Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte y orfandad en niños de entre cinco y 14 años de edad. De acuerdo con el informe del Observatorio Nacional de Lesiones, también son la primera causa de fallecimiento entre jóvenes de 15 a 29 de años de edad, lo cual coloca a México entre los 10 países con más pérdidas humanas y materiales.

Los accidentes son generadores de discapacidad, señaló Arturo Cervantes Trejo, profesor titular de la cátedra Carlos Peralta en Salud Pública, en la Facultad de Ciencias de la Salud por la Universidad Anáhuac: “Por cada muerte, dos personas sufren una discapacidad permanente. El año pasado hubo más de 15 mil muertos, esto quiere decir que hay más de 30 mil personas con discapacidad cada año y hay cientos de miles de heridos y decenas de heridos graves. En México mueren al día 43 personas por accidentes de tránsito y 86 resultan con discapacidad”.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las principales causas de los accidentes viales son por conducir a alta velocidad o en estado de ebriedad, por lo que 75% del riesgo, corresponde al factor humano. Los días jueves, viernes y sábado, así como en los periodos vacacionales, las cifras aumentan considerablemente.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), señala que los accidentes automovilísticos cobran entre 1 y 3% del PIB de varios países, es decir, unos US$500,000 millones.
En nuestro país, el costo de los accidentes fluctúa entre el 1.5 y 3% del PIB, señaló Luis Chías Becerril, Coordinador de la Unidad de Geotecnología en Infraestructura, Transporte y Sustentabilidad, (GITS) de la Universidad Autónoma de México (UNAM): “Los accidentes de tránsito en México están entre las primeras causas de mortalidad, entre las primeras causas de orfandad, porque muchos son padres de familia que fallecen, tanto hombres como mujeres. También, para tratar de restablecer la salud, las familias hacen gastos catastróficos de tal modo que se empobrecen, generan problemas muy serios en la estructura familiar y se calcula que debe estar costando entre el 1.5% y el 3% del Producto Interno Bruto del país”.
El transporte público no está exento de accidentes vehiculares, por el contrario, en muchas ocasiones es protagonista de ellos y es que de acuerdo con el estudio la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en nuestro país, ocho de cada 100 vehículos tienen un accidente al año, de los cuales, los taxis, microbuses y autobuses urbanos acumulan el 25% de los percances. El Distrito Federal y el Estado de México, son quienes registran el mayor número de siniestros.
Para muchos, esta cifra de accidentalidad podría no resultar importante si la comparamos con la de los vehículos particulares, sin embargo para Francisco de Anda Orellana, Director General de Movilidad y Desarrollo México A.C., es un número imposible de ignorar: “Recordemos que el 80% de la gente que se mueve en un vehículo, lo hace en transporte público, entonces es escandalosa la cantidad de gente que está siendo lastimada, además, en un derecho que le corresponde, como es moverse de manera segura en un transporte público”.
Por su parte, el también miembro de la red “Reacciona por la Vida”, Arturo Cervantes, señala que las cifras de la AMIS, son alarmantes: “En algunas ciudades la siniestralidad es altísima, alcanzando hasta el 60, 70% de las unidades que están en una flota vehicular de una ciudad”.
Para Cervantes, es necesaria la creación de una agencia nacional: “México requiere la creación de una Agencia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial que ayude a concentrar en una sola autoridad la política y los objetivos nacionales de estos rubros; que se haga responsable de elaborar un plan nacional, con los lineamientos necesarios para que los programas estatales y municipales de movilidad, y en particular de transporte público, estén bien regulados. México requiere esto, para estar a la altura de países como Chile,Argentina, Costa Rica o España, miembros de la OCDE, que tienen Agencias Nacionales encargadas de temas de seguridad vial”.
BUSCANDO RESPONSABLES
Para Francisco de Anda, este caos que vive el transporte público, responde a la falta de sensibilidad por parte de las autoridades: “Más que mano dura, hace falta sensibilidad técnica al tema. Yo no creo que todo se resuelva a través de las multas o a través de sanciones fuertes; se tienen que hacer primero una serie de medidas preventivas. Para mí, las sanciones y las multas son el último eslabón de la cadena de prevención; no se trata de señalar malos, más bien de evitar que las cosas sucedan, por lo cual se tiene que trabajar en un sistema que sea preventivo”.
Aseveró que ya es tiempo de que las autoridades comiencen a trabajar en la materia: “Más que el transporte público como tal, la autoridad que regula al transporte público debe empezar a establecer una serie de mecanismos más enfocados a la seguridad del transporte como tal, al tipo de vehículos que se elige, para fusionar a una serie de regulaciones de los conductores y por supuesto, un modelo en el cual no tengan competencia, que no tengan los operadores que estar luchando para conseguir más pasaje, para estar percibiendo más ingresos, sino que ellos tengan ingresos fijos”. Con él, coincide el investigador de la UNAM, Luis Chías Becerril, quien señala que las condiciones laborales de los conductores, no son las idóneas para lograr un servicio público de calidad: “Vemos como los conductores van compitiendo para ganar pasaje porque las condiciones laborales los obligan a cumplir con ciertas cuotas y por lo tanto generan estas situaciones de peligro, que no deberían de darse si existiera una estructura salarial diferente a la que están obligando”.
Otro aspecto importante según Chías, en el que también tiene que ver la responsabilidad del empresario transportista, son las condiciones de las unidades: “Hay que considerar que se tienen flotas vehiculares viejas, muchas de ellas seguramente van a tener problemas al estar conduciendo y nuevamente vamos a la responsabilidad empresarial, que tiene que generar condiciones de servicio confortable y seguro”. Sin embargo, reconoce que el operador, también tiene responsabilidad a la hora de los accidentes: “Por supuesto que hay una actitud individual en el conductor; yo creo que sí es una gente que no está capacitada, que no tiene un nivel escolar que le permita entender la magnitud de la responsabilidad que tiene, del peligro que corre con actitudes violentas, agresivas, pues me parece que por supuesto debemos trabajar con ellos para capacitarlos y generar las condiciones para que puedan prestar un buen servicio”.
Por parte de las autoridades, también falta acabar con la corrupción, señaló Chías Becerril: “Otro aspecto que se tiene que ver a la hora de tratar la inseguridad vial en nuestras ciudades, son estos altos niveles de impunidad, de falta de aplicación de la ley, de corrupción entre los policías y los sistemas de transporte urbano para permitirle infracciones, que se pasen los altos, que circulen en los carriles no permitidos, que invadan arterias urbanas para utilizarlas como terminales, provocando problemas muy serios”.
ALGUNOS REFERENTES DE TRANSPORTE PÚBLICO EXITOSO
Para Francisco de Anda, el sistema de transporte público español ha realizado acciones con muy buenos resultados: “España para mí es un referente que ha logrado diseñar modelos muy buenos y funcionales, que han logrado bajar, de cuatro mil muertos que era su tasa hace 20 años en accidentes viales, hasta menos de mil. Eso habla de unas políticas muy bien armadas, muy bien construidas y que en comparación de otros países de latinoamérica, no se ha dado”.
Por su parte, para Arturo Cervantes Trejo, Colombia es un buen ejemplo a seguir en la materia: “Está creando su Agencia Nacional de Seguridad Vial, como lo recomiendan las autoridades globales; está siguiendo el modelo Argentino y la van a dotar de recursos suficientes, más de 120 millones de dólares por los próximos tres años, para poder atender estos temas de manera bien articulada”.
ALGUNAS ACCIONES HASTA EL MOMENTO
De acuerdo con la Secretaria Técnica del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, Martha Cecilia Hijar Medina, “las muertes y la discapacidad se pueden prevenir desde un enfoque de la salud pública, con intervenciones sólidas, integrales y basadas en evidencia científica”. En este sentido, algunas autoridades y asociaciones, han puesto en práctica algunos sistemas para implementar la cultura vial, a la vez que se evitan accidentes.
- A NIVEL INTERNACIONAL
“En España entera, metieron un sistema de puntaje de licencias. Impulsaron la implementación de un mecanismo de puntos en las licencias de manejo con el objeto de sancionar o incluso, perder la licencia los conductores que infrinjan las reglas del tránsito seguro y esto ha tenido resultados formidables en reducciones de la siniestralidad”, señaló Arturo Cervantes Trejo.
- A NIVEL NACIONAL
En México, ya hay varias asociaciones que buscan aportar en materia de movilidad. También las universidades buscan aportar sus conocimientos para mejorar este rubro, es el caso de la UNAM, con su Unidad de Geotecnología en Infraestructura, Transporte y Sustentabilidad (GITS), detalló Luis Chías Becerril: “Los centros de investigación podemos contribuir de manera muy significativa a la prevención de los accidentes de tránsito. Donde yo laboro, coordino un grupo dedicado especialmente a la seguridad vial y allí, hemos georeferenciado los accidentes de tránsito, ubicado las intersecciones de manera muy precisa, y analizando su temporalidad y sus causas, así como las consecuencias, hemos hecho hallazgos muy importantes para la prevención”.
- A NIVEL ESTATAL
En Jalisco, el 7 de marzo de 2014, una unidad de la ruta 368, atropelló a casi una veintena de estudiantes que esperaban el autobús. El accidente, derivó en la muerte de una joven estudiante de preparatoria. Fue entonces que hubo un intento de reescribir la historia de la movilidad en la entidad en general y del transporte público en particular, que apenas gozaba del aumento de un peso a la tarifa, luego de cuatro años de mantener el costo a seis pesos.
El 9 de marzo, el Periódico Oficial de Jalisco publicó que la tarifa de siete pesos, bajaría nuevamente a seis, de manera temporal y misma que se recuperaría cuando los transportistas cumplieran con una serie de requisitos para lograr la certificación de la unidad, a la vez que se ordenaron otras condiciones para los conductores de las unidades, que no solamente incluye su capacitación, sino el cumplimiento por parte del patrón, de los derechos emanados de la Ley Federal del Trabajo como horario de ocho horas y seguridad social, entre otros.
En ese entonces, también surgió el Observatorio Ciudadano de la Movilidad y el Transporte Público del Estado de Jalisco, con el objetivo de evaluar la movilidad y proponer políticas públicas en la materia y lograr el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
Con una relación poco tersa con las autoridades, el Observatorio ha emitido 37 recomendaciones a diversos actores de la movilidad, desde transportistas, legisladores y dependencias, de las cuales, el organismo asegura que apenas se cumplieron seis. Por ello, el coordinador del Observatorio, Alberto Galarza Villaseñor, pidió la destitución no solo del Secretario de Movilidad en Jalisco, Mauricio Gudiño, sino también de la Directora de Seguridad Vial, Ana Laura Chávez Velarde, del Director Jurídico, Saúl Cotero Bernal y de los directores de Sistecozome, Servicios y Transportes, y Siteur, Javier Contreras, Samuel Zamora y Rodolfo Guadalajara Gutiérrez. Dicha petición, fue rechazada.
¿CUÁL ES EL TRANSPORTE PÚBLICO MÁS SEGURO EN MÉXICO Y DÓNDE ESTÁ?
Determinar cuál estado del país lleva la batuta en materia de seguridad vial en el transporte, es cosa difícil, señaló Francisco de Anda: “Yo creo que no existe un indicador, y si lo existiera la verdad no lo conozco, que diga qué sistema de transporte es el más seguro de todo el país. Desde luego le apostaría al metro, pero recordemos que es muy caro, ocho veces más caro cada kilómetro, que uno de metrobús o BTR. El metro es mucho más seguro que otros transportes porque no tiene ningún tipo de intercambio de convivencia con otro tipo de transporte, pero como sistema, el BTR es lo mejor que hay a nivel superficie. De cualquier manera se tiene que armar un muy buen proyecto para que camine de manera adecuada; en la ciudad de México tenemos un caso muy lamentable, la mala planeación de la Línea 2 del Metrobús, que en vez de invertir los sentidos para que se haga una vía de doble sentido, se mantuvo de un solo sentido; entonces hay tres cambios de sentido, lo que hace muy complicado el paso en algunos lugares y favorece los accidentes y los atropellamientos”.
La fundación Bloomberg Philanthropies, del ex alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg, eligió a 10 ciudades y cinco países como participantes de la Iniciativa Global de Seguridad Vial, que tiene la finalidad de reducir las muertes y lesiones causadas por accidentes de tránsito, a través de apoyo económico, personal capacitado para trabajar en conjunto con los gobiernos en iniciativas de seguridad vial por cinco años, asistencia técnica de organizaciones líderes en el rubro, entrenamiento a personal y soporte para la creación de campañas de alto impacto en medios masivos de comunicación. Los países beneficiados por la fundación fueron : China, India, Filipinas, Tailandia y Tanzania y entre las diez ciudades elegidas destacan, Bangkok, Tailandia; Bogotá, Colombia; y Shanghái, China.
Las normas no van a arreglar el caos en el que vivimos; somos las personas y los sistemas los que tenemos que hacerlo”. (Arturo Cervantes)
LA PROBLEMÁTICA DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL ESPACIO Y LA PSICOLOGÍA
El transporte público es un factor clave para acceder a derechos como la educación y parasacarle un verdadero provecho y abatir la accidentalidad; es necesario reorganizar la idea de qué es un transporte público funcional o ideal, señaló el psico geógrafo Francisco Paillié, cofundador de la organización Dérive Lab: “Es muy complejo de lograr, en la medida de que en mucho tiempo el transporte público no nos interesó; por eso ahora es tan difícil solucionar algo que pudo hacerse hace mucho tiempo. Uno cree que no, pero de repente pasan muchos años y el problema se hace más grande y más complejo, y dejamos al transporte en manos algunos empresarios; dejamos que tomen muchas decisiones, dejamos que decidan cómo deben ser las cosas y hoy en día, la oferta de transporte no es la mejor. Esto genera un círculo vicioso, porque la gente dice ‘sí me bajaría del coche, pero no lo hago porque el bus no pasa por mi casa’, o ‘los buses son muy inseguros’ o ‘yo sí lo usaría, pero es muy demorado’, entonces se queda la idea de que la mejor inversión es el transporte privado”.
El también urbanista explicó que la manera de construir las ciudades incide en el ánimo de las personas, por ello el estrés en los conductores, tanto del transporte público como de los autos particulares: “La teoría de un escritor llamado Charles Montgomery, desarrolla la idea de que las ciudades, como las estamos construyendo hoy en día, nos hacen infelices. Estamos replicando sistemas de que la gente vive en un lugar, duerme en un lugar, pero trabaja en otro. Estamos replicando esta idea de que todo el mundo necesita un coche para moverse por la ciudad; estamos replicando la idea de que hay unos ciudadanos más importantes que otros, que hay ciudadanos con más prisa que otros y estamos replicando la idea de que la ciudad es solamente un contenedor del tiempo que pasamos en ir de un lugar a otro”.
En la opinión Paillié todo esto incide en la siniestralidad.
Nuestros conductores no son unos salvajes que busquen estar matando a alguien; hay un contexto social, económico, urbano y político. Recordemos que el transporte público también es un rehén de los partidos políticos”. (Luis Chías Becerril, UNAM)






































