México es uno de los países más motorizados del continente, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del año 2020, en el país circulan alrededor de 50 millones de vehículos automotores (autos, motos, camiones, autobuses y tractocamiones), el 90 por ciento de estos se concentran en las ciudades, lo que genera altos niveles de contaminación ambiental y efectos nocivos en la salud de la población.
“Todos saben que padecemos de una fuerte crisis ambiental, de pérdida de ecosistemas y biodiversidad, y contaminación; y aquí el sector transporte tienen una injerencia indirecta con el cambio climático y con la contaminación del aire, y estas crisis tienen efecto principalmente en temas de salud por que las partículas son tan pequeñas que entran directo a nuestro organismo y van afectando nuestro sistema respiratorio. El sector transporte es un alto emisor de PM10, PM2.5 y ONx”, señaló Adolfo Cimadevilla Cervera, director general de la Industria, Energías Limpias y Gestión de la Calidad del Aire, de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Cimadevilla lamentó que si bien todos conocen el efecto de la crisis climática en la salud de la población, no se atiende lo suficientemente rápido, y lo más preocupante es que el bienestar de la población se mide en su relación con la actividad económica, que generalmente no se da con menor impacto al medio ambiente.
“Hoy en día la actividad económica requiere de un alto consumo de recursos, y ese consumo de recursos tiene un gran impacto en el medio ambiente… el ideal sería que aun cuando se incremente el bienestar humano, y la actividad económica, el uso de recursos y el impacto ambiental sea menor”, detalló.
Otro dato preocupante y que aporta a la crisis climática, es que de acuerdo a la Secretaría de Energía (Sener), el 45% de la energía que se consume en el país, (95% gasolina, 3.5 diésel, 1.5 gas natural comprimido y .01 electricidad, es consumida por el transporte.
Transporte de carga y pasaje contaminante
De acuerdo a la SICT el transporte motorizado está generando el 25 por ciento de las emisiones contaminantes en el país, un total de 171 mega toneladas de CO2e, y preocupa que ya enfocándonos en el transporte de carga y pasaje se esté operando con una flota vieja, de entre 10 y 20 años de antigüedad.
“Datos del 2021 nos dicen que hay 606 mil 090 vehículos de carga en el país, 90% son a diésel con una vida promedio de 20 años de antigüedad. Mientras que tenemos un registro de 69, 330 autobuses de pasajeros con placas federales con un promedio de 18 años de antigüedad, hablamos pues de una flota contaminante que además de incrementar los riesgos de accidentes en carreteras, generan emisiones que impactan en la salud de la población, hay que reconocerlo, la flota, es una flota vieja”, resaltó Adolfo Cimadevilla.
Hacia un transporte público Cero Emisiones
Un estudio de la consultora e-Mobilitas (2021) señala que en todo México circulan alrededor de 450 mil unidades de transporte público (camionetas, microbuses y autobuses), estas son responsables de casi el 10% de los contaminantes emitidos al medio ambiente, pues más del 50% de estas unidades superan su vida útil y circulan violando toda norma.
Ante esta realidad, Gustavo Jiménez, director de e-Mobilitas, indicó que es necesario que transportistas, gobiernos locales y gobierno federal en conjunto apuesten por un transporte público cero emisiones, y alcanzarlo requerirá de una inversión aproximada de 800 mil millones de pesos, pensando en que la renovación se de con unidades a Euro 6 y eléctricas.
“Es un reto muy grande si hablamos de autobuses, tenemos unidades muy antiguas en diferentes partes de la república con más de 10 años de antigüedad que es lo que permite la norma, ahí es importante que se impulse a los transportistas a consolidarse como empresas para que puedan acceder a mejores oportunidades de créditos de la banca privada, pero también para acceder a los apoyos estatales; creo que ya hay muchos moviéndose, y este es un punto crítico si es que se quiere reducir emisiones.
“La mayoría de la población en el país utiliza el transporte público para moverse; solo en la Zona Metropolitana del Valle de México se registran 11.5 millones de viajes al día en buses, y hay un movimiento económico muy fuerte, cerca de 80 millones de pesos se mueven al día solo para pagar pasajes, este servicio representa para la mayoría de los hogares un gasto del 20% de sus ingresos, de este tamaño es el impacto de la movilidad en la economía de las ciudades”, apuntó.
Gustavo Jiménez explicó que aunque la inversión para la renovación es “enorme” y difícilmente el gobierno podría impulsar solo la renovación, si es alcanzable y podrían darse subsidios porcentuales.
“Solo para dar un ejemplo, el Aeropuerto costó 120 mil millones de pesos, entonces 800 mil millones de pesos que se requieren para la renovación total de la flota de transporte público representa la inversión de siete aeropuertos iguales, entonces, no es que sea una cifra inalcanzable, solo hay que pensar como hacerle, no todo debe ser subsidios, pero sí debe darse un apoyo importante por parte de los gobiernos a cambio de la formalización y renovación del transporte”.
El director de e-Mobilitas mencionó que es de resaltar los apoyos que se están dando por parte de los gobiernos en Jalisco, Nuevo León y Ciudad de México, así como en Yucatán, están incentivando la transformación del transporte público encaminado a las cero emisiones.
Nafin ofrece financiamientos
Como parte de la necesidad de migrar hacia un transporte amigable con el medio ambiente, Nacional Financiera (Nafin) trabaja en proyectos de financiamiento, créditos y garantías, mediante el Programa de Financiamiento al Transporte Sostenible, con el objetivo de promover la renovación del parque vehicular a través de financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas.
Con este programa se podrán beneficiar mipymes del sector del transporte urbano de pasajeros y de carga, así como a comerciantes y prestadores de servicio con flota propia para la distribución de productos o la prestación de servicios.
Los vehículos y tecnologías elegibles son: taxis, pickup, camionetas, autobuses, camiones ligeros, camiones de 3.4 hasta 5 toneladas; de Diésel Euro V, Diésel Euro VI, híbridos y eléctricos.
Los sujetos de crédito deberán contar con una antigüedad de entre 15 y 25 años en el sector de transporte de carga, mientras que, para los interesados pertenecientes al sector de transporte de pasajeros, taxis y autobuses, son 10 años o más.
Adicionalmente, se contará con el Programa de Apoyo de Bonos de Chatarrización, donde participará el banco alemán KFW y gobiernos estatales, para dar apoyo al sector transportista con un bono de entre el 10 y 20 por ciento del costo final del vehículo a ser adquirido.
Los estados participantes realizan una aportación complementaria a un fondo de renovación con una proporción de 3 a 1. Los recursos del bono de renovación se administrarán a través del Fondo Sostenible Nafin (FSN).
Ya hay proyectos beneficiados con este programa
Nafin informó que trabaja con gobiernos estatales para renovar el transporte urbano, y con el gobierno federal, para modernizar el parque vehicular, sobre todo de carga, pasajeros y turistas. A la fecha, ha desarrollado convenios con los gobiernos de la Ciudad de México y Puebla.
En la capital del país se ha dado impulso a la adquisición de buses eléctricos para el Metrobús y taxis eléctricos, así como la sustitución de vehículos de carga por unidades cero emisiones.
Y recientemente se firmó un acuerdo de colaboración con el gobierno de Puebla para la entrada en vigor de este programa en enero del próximo año.
Con estas acciones, se tiene contemplado financiar más de 1,250 vehículos de bajas emisiones para las mipymes, chatarrizar esta misma cantidad de vehículos al final de su vida útil, evitar la emisión de 75,300 toneladas anuales de dióxido de carbono y mejorar la seguridad vial y las condiciones de transporte.
El Programa cuenta con un sistema para dar seguimiento a las etapas de la renovación vehicular, denominado Sistema de Gestión Integral (SIGI), que permite a los beneficiarios auto clasificarse según la relevancia de sus potenciales impactos y riesgos ambientales y sociales.
Reevaluar la movilidad
Los especialistas citados en este texto coincidieron en que si bien en México aún vienen años donde se verán convivir el diésel, con el gas y las unidades híbridas “el futuro de la movilidad es eléctrica y cero emisiones”.
Señalaron que el objetivo es casar la energía renovable con la movilidad sustentable, pues de lograrlo se estaría ofreciendo un transporte público cero emisiones, cero ruido, cero vibraciones, por lo tanto menos contaminantes en el aire y un mundo más vivible.
Esta misma tecnología tendría mucho mejores efectos si se lleva al transporte de carga, autos particulares, trenes, taxis y autos en plataformas, para lograr una movilidad eléctrica multimodal.