
Cuatro empresas operadoras del transporte público en Oaxaca y su zona metropolitana manifestaron su preocupación por la falta de claridad en la transición hacia el nuevo modelo de movilidad impulsado por el Gobierno del Estado. En un pronunciamiento conjunto, los empresarios solicitaron que se garantice la renovación de concesiones conforme al marco legal vigente y los lineamientos del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
El llamado surge tras el anuncio oficial de la puesta en marcha del sistema integral de transporte Binni Bus —anteriormente conocido como CityBus—, el cual contempla una reestructuración profunda del modelo operativo. Bajo este esquema, los actuales concesionarios dejarán de tener ese carácter legal para convertirse en permisionarios, además de que el pago por kilómetro recorrido sustituirá al esquema tradicional basado en pasaje individual.
Respaldan el proyecto, pero critican cambios sin sustento
Si bien las empresas transportistas coincidieron en que el proyecto representa una oportunidad para transformar la movilidad en la capital oaxaqueña, también denunciaron modificaciones recientes al diseño original del sistema. Aseguran que estos ajustes no han sido acompañados de estudios técnicos ni financieros que garanticen su viabilidad a largo plazo.
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“Estamos a favor de modernizar el servicio. Reconocemos que Binni Bus es una oportunidad histórica para mejorar la calidad del transporte. Pero las modificaciones de última hora, hechas sin planeación, pueden comprometer su funcionamiento y sostenibilidad”, señalaron.
Los empresarios explicaron que han sostenido múltiples reuniones con las autoridades estatales, sin que hasta el momento se alcancen acuerdos concretos con base en el planteamiento original avalado por organismos internacionales. A su juicio, los cambios introducidos de forma unilateral carecen de fundamentos técnicos y ponen en riesgo tanto la continuidad del sistema como las fuentes de empleo vinculadas a este servicio.
Riesgos operativos y financieros
Uno de los principales cuestionamientos es que los nuevos lineamientos no cumplen con los requisitos mínimos para operar un modelo de transporte sostenible. Las empresas alertaron que de continuar con una implementación precipitada, el proyecto podría enfrentar los mismos problemas operativos y financieros que han afectado a sistemas similares en otras entidades del país.
“El rediseño del modelo debe obedecer a criterios técnicos, no a decisiones improvisadas. Si no se ajusta el rumbo, el sistema está en riesgo de fracasar. Eso afectará a los usuarios, a los operadores y al propio gobierno”, advirtieron.
Las empresas reiteraron su disposición al diálogo, pero pidieron al Gobierno del Estado que se respete el marco legal vigente y se garantice la seguridad jurídica de quienes han operado el transporte público durante años. Señalaron que el éxito del Binni Bus depende de una implementación transparente, con reglas claras y consensuadas, que prioricen la calidad del servicio y la estabilidad del sistema.





































