
México se encuentra en un momento clave para transformar su movilidad urbana y regional. La colaboración entre el sector público y privado se ha consolidado como un motor estratégico para implementar políticas públicas que busquen conectar regiones, fortalecer economías y garantizar el derecho de la población a desplazarse de manera digna. En este contexto, MOBILITY ADO se ha posicionado como un aliado clave para trasladar las políticas del Plan México 2030 a acciones concretas y medibles.
Durante la segunda edición del Foro Ruta México 2025, organizado por la empresa y que reunió a representantes gubernamentales, operadores y especialistas, se discutieron los avances, retos y oportunidades para construir un sistema de transporte más moderno, limpio e incluyente. Según Carlos Toulet, líder de Asuntos Externos de MOBILITY ADO, “todos coincidimos en hacia dónde hay que ir. Ya hay muchos años de consenso, ahora toca entrarle a la acción. Este foro que llamamos Ruta México nació justamente para construir las condiciones que permitan avanzar”.
El llamado a la acción no es casual. En México, aunque la planeación y el consenso sobre la dirección de la movilidad urbana y regional han existido durante años, todavía queda el gran desafío de pasar de la teoría a la práctica. Toulet enfatizó que uno de los aspectos más críticos es fortalecer las capacidades institucionales de gobiernos estatales y municipales, para que puedan diseñar, operar y mantener sistemas de transporte eficientes y sostenibles. “Aún faltan herramientas institucionales y regulatorias que den certeza a la inversión y garanticen servicios de calidad, accesibles y sustentables”, explicó.
La movilidad en México se consolida como un derecho humano y un motor de desarrollo, donde la experiencia del usuario se coloca en el centro de las decisiones.
Hacia un marco legislativo moderno y colaborativo
La transformación de la movilidad en México no puede ocurrir de manera aislada. Durante el foro, el senador Emmanuel Reyes Carmona, secretario de la Comisión de Zonas Metropolitanas y Movilidad, destacó que desde el Senado se trabaja en la actualización de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, para adaptarla a la visión de desarrollo planteada en el Plan México 2030. Según el legislador, “no pueden ser esfuerzos aislados. Necesitamos que los distintos niveles de gobierno y la industria trabajen juntos para mover a México e interconectar a todas y todos mediante sistemas eficientes”.
Este enfoque busca consolidar una estrategia nacional que promueva sistemas de transporte interconectados, modernos y sostenibles, donde la cooperación entre gobierno, iniciativa privada y sociedad civil permita superar los problemas históricos de fragmentación en el transporte urbano y regional.
Experiencia que genera resultados
La experiencia de MOBILITY ADO respalda su papel como referente en la implementación de soluciones integradas. Desde el Metrobús Línea 3 en Ciudad de México hasta los proyectos de electromovilidad en Yucatán, pasando por la planificación de corredores urbanos y regionales, la empresa ha demostrado que la colaboración público-privada puede generar resultados concretos y replicables.
Toulet destacó que Ruta México funciona como una plataforma de acción y conocimiento, integrando experiencias nacionales e internacionales para consolidar al transporte público como columna vertebral del desarrollo urbano. La clave, advirtió, es que los proyectos no solo contemplen la infraestructura, sino que estén acompañados de procesos de gestión, regulación y operación que garanticen eficiencia y calidad del servicio.
La electromovilidad y la modernización del transporte ferroviario son ejes estratégicos del Plan México 2030, impulsando eficiencia, sostenibilidad y reducción de emisiones.
La electromovilidad como eje del Plan México 2030
Un tema recurrente en el foro fue la electromovilidad, reconocida como una de las piezas clave del Plan México 2030. Según Rodolfo Osorio, coordinador de Electromovilidad en la Secretaría de Economía, la transición hacia sistemas eléctricos no es solo una cuestión de renovar la flota vehicular: “Implica una transformación de fondo. No se trata solo de adoptar vehículos eléctricos, sino de reconfigurar por completo el ecosistema industrial de producción y transporte”.
El funcionario subrayó que se ha demostrado que la electrificación de rutas es viable, rentable y socialmente benéfica, con ejemplos concretos en Mérida y Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. No obstante, identificó retos importantes, como la ampliación de los mecanismos de financiamiento y la aceleración en la instalación de infraestructura de carga eléctrica. Además, la Secretaría de Energía trabaja para que al menos 30% de la energía utilizada en transporte provenga de fuentes renovables hacia 2030.
Para Osorio, la clave es que los proyectos de movilidad estén alineados con el derecho humano a desplazarse libremente y de manera digna, un concepto que se consolidó como eje de la agenda nacional durante el foro. “Por ello, no cabe duda de que es fundamental este trabajo en conjunto entre los tres niveles de gobierno, la iniciativa privada, la sociedad civil y la academia”, indicó.
Profesionalización y enfoque en el usuario
Otro punto destacado por los participantes fue la necesidad de profesionalizar a todos los actores involucrados en movilidad, no solo a los operadores, sino también a las autoridades. Francisco Trueba, director de Movilidad Urbana en MOBILITY ADO, señaló que “reconocemos abiertamente una necesidad de profesionalizarnos todos. Por supuesto, nosotros como operadores, pero también las autoridades, para que podamos llevar los proyectos de movilidad a un terreno de la ingeniería, a un terreno del diseño de rutas, a una gestión de la velocidad comercial”.
Trueba enfatizó que el objetivo final de cualquier proyecto de transporte debe ser mejorar la calidad de vida del usuario, colocando sus necesidades en el centro del debate sobre movilidad: “Es la forma de garantizar que el transporte público cumpla su función social y contribuya al desarrollo de las ciudades”.
Se requiere fortalecer capacidades institucionales, regulación clara y esquemas de financiamiento, para garantizar continuidad y éxito en los proyectos de transporte de largo plazo.
Transformación del transporte ferroviario
La movilidad no se limita al transporte urbano: el ferrocarril también juega un papel estratégico en la interconexión de regiones. Andrés Lajous, titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), anunció que el organismo cambió de nombre para convertirse en la Agencia de Trenes y Transporte Público Integrado, un reflejo del enfoque más amplio en movilidad multimodal.
Lajous presentó los avances y planes de la agencia, destacando la recuperación de los trenes de pasajeros y citando el éxito del Tren Maya y el Tren Interoceánico como ejemplos de que “sí se pueden construir trenes en nuestro país”. El Plan 2025–2030 contempla dos grandes líneas: una con origen en Ciudad de México y otra en Nuevo Laredo y Nogales, conectando el centro y norte del país, rutas hacia el Pacífico mexicano y servicios interurbanos hacia Pachuca.
Además, se construirán vías paralelas a las existentes de carga, aprovechando el derecho de vía, lo que permitirá aumentar la eficiencia y alcanzar velocidades de 160 a 200 km/h, mientras que las estaciones estarán diseñadas para facilitar la conexión con el transporte público local, garantizando una movilidad fluida dentro de las ciudades. Lajous aseguró: “Es lo que estamos buscando con estos proyectos, sustituir los viajes que se hacen en autobús para que se realicen en trenes, es una forma más eficiente para moverse y cómoda para el usuario”.
Retos y oportunidades: un enfoque integral
El foro evidenció que, aunque México ha avanzado en consenso y planeación, aún enfrenta retos significativos:
- Fortalecimiento institucional y regulatorio: los gobiernos estatales y municipales necesitan herramientas que les permitan operar sistemas de transporte eficientes y garantizar la sostenibilidad de las inversiones.
 - Financiamiento y tecnología: la expansión de la electromovilidad requiere nuevos esquemas de financiamiento, infraestructura de carga eléctrica y capacitación tecnológica.
 - Interconexión de sistemas: los esfuerzos deben ser integrales, vinculando transporte urbano, regional y ferroviario, para garantizar movilidad fluida y accesible.
 - Enfoque en el usuario: profesionalización de operadores y autoridades, planificación de rutas, velocidad comercial y calidad de servicio deben priorizar la experiencia del pasajero.
 
Al mismo tiempo, la integración público-privada y la experiencia de operadores muestran que los modelos colaborativos son viables y pueden convertirse en referentes de movilidad sostenible. Los proyectos de electromovilidad, corredores urbanos y recuperación ferroviaria evidencian que las políticas públicas bien ejecutadas pueden mejorar la economía, la conectividad y la calidad de vida de la población.
La ruta hacia 2030: movilidad sostenible y conectada
La discusión en Ruta México 2025 dejó claro que el camino hacia 2030 requiere combinar visión estratégica, recursos adecuados y cooperación interinstitucional. La movilidad debe entenderse como un derecho humano, un motor de desarrollo económico y social, y un eje de modernización industrial. En palabras de Toulet: “Aspiramos a una movilidad que garantice el derecho humano a moverse libre y dignamente. Esa es la ruta que debemos seguir”.
En paralelo, la experiencia internacional y las mejores prácticas nacionales sugieren que la transición hacia sistemas eléctricos y multimodales, el fortalecimiento de la regulación y la interconexión de ciudades y regiones, son factores clave para transformar la movilidad en México. La implementación de corredores urbanos integrados, trenes de pasajeros modernos y flotas eléctricas contribuye no solo a la eficiencia y sostenibilidad, sino también a reducir la congestión y mejorar la calidad de vida urbana.
Ruta México 2025 funcionó como una plataforma para intercambiar experiencias, definir estrategias y visibilizar desafíos, destacando la importancia de la colaboración entre sectores y niveles de gobierno. Los participantes coincidieron en que el país cuenta con las condiciones para avanzar hacia un sistema de transporte más moderno y sostenible, pero que esto requiere acción inmediata y planes concretos de ejecución.

Con una visión clara, cooperación interinstitucional y experiencia consolidada, México tiene ante sí la oportunidad de transformar su movilidad urbana y regional, conectando ciudades, regiones y personas, mientras construye un sistema de transporte más justo, eficiente y sostenible para todos.
La colaboración público-privada y la profesionalización de operadores y autoridades son fundamentales para implementar soluciones integradas de movilidad urbana y regional.
                                                                    
































