Normas de vehículos, sí; eficiencia en las vías, no - Pasajero7

Normas de vehículos, sí; eficiencia en las vías, no

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Lo principal es buscar la eficiencia funcional de las vías urbanas del AMG, y que eliminen  las  patologías urbanas en lo social,  espacial, temporal y energético.

Arq. Francisco Javier Romero

Antes de participar en la planeación del transporte público, mi experiencia profesional se enfocó en el área de la planeación urbana, esta formación profesional o expertise, me llevó a considerar a los desplazamientos como una función urbana más, y después de algunos años, y con el incipiente equipo que me tocó coordinar, se logró el primer registro digital de derroteros, número de unidades y frecuencias, además de algunas mediciones de los tiempos de desplazamiento, permitiéndonos entender el funcionamiento de las vías urbanas y cómo se afecta su eficiencia funcional con el uso de  los diferentes modos de transporte.

Este conocimiento permitió al equipo del CEIT en el año de 1999, acuñar el término de movilidad, editando el primer libro donde la movilidad se reconoce como estrategia fundamental  para la eficiencia de la ciudad. El nombre del libro “Movilidad una visión estratégica de la ZMG”, tiene como objetivo principal fusionar en una visión sistémica a los desplazamientos de los diferentes modos, el desarrollo urbano y la ingeniería de tránsito, mismos que nos permitirán, con un proceso científico adecuado, proponer una solución integral de la ciudad.

Es importante señalar que las autoridades federales, estatales y municipales hoy tienen responsabilidad en construir una movilidad sustentable, la federación con su nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial; el estado también con su nueva Ley de Movilidad, Seguridad Vial y Transporte Público; y los ayuntamientos con lo que establece el artículo 115 constitucional en la materia.

Sabemos que dos son los pilares que se requieren para impulsar una movilidad sustentable en las ciudades. El principal es la infraestructura urbana, entendiendo a ésta como el conjunto de obras e instalaciones que sostienen la conectividad del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) funcionando eficientemente; el otro es el equipo o material rodante que se utiliza.

Es del conocimiento de todos que las autoridades tienen responsabilidad sobre ambas, en la primera, debido a la tasa de crecimiento de la población, la infraestructura debe estar en continuo monitoreo, midiendo la eficiencia funcional de las vías, debiéndose mantener en niveles de servicio óptimo, evitando el congestionamiento vehicular que es el principio de la no sustentabilidad.

La segunda y no menos importante es el equipo utilizado para los diferentes modos, es decir, autobuses, automóviles, motocicletas, bicicletas; la responsabilidad de las autoridades en este caso ha variado, en lo que respecta a los autobuses, al ser un servicio concesionado, cuidar que los equipos estén en condiciones adecuadas para ofrecer un servicio de calidad (arriba de la unidad) y amable con el medio ambiente (condiciones mecánicas). Por otro lado, es importante que los vehículos de combustión interna estén en condiciones mecánicas óptimas, por lo que es importante la política de verificación vehicular que promueven las autoridades estatales.

Los medios de comunicación han registrado el trabajo realizado no solo con la renovación del parque vehicular, sino también con la introducción de nuevas tecnologías, estas  incrementan la seguridad de los usuarios del servicio (pago electrónico, cámaras de seguridad); es importante reconocer a la administración de Alfaro el trabajo realizado. 

La continua difusión de las actividades, ha provocado en el imaginario colectivo de la población,  que aunque se han realizado y se están realizando importantes inversiones, éstas no se consideran suficientes, ya que día a día crece el número de vías ineficientes. Recordemos que, mientras no exista un programa para eficientar las vías urbanas, éstas provocan que la misma infraestructura sea la principal barrera para la movilidad sustentable. Esto es entendible dado que la adecuación de la infraestructura tiene un alto costo y  demandaría parte importante de los presupuestos, por lo que es más sencillo para  las autoridades que los concesionarios del servicio sean los que inviertan y arriesguen su dinero.

Esto quiere decir que la movilidad sustentable llegará cuando autoridades y concesionarios cumplan con sus compromisos; las primeras, atendiendo que las vías urbanas lejos de ser una barrera sean un facilitador de la movilidad, reduciendo el crecimiento y desarrollo de las patologías urbanas que provoca esta y los segundos, los concesionarios del servicio público y los dueños de vehículos de combustión interna, que cumplan con las normas estatales establecidas en la normatividad.

Es claro que aunque la mayor responsabilidad es la de mantener la infraestructura urbana en condiciones óptimas, hoy no tenemos protocolos (procesos) definidos  para que de manera continua se midan las condiciones de las vías, y se propongan las acciones necesarias para mantener su eficiencia funcional; las autoridades no pueden permitir la involución de la eficiencia, y los usuarios de las vías, no podemos aceptar cómo perdemos la calidad de vida a la hora de desplazarnos.

Finalmente, me gustaría proponer a las autoridades que de manera conjunta entre los especialistas y académicos formulen un indicador que mida la eficiencia funcional de las vías, este indicador, debe de incluir los siguientes conceptos:

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