hoy la AMAM atraviesa un proceso que le permitirá consolidarse como un ente que ayude a las autoridades a perfeccionar la gestión de sus proyectos de movilidad y a vincular a los estados y municipios con la Federación, para impulsar los grandes proyectos que requiere el derecho a la movilidad reconocido en la Constitución.
Contamos con bases sólidas y un cuerpo asesor que apoyará a las autoridades, además de un consejo promotor y un grupo técnico-académico encargado de gestionar la información relevante para mantenernos actualizados. Creo que avanzamos como organización, y eso es muy positivo para la movilidad del país.
¿Qué papel juega la AMAM en el ecosistema nacional del transporte público y la movilidad?
La AMAM ha sido fundamental desde su creación en 2017, porque nos ha permitido participar de manera más activa en la transformación de las políticas nacionales. Un ejemplo claro es nuestra colaboración en la configuración del Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial, coordinado por la SEDATU y la SICT, con mesas de trabajo en temas como financiamiento, licencias y transporte público.
También participamos en la elaboración de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, surgida del Poder Legislativo Federal. En ese sentido, la Asociación se ha convertido en un vínculo entre las necesidades regionales y las expectativas del Ejecutivo y el Legislativo para la creación de normas y leyes generales.
Desde esta gestión propusimos un repositorio que concentre proyectos exitosos, leyes y reglamentos en los que hemos participado. Esto permitirá a los estados acceder a información útil, ahorrar recursos y fortalecer su labor legislativa. Si lo consolidamos, será un eslabón clave para seguir transformando el marco jurídico de la movilidad en México.
¿Cuáles son las fortalezas y los retos actuales de la AMAM?
Como fortaleza, hemos crecido mucho en comunidad. La AMAM es hoy un espacio seguro, donde aprendemos de otros y adaptamos experiencias exitosas a nuestras realidades locales. También contamos con un cuerpo técnico que nos mantiene actualizados y una participación activa con los poderes Legislativo y Ejecutivo Federal.
El principal reto es fortalecer la sostenibilidad financiera de la Asociación y sumar a los estados que aún no forman parte. Necesitamos garantizar estabilidad a largo plazo, cubrir gastos operativos, estudios y difusión, y seguir siendo un referente nacional en materia de movilidad.

¿Cuál es el diagnóstico actual de la AMAM?
La AMAM es una institución que está comenzando a generar algo fundamental: institucionalizarse. Hoy tenemos una oportunidad histórica con la creación del Sistema Nacional de Movilidad, impulsado por la SEDATU y la SICT. Este momento permite una mayor coordinación entre los estados y abre la posibilidad de diseñar, en conjunto, una nueva estrategia nacional de movilidad.
El gobierno 2024-2030 está apostando por los trenes y por una movilidad distinta. Es una oportunidad histórica para fortalecer la interlocución entre dependencias y lograr que los sistemas estatales tengan un impacto real desde la Federación. El desarrollo ferroviario, los mexicables y los cablebuses transformarán distintas regiones del país, y la nueva figura de la Agencia de Transporte Integrado, encabezada por el maestro Lajous, representa una nueva etapa en la política federal. En ese contexto, la AMAM debe ser parte del engranaje institucional que busque un solo objetivo: cambiar la vida de la gente.
¿Qué papel juega la AMAM en el ecosistema nacional del transporte público y la movilidad?
La AMAM juega un papel clave en la armonización de leyes y reglamentos en materia de movilidad y seguridad vial. Reúne a las autoridades del país para compartir experiencias, retos y soluciones, consolidándose como una plataforma de coordinación técnica y política que impulsa la implementación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, adaptada a las realidades de cada entidad.
Actúa como puente entre los gobiernos estatales y federal, promoviendo marcos normativos coherentes que fortalezcan sistemas de transporte más seguros, eficientes y sostenibles. También es un espacio de diálogo donde se construyen consensos y estrategias conjuntas para enfrentar los desafíos de la movilidad en México.
A través de mesas de trabajo y asesorías especializadas, la AMAM brinda herramientas para modernizar los sistemas de transporte y fortalecer la institucionalidad del sector. Se consolida así como una red de apoyo que impulsa la profesionalización de las autoridades y la adopción de políticas públicas con visión nacional.
¿Cuáles son las fortalezas y los retos actuales de la AMAM?
El principal reto es también nuestra mayor oportunidad: fortalecer la gobernanza. Debemos generar una nueva forma de articular e implementar políticas públicas basadas en capacitación, aprendizaje y colaboración entre autoridades. La AMAM debe ser una institución que no solo comparta conocimiento, sino que también forme y capacite a quienes la integran.
Necesitamos aprender de los modelos exitosos —como los de Ciudad de México, Jalisco o Yucatán— sin copiar, sino adaptando lo que funciona. También es clave aprovechar las cooperaciones técnicas con organismos internacionales como el BID, el Banco Mundial, los fondos verdes y la Unión Europea, que pueden financiar proyectos y estudios conjuntos.
Finalmente, es indispensable equilibrar lo técnico con lo político. Los proyectos deben tener solidez técnica y no solo voluntad política, porque de ello depende su sostenibilidad y el buen uso de los recursos públicos. La electromovilidad, por ejemplo, no debe verse como una moda, sino como parte de un sistema integral que realmente funcione para la gente.
Para saber
- La Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM) es una iniciativa de gobiernos estatales y municipales, apoyados por el Instituto de Recursos Mundiales México A.C. (WRI México) y la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, A.C. (ANPACT).
 - Desde el 25 de enero de 2017 trabaja para mejorar la movilidad y el transporte público en México, mediante el trabajo conjunto entre autoridades municipales y estatales, el fortalecimiento y la generación de políticas públicas locales y federales.
 - La integran 25 estados, y 8 municipios; y hay 3 entidades más en proceso de adhesión o ratificación de acuerdo al reporte de febrero del 2025.
 
¿Cuáles son los grandes proyectos que impulsa en este momento la AMAM? ¿Y de reelegirse, hay algún otro o algo en específico en lo que te interesaría estar impulsando?
Hay cosas muy interesantes. Hemos avanzado con los proyectos del plan anterior de la mesa directiva, integrada por Michoacán, Aguascalientes y Quintana Roo, buscando una visión internacional. Realizamos una primera misión a Colombia, donde los participantes pudieron observar la gestión del transporte público urbano desde las perspectivas pública, privada y federal. También desarrollamos la Agenda 2024–2030, que entregué personalmente a la presidenta durante una visita a Aguascalientes, para mostrar la visión de la AMAM y contrastarla con los planes nacionales.
Asimismo, fortalecimos el área académica con cursos, seminarios y webinars que brindan herramientas a los responsables de la movilidad en el país. Incluso realizamos un curso de especialización en Aguascalientes, con metodología tipo IPADE o Harvard, abordando casos prácticos de distintos estados. Esto ha generado una dinámica de trabajo constante y colaboración entre los estados, con reuniones y encuestas para conocer sus necesidades y expectativas.
Si me reeligiera, me interesa dar continuidad a estos programas y avanzar en equidad de género, misiones internacionales y capacitación técnica de los equipos. Queremos consolidar una AMAM joven, formada por cuerpos técnicos que gestionen modelos de trabajo innovadores y profesionales, fortaleciendo la gestión de la movilidad en cada entidad. Además, buscamos seguir trabajando en la armonización de leyes estatales con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial y avanzar en la creación de un Fondo Nacional para el Transporte Público creado por los estados, que permita financiar estudios, proyectos y modelos de transporte urbano colectivo.
¿Cómo nace tu interés o cuáles son las razones que te llevan a buscar la reelección de esta presidencia?
Estoy muy motivado porque he encontrado que se pueden lograr cambios reales. He visto cómo los proyectos que impulsamos transforman la movilidad en los estados y generan beneficios para la ciudadanía, no solo en transporte, sino también en derechos como salud, educación y trabajo. La AMAM se ha convertido en un espacio seguro y colaborativo, donde podemos dialogar y resolver problemas en conjunto, fortaleciendo la coordinación entre estados y la Federación.
Finalmente, hay algo sobre la AMAM que no te he preguntado y quisieras mencionar?
He observado cómo los cambios pequeños generan grandes soluciones. Me motiva profesionalizar el sector, involucrar a más mujeres en la conducción y dirección, y consolidar a la AMAM como un espacio que impulse la movilidad como derecho. La cooperación entre estados, con apoyo técnico y académico, permite que los proyectos tengan mayor impacto y que la gestión de recursos sea más eficiente. Como siempre digo, una gota de agua sola no es nada, pero unidas forman un océano; así construimos y financiamos los proyectos que el país necesita.

¿Cuáles son los grandes proyectos que impulsa en este momento la AMAM? ¿Y de ser elegido como Presidente, qué temas te interesaría estar impulsando?
Sin duda, hay varios temas importantes. Primero, está el impulso a los transportes integrados, especialmente los trenes, que antes no se consideraban en la AMAM. Hoy con los proyectos de trenes federales, el impacto llegará a gran parte de la población, y es fundamental integrarlos con los sistemas urbanos, conectando periferias y centros mediante intermodalidad. Creemos que la AMAM puede sumar valor en este proceso y asegurar que esta inversión histórica genere un verdadero impacto en la vida de la gente.
Otro tema es la certificación de motociclistas, un área donde somos punta de lanza junto con la Ciudad de México. La seguridad vial y el control de licencias son fundamentales, y la coordinación nacional en estos temas ha dado resultados importantes. También vemos oportunidades en la mejora del recaudo y en la creación de sistemas de gestión de transporte público (GTF) a nivel metropolitano, con plataformas intersectoriales e interestatales que optimicen recursos y datos.
¿Cómo nace tu interés en buscar la presidencia de la AMAM?
El interés nace del contexto político y de la necesidad de sinergia con las autoridades. La AMAM nunca ha sido presidida por un estado que gobierne la mayoría de las entidades, y creemos que tenemos la capacidad de generar una interconexión más rápida y eficiente, desde la humildad y el compañerismo.
Además, buscamos ir más allá de las ciudades principales, incluyendo a regiones marginadas, y aprovechar la experiencia acumulada de la AMAM para replicar buenas prácticas y fortalecer la integración regional, del norte, centro y sur. También buscamos mejorar la relación con el gobierno federal y la Agencia del Transporte Integrado, un actor que hoy es clave en la coordinación de proyectos.
Finalmente, hay algo sobre la AMAM que no te he preguntado y quisieras mencionar?
Siempre que me preguntan qué es la AMAM, respondo que es como la CONAGO de la movilidad, un espacio para compartir conocimiento, aprendizaje y capacitación, aprender de las buenas prácticas y también de lo que no se debe hacer. Frente a un gobierno que apuesta por un transporte público integrado y sistemas de movilidad más eficientes, la AMAM tiene la oportunidad de participar activamente, asegurando que los proyectos sean exitosos y que los sistemas aprendan tanto de aciertos como de errores, ahorrando tiempo, recursos y esfuerzo para todos los estados.

                                                                    
































