Participación ciudadana: Un eje primordial para la toma de decisiones en los proyectos de transporte público - Pasajero7

Participación ciudadana: Un eje primordial para la toma de decisiones en los proyectos de transporte público

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Escrito por: Víctor López Velasco / Egresado de Ingeniería en Transporte – UPIICSA/ Victor.Lopez.Velasco@outlook.es

El transporte vive inmerso en múltiples elementos técnicos, ambientales, tecnológicos, económicos, a veces políticos, y mayormente sociales (participación ciudadana), aunque este último muchas veces es el menos considerado, sin embargo, es el que tiene el lugar más importante a la hora de poner proyectos e ideas en marcha.

Partiendo de una definición básica, se denomina al transporte en general como “Un proceso tecnológico, económico y social que tiene la función de trasladar en el espacio a personas y bienes, o sea, para llevar satisfactores a necesidades distantes o viceversa, para vencer las barreras de tiempo y espacio, de tal forma que se conserven ciertas propiedades cualitativas de ambos.” (Muñoz de Luna, 1976).[1]

Se preguntaran porque el hincapié en mostrar una definición, lo cierto es que en su visión más general se muestra la importancia de la parte social, muestra que el transporte es un ente de múltiples dimensiones y que cada una es fundamental que se analice y se tome en consideración; no se puede tener un buen proyecto si alguno de ellos se omite o no tiene el lugar que le corresponde.

Ahora bien, los proyectos de movilidad nacidos en los últimos años han dado más peso a esta parte, se ha buscado una mayor participación social, pero lo cierto es que en muchos de ellos no existe una consulta ciudadana o bien cuando los contemplan su aportación y participación no se ve reflejado en el desarrollo final de los mismos. Lo que sin duda da origen a que algunas intervenciones en materia de movilidad y de transporte no tengan el impacto esperado, se presenten múltiples contratiempos o en el peor de los casos se cancelen.

¿Cuántas veces no hemos escuchado que vecinos, comunidades y diversos grupos sociales se oponen a la implementación de algún proyecto de transporte?, justo ahora como el caso del Tren Maya, en donde existen muchas discrepancias en el mismo o bien resulta una controversia por el excesivo tiempo para inaugurar un proyecto como lo ha sido el tren suburbano México-Toluca. Todos ellos presentan múltiples problemas, entre ellos el de la participación ciudadana.

Se debe tener presente que el desarrollo e implementación de los sistemas de transporte público se realizan a partir de las necesidades sociales, de las personas, de allí la importancia de ver su participación como un eje central para la realización de dichos proyectos.

La sociedad debe ser escuchada, participar y opinar en temas de movilidad, y no se diga transporte, y aunque probablemente muchas de las menciones tengan una percepción empírica, son justas estas las que hacen que una obra tenga un valor más alto, además, obliga a los responsables en desarrollar proyectos de transporte público a dar respuestas más profundas y hacer labores más detalladas.

Del mismo modo, se debe entender que la participación va más allá de dar una opinión o hacer una mención, tiene que tener un carácter conmutativo para que funcione. De nada sirve que se creen espacios para que se puedan desarrollar soluciones integrales sobre movilidad si nadie participa. Está bien buscar cambios, pero se tiene que comenzar dando un paso, se tiene que ser parte de lo que se desea modificar para que funcione. De igual manera que debemos exigir nuestro derecho a una movilidad digna, derecho que está establecido en el Artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos[2]; también tenemos que asumir que somos parte de ella.

Son múltiples los cambios que se tienen que llevar a cabo en las ciudades para que estas puedan ser prósperas, y son cambios en donde intervienen muchos elementos, algunos de ellos no se relacionan directamente con el transporte, sin embargo, hay otros en los que sí se puede intervenir y sobre todo se debe hacer; actualización del parque vehicular, accesibilidad universal, infraestructura peatonal y ciclista, implementación de sistemas de transporte de alta y media capacidad, rescate de espacios públicos, políticas públicas en relación al medio ambiente e infraestructura para mejorar la seguridad vial.

Cada uno de los elementos representa un área de oportunidad que necesita de participación ciudadana, de su enfoque para poder solventar las necesidades que estas tienen, ya que muchas veces se cree que las mejores decisiones se toman detrás de un escritorio, pero no es completamente cierto; mientras se tenga una visión más amplia los resultados siempre serán mejores, porque de esa forma se darán respuestas a más preguntas y sobre todo a más personas.

Se debe comenzar a construir una visión enfocada en la participación ciudadana, una que tenga fuerza y sobre todo sea pilar para la toma de decisiones en México, porque al final de todo es la población la que vive el día a día las iniciativas que se implementan, además, se deben generar espacios para una continua retroalimentación. Muchas veces se pueden ver proyectos que tienen una gran apertura, pero que a los pocos meses ya no son usados o simplemente han surgido nuevas áreas de oportunidad, de allí la importancia de disponer de grupos de participación para poder dar pautas a estas observaciones u opiniones e implementar soluciones en beneficio de las entes que las necesiten.

No se busca que el día de mañana seamos expertos en temas de movilidad, porque ser un especialista lleva tiempo, pero se confía en que este tipo de acercamientos ayuden a visualizar la importancia de involucrarse en temas de transporte y entender por parte de todos lo que se relacionan con él, que se necesita de cada uno de ellos para hacer que una idea dé los resultados esperados, porque al final todos queremos mejores modos de transporte.