En México, donde las desigualdades sociales son marcadas, el transporte público gratuito podría representar una herramienta poderosa para reducir la brecha de acceso a oportunidades.
En un país donde las realidades del transporte público son inmensamente diferentes en cada ciudad, pareciera que es difícil pensar en una tarifa cero o apoyos para el transporte, sin embargo, especialistas, autoridades y transportistas coinciden en que la gratuidad del transporte es viable en México.
El transporte público es una pieza fundamental en la infraestructura de cualquier país, siendo clave para la movilidad urbana y rural. En nuestro país, en los últimos meses, la discusión sobre la viabilidad de ofrecer transporte público gratuito ha ganado relevancia, especialmente en el contexto de la justicia social y la sostenibilidad ambiental.
En contexto, la gratuidad del transporte público se propone como una medida para mejorar la equidad social, reducir la contaminación y descongestionar las ciudades. En México, donde las desigualdades sociales son marcadas, el transporte público gratuito podría representar una herramienta poderosa para reducir la brecha de acceso a oportunidades.
“Nos dimos a la tarea de hacer un análisis sobre lo que implica la gratuidad del transporte en nuestro país, y poner el tema sobre la mesa, abrir el debate. Desde mi experiencia si es viable la gratuidad, sin embargo es muy importante definir los objetivos, es decir, que se quiere lograr con la gratuidad, y ya sobre eso involucrar muchas otras cosas, hacerlo con un enfoque estratégico y de manera gradual”, señaló Jose Antonio Valdivia, director de CoRe Ciudades Vivibles y Amables A.C.
La implementación de este tipo de políticas requiere un análisis detallado de su viabilidad financiera y operativa.
El estudio realizado por CoRe Ciudades Vivibles y Amables A.C. sobre la gratuidad del transporte en México proporciona una base sólida para entender los desafíos y las potenciales ventajas de esta política. Según el estudio, uno de los principales argumentos a favor de la gratuidad es que podría mejorar significativamente la calidad de vida de los sectores más vulnerables, al eliminar uno de los gastos recurrentes más significativos para las familias de bajos ingresos.
CoRe también destaca que la implementación de transporte gratuito podría llevar a un aumento en el uso del transporte público, reduciendo el uso de vehículos privados y, consecuentemente, las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, advierte sobre los desafíos financieros, ya que el costo de operar y mantener un sistema de transporte público gratuito es sustancial y requeriría fuentes de financiamiento alternativas, como aumentos en impuestos o reasignación de presupuestos.
La tarifa cero no es fácil de implementar; en el transporte concesionado es muy difícil, ya que la mayoría opera bajo el modelo hombre-camión. Es más simple implementarlo en sistemas más robustos como el Metrobús, Trolebús o, como recientemente se anunció en el Estado de México, en los sistemas que están subsidiados por el gobierno”, detalló Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).
Uno de los principales argumentos a favor de la gratuidad es que podría mejorar de manera considerable la calidad de vida de los sectores más vulnerables.
Viabilidad, consideraciones y recomendaciones
Para evaluar la viabilidad de la gratuidad del transporte público en México, es esencial considerar varios factores:
- Financiamiento
La principal barrera para la implementación de transporte gratuito es el costo. Según el estudio de CoRe, se estima que el costo anual de operar el transporte público gratuito en las principales ciudades mexicanas sería sustancialmente alto. Se necesitarían nuevas fuentes de ingresos, como impuestos adicionales sobre la gasolina o el estacionamiento, y un fuerte compromiso gubernamental para mantener la financiación a largo plazo.
- Infraestructura
México necesita mejorar significativamente su infraestructura de transporte público para manejar el aumento esperado en la demanda. Esto incluye la ampliación de las redes de transporte, la mejora de la frecuencia y la calidad del servicio, y la modernización de las unidades de transporte.
- Planificación y gestión
Una planificación cuidadosa y una gestión eficiente son decisivos. Las experiencias de Hasselt y Chengdu subrayan la importancia de prever el aumento en la demanda y adaptar los servicios en consecuencia. Asimismo, la implementación debe incluir medidas para evitar el abuso del sistema y garantizar que los recursos se utilicen de manera efectiva.
- Impacto social y ambiental
La gratuidad del transporte podría tener un impacto positivo significativo en la equidad social y la sostenibilidad ambiental. Reduciría la carga financiera sobre las familias de bajos ingresos y podría disminuir la dependencia de los automóviles privados, contribuyendo a la reducción de las emisiones de CO2.
Niveles de financiamiento
Cuando hablamos de gratuidad, no hablamos solamente de tarifa cero, la cual ya se implementa en algunos modos de transporte en las principales ciudades del país, se refiere también a apoyos en algún porcentaje, explicó el experto en temas de movilidad y cambio climático, Victor Alvarado.
Cada ciudad tiene su propia realidad, su propio contexto, sin embargo, hacer este estudio nos llevó a determinar que si se puede apostar por la gratuidad sin importar las circunstancias, es más una cuestión de compromiso político para que se pueda dar”.
El especialista e investigador explicó que en México hay 16 entidades donde se cuenta con algún tipo de esquema de gratuidad. Los mecanismos de gratuidad se dividen en tres grandes rubros:
- Gratuidad completa
Que se puede condicionar a la edad o a un periodo de tiempo.
- Gratuidad intermedia
Que beneficia a un determinado grupo de población con cierto número de viajes o descuentos.
- Gratuidad emergente
Que se da exclusivamente cuando se suspende o colapsa un servicio de transporte, y para subsanar entra algún sistema gratuito para atender a los usuarios.
Lo que desde CoRe se está proponiendo es que la gratuidad se debe dar a partir de la necesidad de los viajes, es decir, quien se mueve más, quien paga 3, 4 opciones de transporte al día es el que mayor apoyo requiere, el que debería tener mayores beneficios”, agregó Víctor Alvarado.
El costo de operar y mantener un sistema de transporte público gratuito es sustancial y requeriría fuentes de financiamiento alternativas, y una política económica fuerte.
Casos exitosos
Para evaluar la viabilidad en México, es útil observar ejemplos internacionales donde la gratuidad del transporte ha sido implementada con éxito:
Tallin, Estonia: En 2013, Tallin se convirtió en la primera capital europea en brindar transporte público gratuito para sus residentes. El sistema se financia en parte por un impuesto especial y ha resultado en un incremento significativo en el uso del transporte público, reduciendo la congestión vehicular y mejorando la calidad del aire. De acuerdo con un informe del Instituto de Transporte y Desarrollo Político (ITDP), la medida ha sido popular entre los residentes y ha fomentado una mayor cohesión social.
Dunkerque, Francia: En 2018, la ciudad de Dunkerque implementó la gratuidad total en su sistema de autobuses. Un estudio de la Universidad de Lille mostró que el uso del transporte público aumentó en un 60% durante los primeros seis meses, y más del 85% de los nuevos usuarios que anteriormente viajaban en automóvil. La medida ha sido vista como un éxito tanto en términos ambientales como sociales.
Luxemburgo: En marzo de 2020, Luxemburgo se convirtió en el primer país en ofrecer transporte público gratuito a nivel nacional. El objetivo principal era reducir la congestión en las carreteras y promover una movilidad más sostenible. Aunque aún es temprano para evaluar los resultados a largo plazo, los informes iniciales indican un aumento en la satisfacción de los usuarios y una disminución en el uso de vehículos privados.
Los fracasos
No todos los intentos de implementar transporte público gratuito han sido exitosos. Es fundamental entender estos fracasos para evitar cometer los mismos errores:
Hasselt, Bélgica: En 1997, Hasselt introdujo un sistema de transporte gratuito, pero debido a problemas financieros, la ciudad tuvo que revertir la medida en 2013. La experiencia de Hasselt muestra que, sin un financiamiento sostenible y adecuado, incluso las mejores intenciones pueden fallar. Los costos operativos aumentaron más de lo esperado, y la dependencia de subsidios estatales se volvió insostenible.
Chengdu, China: La ciudad de Chengdu implementó un programa piloto de transporte gratuito en 2012. Sin embargo, el aumento en el número de pasajeros llevó a una sobrecarga del sistema, resultando en un servicio deficiente y con múltiples quejas de los usuarios. La falta de infraestructura adecuada y planificación anticipada fueron factores críticos en el fracaso del programa.
Las opiniones
Para quienes somos transportistas, para hablar de gratuidad tenemos que hablar de un sistema financiero fuerte, una política económica muy clara, un sistema de transporte muy robusto que te permita no cobrar a cierto grupo de personas, o que exista el subsidio, pero con un sistema donde predomina el hombre-camión es muy difícil lograr estas condiciones”. Nicolás Rosales, presidente de la AMTM
Lo que estamos promoviendo no es un transporte gratuito, estamos promoviendo una tarifa cero para el usuario, pero que evidentemente se reconozca que hay una necesidad de tener recursos en beneficio de los transportistas; es decir, que no se vea afectado el concesionario que en muchos casos es el que asume los costos de los beneficios que ofrece el gobierno”. Víctor Alvarado, especialista en temas de transporte y cambio climático.
Lo que se busca es mejorar la calidad de vida de las personas; en nuestro país pensar que la gratuidad del transporte impulsará que una gran cantidad de automovilistas se bajaran del auto, sería un error. En México la gratuidad del transporte beneficiaría mucho a quienes ya lo usan, mejoraría su calidad de vida, y reduciría las desigualdades”. Jose Antonio Valdivia, director de CoRe Ciudades Vivibles y Amables A.C.
Para México, la gratuidad del transporte público no es una solución inmediata, pero con una planificación adecuada y un compromiso firme por parte de los gobiernos locales y el federal, es una meta alcanzable. La clave está en aprender de las experiencias internacionales, adaptar las políticas a las realidades locales y asegurar que el sistema sea financieramente sostenible y capaz de responder a la demanda creciente.
Implementar el transporte público gratuito en México podría ser un paso significativo hacia una sociedad más equitativa y sostenible, siempre y cuando se aborden los desafíos asociados de manera efectiva y proactiva. La inversión inicial podría ser alta, pero los beneficios a largo plazo en términos de equidad social, reducción de la contaminación y cohesión social pueden justificar el esfuerzo.
Para México, la gratuidad del transporte público no es una solución inmediata, pero con una planificación adecuada y un compromiso firme por parte de los gobiernos locales y el federal, es una meta alcanzable.