La inclusión de las mujeres en la actividad de la conducción profesional de vehículos: en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible - Pasajero7

La inclusión de las mujeres en la actividad de la conducción profesional de vehículos: en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

PARTICIPACION DE LAS MUJERES EN LA INDUSTRIA DEL AUTOTRANPSORTE

Escrito por: Estefania Pérez-Díaz; Luis David Berrones-Sanz

Instituto Politécnico Nacional / lberroness@ipn.mx

En México, durante la década de 1980, los procesos de reconfiguración del sistema político y económico -ajuste estructural, políticas sociales con tendencias neoliberales desregulación laboral- junto con el movimiento feminista iniciado en los setentas generaron cambios en la división social del trabajo; fenómeno importante que permitió la incorporación de las mujeres a espacios laborales que antes habían sido exclusivos de los varones.

No obstante, la desigualdad social entre hombres y mujeres es un fenómeno que continúa existiendo; así, la Organización de las Naciones Unidas (United Nations, 2015, p. 30) indica que la diferencia en el acceso al empleo, entre hombres y mujeres, es de cerca de 27 puntos porcentuales, ya que mientras 77% de los hombres en edad de trabajar (de 15 o más años de edad) son parte de la fuerza laboral, tan sólo 50% de las mujeres trabajan.

Estos números tienen mayor desigualdad en la industria del autotransporte. La Unión Internacional de Transporte por Carretera (2022) plantea que la fuerza laboral del sector está ocupada en 97% por personal masculino, lo que hace más complicado el reto para que en el sector se cumpla con la participación de las mujeres en la conducción de vehículos de carga; y para adquirir valores de equidad y justicia social, y desarrollar capacidad de analizar las desigualdades basadas en género de esta actividad, de tal forma que las empresas se puedan ir alineando a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).

Además, el sector del autotransporte tiene  la peculiaridad que, a pesar de su importancia en el crecimiento económico nacional, la industria se enfrenta a una escasez de conductores ocasionada por las condiciones laborales y de salud que son determinadas por los riesgos y exigencias del proceso de trabajo; entre las que se encuentran las extenuantes jornadas de trabajo, la inseguridad vial y pública, la desvalorización de la actividad, la falta de capacitación para el trabajo, así como la carencia y aplicación de un marco jurídico que proteja la actividad laboral.

Asimismo, la actividad de conducir es la segunda actividad con mayores riesgos asociados a su profesión, sólo por debajo de la industria de la construcción.

No obstante, la escasez de conductores es un fenómeno global, y que las mujeres no incursionen en la actividad de conducir también se generaliza a nivel mundial. Entre los países donde hay mayor participación de las mujeres están los Estados Unidos con 7.8%, China con 4.9%, y los países de la Unión Europea con 3.2%. Para México el porcentaje de participación es de sólo 2.4%, mientras que en el el sector económico nacional representan 41.3%, y en otros subsectores como el transporte aéreo participan con 36.4%. Ellis y Awang (2011) indican que en la actividad de conducir es mayoritariamente masculina, debido a que los factores biológicos inclinan a los hombres hacia la actividad de conducir porque esta línea de trabajo exige mucho de las habilidades de razonamiento espacial.

Las mujeres, por otro lado, son atraídas hacia actividades como cajeras o servicios de restaurantes debido a la orientación social y las habilidades sociales requeridas de estas ocupaciones. Aunque son estereotipos, se sabe que el imaginario colectivo sigue privilegiando la presencia masculina en los espacios públicos y la sociedad considera, estos foros públicos, como de uso y propiedad de los varones (Aguilar Nery, 2003), por lo que las mujeres se enfrentan a la construcción dominante de la masculinidad de los espacios laborales.

En este sentido, en el sector del autotransporte se incrementan los problemas, a los que hace referencia Simone de Beauvoir, y se enfrentan a que nadie respeté su entorno, y están enmarcadas por su educación, que merma su libertad y que hace que concilien mal la herencia del pasado con el interés de su porvenir.  Además de que los hijos paralizan su actitud, por lo que sólo pueden seguir trabajando si los dejan en manos de sus padres o familiares; por lo que la independencia no es una opción.

Bajo los sistemas actuales de operación de transporte de carga, una mujer está limitada en pasar varios días, o incluso semanas, lejos de su hogar. El machismo, la familia, los hijos se oponen a estas exigencias.

Muchos de los obstáculos que exacerban la integración de las mujeres a la conducción profesional, van de la mano con problemas nacionales, que se relacionan con la escasez de conductores. En este sentido es necesario:

1) Mejorar las condiciones de seguridad en las carreteras y mejorar la infraestructura.

2) Contar con paraderos seguros.

3)Hacer más eficientes los procesos logísticos para reducir los tiempos de carga y descarga.

4) Incorporar lugares de descanso para las y los conductores en los centros de distribución y puntos de carga y descarga.

5) Capacitar al personal de embarques, despachos y recibo de mercancías, para que proporcionen trato digno, amable y empático hacia las y los conductores.

6) Promover estratégias y acciones de gobierno para revalorar y reivindicar la profesión de la conducción profesional.

7) Eliminar las extorsiones hacia las y los conductores.

8) Establecer programas continuos de capacitación actualizada, y bajo nuevos esquemas de trabajo.

9) Certificar las competencias laborales.

10) Desarrollar programas de creación de nuevos talentos y cualificación para la conducción de vehículos pesados.

En suma, sin importar el sexo de los trabajadores, la conducción profesional es una actividad que tienen grandes riesgos y exigencias asociadas a su ocupación. Sin embargo, existen diferencias importantes en cuanto a las condiciones laborales y de salud según el sexo de los trabajadores.