La Movilidad, pilar de la economía de las ciudades - Pasajero7

La Movilidad, pilar de la economía de las ciudades

la movilidad como pilar

Los sistemas de movilidad en las ciudades son la columna vertebral mediante la cual millones de personas pueden acceder a productos, servicios, llegar a sus trabajos, acudir a servicios médicos y centros escolares; a decir de los expertos, la movilidad es vital para el desarrollo económico de las comunidades, y un factor básico para disminuir las diferencias respecto al acceso a las oportunidades entre personas de diferentes estratos sociales.

De acuerdo con números de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), El 56% de la carga nacional de productos se mueve por tierra, el 71% del comercio que se da entre Estados Unidos y México se conecta vía terrestre, y es por esta misma vía que re realiza el 100% del reparto y distribución de los productos.

Si nos enfocamos en el transporte de personas – que es el tema en el que se especializa Pasajero7- hay que destacar que en México alrededor del 70% se mueven en transporte público, y solo 30% en autos privados; pese a los números antes mencionados y el impacto de la movilidad en el acceso a las oportunidades, los sistemas de transporte público en su gran mayoría son ineficientes, obsoletos e inseguros; y aunque en el discurso de los tomadores de decisiones el transporte colectivo figura como un tema prioritario, de acuerdo con la Asociación Méxicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), “el 75% de la inversión en movilidad de los últimos años se ha hecho en infraestructura para el automóvil”.

Abel López Dodero, especialista senior en Transporte Urbano para el Banco Mundial, señala que “una ciudad que tiene un mal transporte público ve mermada su productividad y ve frenadas las inversiones ya que no es atractiva para la implementación de nuevos proyectos económicos”.

Nicolas Rosales, presidente de la Asociación Méxicana de Transporte y Movilidad (AMTM), considera que “a medida que más personas acuden a las ciudades, las carreteras congestionadas, los costosos viajes diarios y la falta de opciones de transporte confiables están trastornando las economías urbanas. El transporte es esencial para mejorar la eficiencia e igualdad social de las ciudades”.

Son pocos los gobiernos en México que han comenzado a apostar e invertir en sus sistemas de transporte urbanos, a entenderlo como un servicio público básico para la comunidad y a respaldar con presupuesto y proyectos lo que señala la Constitución Mexicana como un derecho humano, la movilidad. 

Para Ernesto Vite Tello, transportista del Estado de México, “no se puede cerrar el círculo virtuoso de la economía de cualquier país sin el transporte en general; siendo el sistema urbano que mueve a las personas el elemento fundamental, ya que las tecnologías y los materiales sin la intervención humana no podrían alcanzar su fin o valor fundamental”.

Por su parte Eleonora Pasos, de la oficina de la Unión Internacional de Transporte (UITP) en Sao Paulo, Brasil, resalta que “el desarrollo económico y la eficiencia de las ciudades depende de la movilidad, y no hay duda de que la movilidad tiene la capacidad de traer una nueva dinámica a las ciudades; sabemos que la ciudades que invierten en transporte público son ciudades más eficientes y que traen una nueva economía.

“Además de todo, el sector transporte público es uno de los que más se emplea, y emplea con un dinamismo que cada vez más necesita de mano de obra, en diferentes niveles de sofisticación, lo que nos trae también una riqueza económica, no solo para tener más empleos en la ciudades, sino también una capacidad de traer nuevas actividades de desarrollo. La Organización Internacional del Trabajo, también menciona que la tarea del sector transporte es un trabajo verde, es decir, la movilidad permite una actividad más intensa de trabajo y desarrollo”.

La ruta es el subsidio y la tarifa

La modernización del transporte público en México corre de manera muy desigual en las diferentes comunidades, si bien son las menos, hay ciudades que han avanzado significativamente en la consolidación de empresas de transporte, modernización de su flota vehicular, integración de nuevas tecnologías, capacitación de su personal, e integración de los diferentes modos de transporte; sin embargo, aproximadamente 80% de las rutas que operan en el país lo hacen aún bajo el modelo hombre-camión y en unidades que ya cumplieron su vida útil.

Ante esta realidad tan dispar, Abel López Dodero, refiere que es necesario comenzar a valorar el tema del subsidio, pues aunque en México es un aspecto delicado políticamente, en los países de primer mundo, en aquellos que hay sistemas de transporte público de primera calidad y los habitantes los utilizan como su medio principal para llegar a su destino, estos son subsidiados con recursos públicos, y usar el vehículo particular resulta muy caro.

“No hemos utilizado la fórmula completa para lograr los sistemas de transporte que hay en otros países, no hemos logrado que el servicio sea atractivo, y la fórmula que se usa en este país está un poco desbalanceada. Hay que invertir en transporte público, si, pero se nos olvida que el transporte en las ciudades europeas está subsidiado, y en México el subsidio no es una política universalmente adoptada, sabemos que hay sistemas que tienen algún nivel de apoyo o subsidio en la Ciudad de México, Guadalajara, y otros, sin embargo no hay una fórmula estandarizada, que establezca qué es lo que debe subsidiar el gobierno”.

López Dodero considera que el subsidio debe darse acompañado de contratos más detallados y estrictos con quienes tienen unidades particulares, es decir, que establezcan los estándares de calidad que se deben cumplir para poder acceder a los apoyos y para eso también se requiere que en los puestos públicos se designen perfiles técnicos, especializados en temas ef movilidad.

Por su parte, Manuel Molano, economista y asesor en temas de competitividad, apunta que el subsidio es necesario para mejorar el transporte público, igual que una nueva política tarifaria.

Creo que cuando se refieren a un buen sistema de transporte es inevitable hablar de las tarifas que deberían verse con un carácter más técnico; podemos ver que en el Metro de la Ciudad de México el tema de la tarifas es totalmente político, mientras que en el Metrobús es una situación diferente, sin embargo, la tarifa no está cubriendo las exigencias de contar con sistemas de transporte de esa naturaleza.

“Creo que es necesario concientizar a la ciudadanía sobre la importancia y el impacto de las tarifas y cómo funciona, ahora si no se quiere cobrar la tarifa técnica porque impacta en la finanzas de la población, pues entonces se tendrán que cobrar más impuestos para poder apoyar el servicio de transporte”.

De acuerdo con cifras de la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, 6 de cada 10 trabajadores perciben menos de 8,503 pesos mensuales y destinan en promedio 19.3 por ciento del gasto corriente de las familias al transporte.

Además del recurso económico que los usuarios destinan, la mala calidad del transporte y la mala planeación de las ciudades, generan que se pierdan horas de vida en el trayecto. Los datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), revelan que, en promedio a nivel nacional, una persona que viaja en transporte público pasa 432 horas al año en el tráfico en sus traslados entre el trabajo y casa; quienes utilizan automóvil invierten hasta 264 horas al año.

Ciudades caminables y sustentables

Frente al cambio climático y para mejorar la calidad de vida de quienes habitan las ciudades, los entrevistados coinciden en que se debe apostar por comunidades enfocadas a las personas, caminables, con transporte sustentable, con vías eficientes y con políticas públicas que desincentiven el uso del auto particular; de lograr mejores sistemas de transporte se  obtendrá:

  • Ahorro en sistemas de salud
  • Mayor acceso a los servicios y   oportunidades de desarrollo.
  • Una movilidad más económica para los trabajadores.
  • Mayor número de horas productivas x hombre.
  • Mayor convivencia familiar  y mejor calidad de vida.

Movilidad y calidad de vida

Desde el punto de vista micro de los hogares, un buen sistema de movilidad y transporte ayuda a que sus integrantes puedan aprovechar la mayor parte de los beneficios que ofrece el espacio de la urbe. Especialmente en aquellas ciudades en donde el transporte se contempla como un derecho, y está convenientemente subsidiado, sus habitantes pueden desplazarse a los comercios, centros culturales y de ocio, centros laborales y educativos, con facilidad, y sin un menoscabo para sus presupuestos familiares.

A decir de Calonge Reillo, “en esa medida, el transporte público se convierte en un eje impulsor de la inclusión social, al equiparar, en términos de accesibilidad espacial, a todos los ciudadanos independientemente de cuál sea su clase social. Si, conjuntamente con su bajo costo, el transporte es eficaz, la población laboral y escolar puede aspirar a trabajar y educarse más allá de las fronteras de sus vecindarios, y aprovechar las ventajas de los mejores centros laborales y educativos, por distantes que se encuentren”.

“La movilidad y el transporte pueden considerarse un pilar de la economía de las ciudades, tanto si tomamos en cuenta el funcionamiento de las actividades económicas de la ciudad, como si consideramos las economías familiares de los hogares. Desde el punto de vista del agregado urbano, la garantía de un transporte eficiente impide que se formen cuellos de botella en el funcionamiento de las principales actividades económicas de una comunidad. Que los desplazamientos y viajes cotidianos se desarrollen de forma puntual, ordenada y eficaz facilita que los trabajadores lleguen sin contratiempo a sus trabajos, impidiendo que se generen retrasos y bloqueos en las cadenas de producción y de servicio.

“Además, un buen sistema de transporte es garantía de que la ciudad funciona como una entidad en donde se complementan y armonizan sus diferentes centros y sectores, de forma que los comercios, almacenes, industrias y el resto de espacios de producción están debidamente coordinados”, agregó, Fernando Calonge Reillo, coordinador de la Maestría en Movilidad Urbana, Transporte y Territorio de la Universidad de Guadalajara (UDG).

El dato

“La industria de autotransporte no solo genera 6% del PIB y 2.5 millones de empleos, sino que es el medio por el cual, millones de mexicanos llegan a su centro de trabajo, escuela o comunidad. El transporte y una movilidad eficiente amigable con el medioambiente, tiene la capacidad, de cambiar la forma de vida de millones de personas para bien, reducir sus tiempos de traslado y hacer de su día una experiencia más amigable e incluyente”: ANPACT