
Frente al aumento constante en los tiempos de traslado y el déficit estructural del transporte público, el Gobierno de Nuevo León necesita trabajar de manera coordinada con todos los sectores sociales para afrontar la crisis de movilidad que afecta a miles de personas cada día, advirtió Luis Ávila, director de la organización Cómo Vamos Nuevo León.
Durante una entrevista con Telediario Radio, Ávila señaló que el problema no solo es responsabilidad del gobierno estatal, sino que la falta de soluciones integrales ha obligado a otros sectores a cubrir los vacíos del sistema. Un ejemplo de ello es la iniciativa de varias empresas que han tenido que implementar, con recursos propios, rutas de transporte para su personal.
“La expansión urbana ha alejado los centros de trabajo de las zonas habitacionales, y el transporte público no ha logrado ponerse al día. Eso genera un escenario en el que los costos los terminan asumiendo los usuarios y el sector privado”, explicó el especialista.
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Ávila también criticó algunas de las obras viales actualmente en ejecución en la zona metropolitana de Monterrey, al considerar que no responden a una estrategia de movilidad integral. En su opinión, muchas de estas intervenciones, como los contraflujos, son apenas medidas paliativas que no resuelven el problema de fondo.
“Llevamos más de dos décadas viendo acciones desconectadas entre sí, sin una visión integral. No solo los contraflujos son soluciones temporales; también hay obras que responden más a presiones momentáneas que a una planificación a largo plazo”, apuntó.
Tres horas diarias en transporte público
El directivo de Cómo Vamos Nuevo León también alertó sobre el costo que representa para la población el uso del transporte público. Actualmente, un usuario puede invertir hasta tres horas al día únicamente en sus traslados laborales, mientras que quienes viajan en automóvil gastan alrededor de hora y media. Esta brecha refleja, dijo, tanto la precariedad del sistema público como el impacto social y económico de la congestión vial.
“El tiempo promedio de traslado ha aumentado un 20% en solo un año, de 2023 a 2024. Es una tendencia que no se puede normalizar. Hablamos de una crisis que se traduce en menos calidad de vida, pérdida de productividad y mayor estrés para miles de personas”, enfatizó.
Transporte público de calidad, clave para desincentivar el uso del auto
Una solución al creciente congestionamiento vehicular, explicó Ávila, pasa por incentivar el uso del transporte público. No obstante, señaló que este cambio solo será posible cuando el sistema ofrezca calidad, eficiencia y cobertura, condiciones que hoy no están garantizadas.
“El reto es lograr que más personas opten por dejar el automóvil particular, pero para eso se necesita un transporte público que funcione, y esa es responsabilidad directa de las autoridades”, concluyó.





































